11 febrero, 2025
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El Islam…

Lic. Alfredo Castañeda Flores

17 feb. 2023.-Una religión que cuenta con casi la cuarta parte de la población mundial, más de mil ochocientos millones de practicantes y seguidores de ésta.

 

La palabra Islam significa sumisión a la voluntad de Al-lah (Dios) en todos los aspectos de la vida. En el idioma árabe tiene muchos significados. Proviene de las letras raíz sin, lam y mim. Basándonos en estas letras, el significado sería literalmente: sumisión, entrega, paz y seguridad. As-Salam es también uno de los atributos de Al-lah.

 

Musulmán es la persona que se somete a la adoración de Dios; por lo tanto, todos aquellos que creyeron en el mensaje original de la unicidad de Al-lah son musulmanes, incluyendo a todos los profetas, desde Adán, Noé, Moisés, Jesús hasta Muhammad (la paz y bendiciones de Al-lah sean con todos ellos).

 

El Islam ha llegado como una misericordia para la humanidad y con él fue revelado un libro de guía llamado Corán, la palabra de Al-lah, revelado hace más de mil cuatrocientos años, y no ha sufrido cambio alguno desde entonces. Este libro, junto con las enseñanzas del último mensajero, Muhammad (la paz sea con él), muestra a toda la humanidad cómo comportarse de la manera establecida por el Creador en todos los aspectos de la vida, tanto los materiales como los espirituales.

 

¿Acaso no está en la naturaleza misma de cada ser humano el mirar hacia el cielo cuando tiene alguna necesidad o se siente devastado?

 

Cuando sufre alguna pérdida pide a gritos a un Señor, cuando está desesperado levanta sus ojos buscando la ayuda de un ser superior, esto está en la naturaleza innata de toda la humanidad.

 

Cada ser humano tiene dentro de sí una inclinación natural a plantearse ciertas preguntas acerca del propósito de la vida: ¿Qué estamos haciendo aquí? ¿Cuál es el propósito de la vida? ¿Existe un Creador o todo esto es producto del azar?

 

Mientras estas preguntas no sean contestadas, el alma de una persona nunca podrá encontrar paz y la vida parecerá un esfuerzo fútil y sin sentido. El alma estará en constante confusión e incertidumbre respecto a lo que ocurrirá en el futuro.

 

El Corán invita al hombre a recorrer la Tierra, hacer sus propias observaciones y reflexionar sobre cómo se originó la creación.

 

Los musulmanes creen que esta vida es una etapa transitoria, una preparación para la vida eterna en el más allá. La vida en esta Tierra no es el objetivo final.

 

La muerte no es el fin sino solo un cambio de mundos, un escalón hacia el más allá: dicha eterna en el Paraíso o tormento en el Infierno. Al-lah resucitará todo en el Día del Juicio, y la humanidad será llamada a rendir cuentas por sus acciones como consecuencia de haber sido honrada con el intelecto y el libre albedrío. A la humanidad se le ha otorgado la oportunidad de seguir la guía divina y obtener sus recompensas eternas en esta vida y en la otra. La creencia en la vida después de la muerte es un pilar de fe en el Islam.

 

El principal fundamento del Islam es la creencia en un único Dios. Al-lah no nació y nunca morirá, porque sería una contradicción directa que el Creador de todo haya sido creado también.

 

Dios no se parece a nada que podamos imaginar o ver. No tiene sentido y es irracional el reverenciar y postrarse ante algo que el hombre ha creado con sus propias manos. En el principio de los tiempos uno de los primeros pecados fue atribuirle copartícipes a Dios fabricando ídolos a los que adorar, sosteniendo que eran dioses o hijos de Dios, o intermediarios ante Dios. (Los santos que abundan en el catolicismo).

 

El fundamento de la creencia islámica es que Dios no tiene hijos ni intermediarios. El envió profetas sólo para guiar a la humanidad, y ellos fueron solamente seres humanos. Dios nos guía a dirigirnos directamente a Él en oración, sin necesidad de una jerarquía en la religión. Rezarle a alguien más, como a un sacerdote o a un santo, para pedirle ayuda o apoyo, es ajeno al Islam. Las oraciones y las súplicas son algo muy personal entre el creyente y su Señor. El único Dios (Al-lah).

 

Adorar algo que ha sido creado por alguien con sus propias manos o adorar a otro ser humano nunca podrá traer paz al alma, aunque la necesidad de adorar o venerar está arraigada dentro de cada ser humano.

 

En el Islam adoran a un solo Dios, Al-lah; y en su sabiduría Él ha decidido informarles sobre algunos de sus nombres y atributos, para que así puedan comprenderlo mejor. Algunos ejemplos son:

 

Dios es el Creador de todo, el Sustentador de todo lo que ha creado; el Omnioyente, Omnividente y Omnisapiente. Su conocimiento es perfecto, incluye el pasado, el presente y el futuro, ya sea secreto o no. Él es el Graciabilísimo, el más Misericordiosos y el más Benefactor. Él es el único Autosuficiente y Eterno, nunca necesita dormir o tomar algún descanso. No tiene socios, hijos o padres, y toda adoración debe ser dirigida solamente a Él. Él es el Artífice de la belleza, el Creador de lo bueno, Él es la Luz y la Guía.

