Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
7 ABIL 2024.-Quizás mis entregas recientes han causado dudas y desconcierto, en los lectores, entre otras emociones, porque son temas que no cualquiera se atreve a tocar, porque tienen miedo al rechazo generalizado de las mujeres (aunque no todas), y de muchos hombres que carecen del valor para aceptar que su vida en pareja es un desgarriate, que los tienen dominados sus esposas, parejas, amantes, novias o como les quieran llamar a la mujer que comparte gran tiempo de su existencia con ellos.
Así es, amable lector, esos hombres que defienden el actuar diario de las mujeres son los que están más dominados por ellas, porque carecen del mínimo razonamiento para darse cuenta de que las cosas, en este país, son así. Y de que las pésimas decisiones en la pareja afectan hasta la economía nacional.
Eso se puede notar en su vida diaria, familias disfuncionales, hijos con demasiados problemas mentales, alejamiento y distancia entre la pareja, y tantas conductas que, si se observan detalladamente, aplicando la lógica, se pueden comprobar que es así. Nadie quiere que los demás sepan, o noten, que tienen problemas, vivimos en un país de apariencias, donde la mayoría, quiere fingir que vive una vida color de rosa, aunque la realidad, sea demasiado gris, llegando a oscura.
Como he señalado en anteriores entregas, el hombre madura más tarde que las mujeres, por lo que mientras eso sucede, que es tan común en el país, que ya se esté casado, juntado o en amasiato, porque en términos generales se habla de alrededor de los veintiocho años, cuando se alcanza la madurez masculina, pero que cuando se abusa del alcohol y las drogas, se detiene, algo que también es tan frecuente en cualquier rincón de México. Factor importante que también influye en las malas decisiones personales y en pareja que se toman o dejan que se tomen. En cambio, las mujeres, alrededor de los veintidós años, la alcanza, salvo el caso señalado. Que desafortunadamente, las nuevas generaciones se están quedando sin obtenerla, por abusar de sustancias prohibidas a menor edad. Diría nuestro paisano, MAS el Buki, ¿a dónde vamos a parar?
La convivencia diaria es algo tan complicado, tan difícil y no lo es en si mismo, sino por la cantidad de malas decisiones, sin analizar, que se toman, y peor aún, resulta la vida en pareja, bajo el adjetivo que sea (matrimonio, unión libre, concubinato, noviazgo con derechos, etc.), porque como dije antes, el hombre no ha alcanzado la madurez, hablando de un hombre con crecimiento mental normal, cuando ya tiene pareja e incluso hasta puede tener hijos (antes de los 28 años), además de que la naturaleza masculina es distinta a la femenina, el hombre evita lo más posible la confrontación con la pareja, porque recuerda a su madre, y aunque vagamente, algo aprendió de ella. También de las omisiones se aprende. Por esta simple y sencilla razón, mayoritariamente, el hombre, evita peleas y discusiones inútiles que las mujeres inician de manera frecuente. Escudándose en sus gustos naturales, el deporte, los amigos, la televisión, la música, la comida, otros, lamentablemente, en la bebida y sustancias más dañinas. Provocando y propiciando que las mujeres tomen la iniciativa en las decisiones de la pareja, lo que por ende, resulta, mala idea, porque entre más lo hacen, menos probabilidades existen de que dejen de hacerlo, al contrario, las mujeres se van empoderando (palabreja que está de moda) en la pareja, creyendo, en su mentalidad dudosa, que tienen la razón.
