Este miércoles 1 de marzo inicia la segunda etapa en el pésimo gobierno municipal del alcalde Mauricio Acosta Almanza, quien es presidente por el tricolor en Tacámbaro, pero tiene más de gris que ningún otro color político.
Luego de mostrar su capacidad para tirar chambas en Tacámbaro, como dirigente del PRI local y luego como director de Desarrollo Económico en la administración del licenciado Salvador Bastida García, el golfista Mauricio Acosta Almanza reaparece en el municipio como candidato del tricolor, dejando de lado a algunos priistas de trayectoria y venciendo en las urnas al perredista Salvador Ortiz, al panista Hertzaí Madrigal, a Carolina Elizarraras de Morena, entre otros.Este martes se cumplen 18 meses de pésima administración del títere de Mauricio Acosta y reinicia el conteo para concluir un gobierno que, en las elecciones del año próximo, tiene todas las de perder si no endereza el camino. Ya hay un run run de que el PRI de Enrique Peña también perderá las elecciones federales y eso, obligadamente, debe de tener pensativos a los ideólogos y los que se sienten caciques del tricolor en Tacámbaro, quienes ya están armando estrategia para el control de daños que está dejando el vergonzoso ayuntamiento que encabeza la marioneta de Mauricio Acosta Almanza. Ya van 18 meses en el calendario electoral y nadie habla de que Mauricio Acosta Almanza busque ser candidato a la diputación local por Tacámbaro, distrito que incluirá a los 5 municipios tradicionales y se le agregan ahora Nocupétaro y Taretan, comentándose que la alcaldesa de Turicato está realizando un buen trabajo y se le puede nominar para ser candidata a la diputación por el distrito local.
Mauricio Acosta Almanza, como la mayoría de alcaldes que ha tenido Tacámbaro, tiene las manos amarradas para tomar decisiones congruentes y, por ejemplo, el proyecto de la glorieta en la ciudad será el espejo que dibuje la negativa administración que encabeza, entre otras burradas que ha cometido.
Me gusta compara a Mauricio Acosta Almanza con el edil panista Octavio Aburto Inclán, quien, por lo menos, enseñaba los dientes, pero el edil tricolor actual es un minino que no saca las uñitas y hacen de él un verdadero títere, exhibiendo una personalidad gris y más capaz para cargar palos en las canchas de golf.
Este primero de marzo, reitero, comienza la segunda etapa en el desgobierno de Mauricio Acosta Almanza, presidente que tiene también de comparsa a un partido tricolor, y sólo deberán de surgir milagros para que el PRI, en las próximas elecciones, tenga posibilidades de ganar el ayuntamiento.