 

Así como los pilares que sostienen un edificio son importantes para su estructura y estabilidad, del mismo modo los cinco pilares del Islam son importantes para todo musulmán.

 

Ellos proporcionan la firmeza exterior y la constancia a la fe de una persona, y mantienen unidos a los musulmanes como hermanos. El primer pilar es la declaración de fe (Shahada), este es el pilar más importante de la creencia que se expresa exteriormente.

No existe nada ni nadie que merezca ser adorado excepto Dios, y Muhammad es el último Mensajero de Dios.

 

Este compromiso con Dios significa que el creyente acepta la creencia en un solo Dios (Al-lah) y que Muhammad fue enviado como Su Profeta y Mensajero final. Como resultado de esto, pasan a formar parte de la comunidad islámica, la cual está para apoyarlos y ayudarlos a alcanzar sus objetivos y su propósito en la vida.

 

El segundo es la oración (Salah). La relación entre un musulmán y Dios es muy importante, y se hace más especial al rezarle directamente a Él, sin ningún intercesor.

 

Se ordena rezar cinco veces al día, lo que aumenta el recuerdo de Dios, los mantiene en el camino del bien y los limpia de los pecados.

 

El tercero es la caridad obligatoria (Zakat). Así como se preocupan por su bienestar, Dios les dice que deben preocuparse por las personas menos afortunadas que ellos.

 

El significado idiomático de la palabra Zakat es purificación y crecimiento. Un creyente ayuda a otros destinando una porción de su riqueza para los menos afortunados una vez al año. Se calcula el 2.5 % de la riqueza de una persona y esto se da a los pobres, a los necesitados, a los viajeros que no pueden llegar a su destino, entre otros. Se diferencia de la caridad ordinaria en que no es opcional, sino que es obligatoria (para todo musulmán solvente económicamente). El Islam enseña que la riqueza le pertenece a Dios y que Él se la otorga a las personas como una encomienda; por tanto, debe ser usada para el bien de la sociedad.

 

El cuarto es el ayuno (Sawm). Cada año en el mes de Ramadán (el noveno mes del año lunar), todos los musulmanes ayunan desde el alba hasta el ocaso, absteniéndose de la comida, la bebida y las relaciones maritales, con la intención explícita de hacerlo por la causa de Dios.

 

Dicen ellos, que Dios les ordena ayunar para buscar Su complacencia, y al hacerlo elevan sus niveles de espiritualidad tratando de acercarse más a Él. Al cambiar sus hábitos y rutinas diarias de acuerdo con las órdenes divinas, aprenden que no son esclavos de sus hábitos, sino los siervos de Dios. Al privarse voluntariamente de las comodidades mundanales, aunque solo sea por un corto tiempo, la persona que ayuna también desarrolla una verdadera empatía con aquellos que carecen de alimentos y agua constantemente.

 

Y el quinto es la peregrinación (Hayy). Dios ha hecho obligatoria la peregrinación a La Meca (ubicada en Arabia Saudita) una vez en la vida para todo musulmán que tenga las posibilidades físicas y económicas para realizar dicho viaje.

 

Los rituales del Hayy se remontan a los tiempos del Profeta Abraham (la paz sea con él) y conmemora algunas de las pruebas que él y su familia enfrentaron en La Meca. Éste es también un viaje hacia la Ka´ba, la casa simbólica de Al-lah, originalmente construida por el Profeta Adán (la paz sea con él).

 

El Hayy es un tiempo en que los musulmanes de todas partes del mundo, de diferentes razas, colores y lenguas, se reúnen en un espíritu de hermandad universal para adorar juntos al Único Dios. Los hombres visten solo dos piezas blancas de tela, haciendo de ellos un solo pueblo, sin diferencias de clases ni distinción alguna. El rico, el pobre, el negro y el blanco, parados lado a lado, iguales ante los ojos de Dios, excepto por sus obras. Los rituales del Hayy y del Eid Al Adha (la fiesta del sacrificio) son días de adoración a Dios y un recordatorio de los más necesitados, la carne del sacrificio es distribuida a los pobres y se ofrecen oraciones adicionales.

 

La peregrinación se realiza en unos meses específicos, y quien se consagrara para hacerla, deberá abstenerse (durante ella) de las relaciones maritales, los pecados y las discusiones. Todo lo que hagan de bien Dios lo sabe. Se les pide que tomen provisiones para el viaje, pero sepan que la mejor provisión es la piedad. Dotados de buen discernimiento. Cumplan correctamente con Dios. ¿Te interesa saber más?

 

Primera parte.