Por lo que una vez que el hombre ha madurado, que ya analiza con cierto detenimiento las acciones diarias, muchas sin importancia, pero otras con demasiada, e intenta decidir e incidir en la pareja, es donde comienzan los problemas más fuertes. Porque la mujer no espera esa reacción del hombre, como he señalado en anteriores comentarios, quiere seguir teniendo a un pelele como pareja, que a todo le diga que sí, que le permita hacer y decir de todo, muchas veces, hasta engañarlo sexualmente, lo sepa y la perdone, porque las mujeres tienen esa contradicción en su mentalidad, quieren tener en su vida un hombre que las domine, que las mande, pero al mismo tiempo, quieren tener un esclavo. Esta es la causa, por la que los sujetos adictos, desobligados e incluso golpeadores, tienen mujeres en su vida. En ocasiones hasta más de una. Por esta dualidad mental femenina, algo que el hombre común, no alcanza a entender, aunque se le diga, lo lea o lo viva diariamente.
Se dice, y se dice bien, que es difícil entender a una mujer, en general, pero también es por falta de interés del hombre, porque mayoritariamente, está acostumbrado a dejar de preocuparse por los problemas, lo hace por comodidad personal, muchos, nunca contradicen a su mujer, hasta que muera alguno de los dos, pero no quiere decir, que su vida haya sido un ejemplo para los demás, salvo honrosas excepciones, lo bueno o malo, se observa en la forma de vida, en como salen los hijos, cuando los tienen, en como son hacia afuera, no lo que ellos digan. Eso es simple verborrea y apariencia. Unos hijos viciosos, hij@s solteras con hijos, etcétera, son resultado de una familia disfuncional, donde la mujer siempre dijo la última palabra. Tenlo en cuenta, inteligente lector.
Como escribí antes, en una pareja, donde el hombre ya despertó de su letargo emocional, los problemas cotidianos se tornan más complicados y con resultado incierto, porque ambos tienen sus ideas y argumentos a favor o en contra de X o Y situación, y como he dicho en otras ocasiones, la mujer, jamás está dispuesta a perder ninguna discusión, y puede haber un round, dos, tres o más, durante los siguientes días y semanas, sobre el mismo tema, lo que para el hombre resulta tedioso, cansado y molesto, porque la huelga de pierna cruzada que es la clásica forma de manipularnos opera con visos de inclinar el resultado, pero un hombre convencido de que no puede ser obligado a hacer o permitir lo que sabe que es incorrecto, no le importa tampoco eso, lo que propicia que también haya infidelidades, aunque contrario a la mujer, el hombre no mezcla sentimientos, solo da rienda suelta a sus deseos reprimidos con otra mujer, de esas que abundan en cualquier cuadra, y que en la actualidad, se incrementan con el llamado pago por evento, sin compromisos ni exclusividades. Pero para hacerlo, se necesita fortaleza y madurez del hombre, porque antes de hacerlo o después, se tienen remordimientos, algo que las mujeres, de forma sincera, pocas, muy pocas veces llegan a tener.
Por naturaleza humana, el hombre es más noble que la mujer, busca evitar la mayor parte del tiempo los problemas con ellas, muchos de ellos, se desquitan con otros en la calle, por cualquier insignificancia. En ocasiones con resultados irremediables. Precisamente, porque en este país, la mayoría somos criados por una mujer, sea la madre, abuela, tía, hermana o madrastra y no nos preparan para la real convivencia con una mujer. Además de las causas naturales de la madurez varonil, lo que propicia que la mayoría, permita ser dominado por la mujer con la que comparte su vida. Por lo que nuevamente, te pido, despierta hombre, no se necesita agredirla, simple y sencillamente, se deben poner límites a las arbitrarias decisiones de la mujer, debiéndose tomar en cuenta la opinión del hombre, porque, por algo se está dentro de una pareja, y las cosas se deben tomar en consenso y que ambos estén de acuerdo, sobretodo, aquellas que involucren a los hijos, el patrimonio y los bienes propios y de pareja.
Te aseguro, que, de inicio, te sentirás mal, porque la verás actuar como un toro de lidia, pero al paso de los días, ambos lo agradecerán, porque la mujer, sentirá nuevamente cariño o más aprecio por ti, porque introdujiste, algo que le hacia falta, recuerda que el amor, se va terminando y lo que hay es simplemente costumbre. Hasta la llama de la pasión se reavivará. ¡Ánimo!