Alejandro Martínez Castañeda ANALISTA
6 SEPT. 2024.-Las iniciativas de desarrollo local y el modelo de la Economía Social y Solidaria (ESS) forman parte de un proceso que busca el desarrollo económico y social de las localidades, cristalizado en el mejoramiento del bienestar social y en detener la degradación del medio ambiente, hoy más que nunca en peligro por el embate del modelo depredador del capitalismo.
El desarrollo local adquiere cada día una mayor importancia para concretar trasformaciones sociales de fondo. Su objetivo principal es promover una mejor calidad de vida, principalmente de aquellas poblaciones que históricamente han sido excluidas del sistema capitalista.
En ese sentido, es vital articular las bases de las estrategias locales y la ESS como fundamento para alcanzar el desarrollo, especialmente en los países latinoamericanos que presentan graves problemas de productividad, competitividad, desempleo, ingresos, economía informal, inseguridad y pobreza.
Diferentes voces coinciden en destacar que tanto el desarrollo local como la ESS convergen en el objetivo de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida de la población, lo cual se fundamenta en el caso de las iniciativas locales, a través de la transformación estructural de las diversas dimensiones del territorio como parte del desarrollo y, precisamente dentro de este proceso, las organizaciones de la ESS tienen un papel trascendental pues contribuyen con la transformación de los sistemas de producción local y la conformación de redes empresariales, entre otros aspectos.
“Así, mientras la economía solidaria se enfatiza en las bases del cooperativismo y asociativismo para la creación de organizaciones que desarrollan actividades productivas, orientadas al alcance de objetivos que trascienden los aspectos económicos, a fin de incorporar una dimensión social en lo que respecta al trabajo, distribución de excedentes, participación en la toma de decisiones y satisfacción de necesidades; el desarrollo local, se gesta en un territorio determinado con el fin de promover la transformación de la estructura productiva, a partir del aprovechamiento de los recursos locales como potencial de desarrollo” (https://www.redalyc.org/journal/4655/465552407006/html/)
Entre las contribuciones de la ESS al desarrollo local destacan:
- Se fomenta un replanteamiento en los mecanismos tradicionales de intervención del Estado en la economía, a través de las políticas de desarrollo, pues éstas se comienzan a formular e instrumentar por medio de proyectos integrales que articulan las diversas dimensiones de las iniciativas locales, de acuerdo con los principios que sustentan la economía solidaria, como la solidaridad, justicia social, organización social del trabajo, entre otros.
- Se promueve el desarrollo a través de políticas integrales, cuya instrumentación exige una acción coordinada entre los diversos actores que participan en las intervenciones para promover el desarrollo (sector público, organizaciones no gubernamentales, comunidad organizada); para así, alcanzar con criterios de eficiencia y eficacia los objetivos propuestos con la política, los cuales deben ser socialmente compartidos por los miembros de la sociedad.
- Se enfatiza en la renovación de las instituciones promotoras del desarrollo, a través de la inclusión de mecanismos que implican la participación ciudadana en la toma de decisiones relacionadas con el proceso, lo cual se promueve en los distintos ámbitos como la educación, salud, concejos vecinales, etc.
- Se promueve la adopción de una visión sistémica y multidimensional del desarrollo, a partir de la cual los actores que participan en el diseño e instrumentación de la estrategia pueden captar la complejidad del proceso, la problemática existente, las articulaciones entre las distintas dimensiones del proceso, las especificidades del territorio, así como las oportunidades y el potencial disponible para encaminar el desarrollo con criterios de participación social y solidaridad.