El proceso electoral interno en el Partido Acción Nacional para renovar su dirigencia nacional y algunas estatales concluyó y los resultados ya fueron validados. Ganó Marko Cortes y ahora será el responsable de dirigir los destinos del partido durante los próximos tres años, la tarea no es fácil y será muy ardua, reconstruir al único partido humanista del espectro político mexicano, al único que tiene posibilidades reales de ser la fuerza de oposición que nuestro país necesita.
La labor no es menor ni será fácil, pero es obligada, no solo se trata de la responsabilidad frente al instituto político y sus militantes, sino de la responsabilidad frente a la nación y a los ciudadanos. En una auténtica democracia los institutos políticos deben participar permanentemente, unas veces se gana, otras no, por ello siempre hay que analizar el porqué de los triunfos y con mayor rigor el de las derrotas.
No existen triunfos permanentes ni derrotas para toda la vida, todo ello depende del trabajo que se realice y de la habilidad de hacer saber a los electores que están frente a una oferta política, seria, congruente, honesta, eficaz y eficiente, pero esto debe ser realidad, no solo discurso, porque nadie da lo que no tiene, si estas vacío, si no representas nada y solo has vendido falsas expectativas, tarde o temprano quedaras exhibido.
Eso le pasará al gobierno de López Obrador pues sin empezar aun a gobernar ya muestra debilidades estructurales que a la larga y con el desgaste normal del ejercicio del poder, generarán espacios de oportunidad que solo podrán aprovechar los que estén preparados y atentos para ello, esa es parte de la responsabilidad de la dirigencia del PAN.
Participé en el proceso de renovación de la dirigencia nacional y estatal, en ambos proyectos ganamos: Marko Cortes y Jorge Inzunza serán los responsables del partido en los dos Méxicos, uno en el país otro en el estado. Durante la campaña y el recorrido en los municipios pude gratamente observar que se acercaron muchos militantes valiosos y con experiencia política, académica y gran responsabilidad social; perfiles que por diversas circunstancias se habían alejado de la actividad partidista y se habían concentrado en la vida académica, social, empresarial o familiar y que ahora vienen a contribuir con el partido y con México, su presencia es prueba de que el PAN esta vivito y coleando.
Esto resulta alentador, pero el partido tiene que conjurar sus males porque los tiene, debe erradicar algunos vicios, porque los hay, tiene que retomar el rumbo, reconfigurar su rostro, retornar a la esencia humanista y congruencia partidista que el país necesita.
Debemos volver a hacer política, postular a los mejores, abanderar las causas ciudadanas y encabezar la oposición, solo así, seremos otra vez la opción de los mexicanos.
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