Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
Esta semana se han dado varios eventos, que captaron la atención de los medios nacionales de comunicación, esto, obviamente, porque en México vende más el morbo, la violencia, la maldad, la nota roja, que buscar crecer como seres humanos. Una nota de triunfo, de éxito, de mejoría para una región pequeña, a nadie le interesa, no hay negocio. Así es la mentalidad mediocre de la mayoría de nacionales.
Sin embargo, ante la incapacidad mental, la poca preparación, el escaso (solo excusa) tiempo para detenerse a analizar detenidamente cada episodio que vemos, leemos o escuchamos, propicia que la sociedad se lance como el borras, a defender a X o Y persona, o en caso contrario, a atacar de forma inmisericorde a otros seres humanos.
Ésta semana que recién concluyó, supimos de la muerte de una niña de 7 años, de nombre Fátima en la CDMX, aunque sucedió en una colonia pobre de Xochimilco. También en Coahuila, del secuestro de una menor de cinco meses, que posteriormente apareció muerta. Del presunto espía mexicano que vivía en Estados Unidos, pero que rendía cuentas al gobierno ruso; la detención en España de Emilio Lozoya Austin, ex director de PEMEX en el sexenio anterior; el cambio de nombre del coronavirus chino, ahora Covid-19, las marchas feministas, las tomas de escuelas de la UNAM, la continuación del desabasto de medicinas para el cáncer, la detenida violada por custodios en Zacatecas, el ingeniero asesinado por policías en Tamaulipas, etc.
Lo cierto es que el gobierno, sea del nivel que sea, (federal, estatal y municipal), aprovecha cualquier insignificancia para, echar a andar la maquinaria oficial para hacerla noticia sensacionalista del día. En ocasiones, son eventos normales, otras veces, ellos mismos los provocan, contratando actores que se prestan a dimensionar algo raro, incluso, inexistente. Al gobierno no le importa hacer lo que sea, con la finalidad de tapar, esconder, lo que está haciendo mal, lo que no cumple, lo que no le conviene que la mayoría, sobre todo la gente pensante, se entere.
Así vivimos, y hemos vivido, aunque ahora con el acceso a las tecnologías es más fácil enterarse y engañarse, porque cualquiera tiene un teléfono celular, otros tienen tabletas, y con eso es fácil grabar el final de algo, pero no sabemos cómo inició cualquier cosa. Esto motiva las famosas fake news (noticias falsas), la red está llena de engaños, mentiras y perfiles con cuentas falsas (bots), que por una suma de dinero se pueden adquirir para estar todo el día, defendiendo o atacando a placer a los adversarios. Sobre todo en este sexenio, donde la cordura, la prudencia, están ausentes, ahora en lugar de barrerse de adentro hacia afuera, como debe ser, como la ciencia política y la buena administración señalan, se hace adentro, se critica todo lo anterior, nada es bueno, importante, beneficioso y cualquier evento que ocurre es culpa de los neoliberales.
Esto, desde luego, genera innumerables distractores, muchos que rayan en la ridiculez, pero que cumplen con su cometido, hacer que la gente caiga en el juego.
Lo he señalado en otras entregas, y lo vuelvo a mencionar hoy, la principal causa de que México sea un país estancado, en retroceso, tanto en lo económico, social, educativo, es la falta de interés de los ciudadanos, la apatía que observamos a diario, hacia los demás, el individuo solo ve lo que quiere ver y esto, cuando otros lo ponen frente a él, podemos pasar muchas veces frente a un niño que vende o pide limosna y ni caso le hacemos, pero si nos enteramos que lo atropellaron, le pegaron o incluso algo peor, ahí si nos desgarramos las vestiduras, culpamos al gobierno en turno, a la sociedad, a sus padres, a los demás, pero ¿nosotros, qué hicimos por él?
Nada. Absolutamente nada. Esto también es hipocresía, egoísmo, falsedad. Solo fingimos preocuparnos por uno mismo, digo, fingimos, porque si realmente fuera cierto, no tendríamos tantos antivalores, porque el respeto empieza por uno mismo y cuando se respeta uno, por añadidura, podemos respetar a los demás. En caso contrario, el resultado es lo que estamos viviendo. Una total y completa descomposición del tejido social.
Por ejemplo, en Japón, todos se cuidan entre ellos, sobre todo, se vigila a los niños, pueden irse a la escuela solos, de la edad que sea, y no les pasa nada. Muchas veces la escuela está lejos de su domicilio, toman autobús, tren y llegan tranquilamente, tanto a su escuela, como el regreso a su hogar. Eso es cultura, esos son valores morales, eso es respeto por ellos y hacia los demás.
Aquí, nos han educado con miedo. Desde niños, hemos visto que se le da más valor, más atención, más recursos, a lo malo, a lo feo, esto por supuesto le conviene a los gobernantes, porque el miedo es una forma de manipulación, hasta la iglesia se presta, con el “famoso” temor a Dios, el mexicano en su naturaleza es miedoso, esto ha contribuido al deterioro de los valores y al incremento de la delincuencia común, recuerda el dicho de la filosofía popular, el valiente vive, mientras el cobarde quiere. Ya es tiempo de despertar, debemos dejar de creer totalmente en cualquier nota amarillenta de cualquier medio de comunicación, de las redes sociales, de lo que un conocido nos diga, debemos empezar a cambiar, a ver, leer y escuchar solo cosas positivas, cosas buenas, poner nuestra atención en los éxitos de cualquier persona, basta de ser envidiosos con los demás, porque hacerlo nos convierte en seres grises, asustados y mediocres. No hagamos caso a ninguno de los distractores, provocados por el gobierno. La verdad nos hará libres. ¡Ánimo!