22 agosto, 2025
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El enigmático Hombre-coyote de Tacámbaro

21 agosto 2025.-Procedente de la Tierra Caliente de Michoacán, esta escultura monumental representa a un hombre-coyote sentado sobre un trono. Se trata de una imagen recurrente en el arte purépecha, pero que en este caso destaca por su escala natural. Tallada en basalto, la pieza mide 1.08 metros de altura por 45 centímetros de ancho, lo que la convierte en una de las más grandes de su tipo, sólo superada por los chacmoles de Ihuatzio.

El hombre-coyote ocupó un lugar destacado en el universo simbólico del señorío purépecha, una de las civilizaciones más poderosas del occidente mesoamericano durante el Posclásico Tardío (1400–1521 d.C.). Esta cultura desarrolló una identidad política y religiosa sólida, que rivalizó con el imperio mexica, y tuvo centros ceremoniales como Tzintzuntzan e Ihuatzio, donde abundan representaciones similares de esta figura animal.

A pesar de ello, el significado preciso de esta imagen entre los antiguos purépechas sigue siendo desconocido. Algunos especialistas han planteado que el coyote podría estar asociado con el linaje, el poder y, posiblemente, con una antigua estirpe de gobernantes, ya que aparece como figura central en diversas esculturas vinculadas al grupo uacúsecha. En este contexto, la repetición de esta iconografía sugeriría la existencia de un sistema ritual complejo, en el que el hombre-coyote actuaba como símbolo de autoridad, herencia y legitimidad dinástica.

📸 Gerardo Peña. INAH.      Museo de las Culturas de Oaxaca