Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
26 ABRIL 2025.-Desde hace tiempo y desde cualquier espacio, trato de hacer que el hombre, en general, despierte de su letargo frente a la mujer, ese por el que nos catalogan a todos como lo peor, que nos tratan de estúpidos y adjetivos peores.
No a todos, nuestra madre, nos crio como lo creen las mujeres, hay excepciones de mujeres que no se inclinaban por su género, aun en contra de sus propios hijos, como lo hacen la mayoría. Mujeres que nos prepararon para esa eterna contienda, pugna de poder, en pareja, entre el hombre y la mujer. Esa que tantos dolores de cabeza, discusiones estériles enfermedades y hasta muerte han provocado a muchísimos hombres que nunca tuvieron la suficiente fortaleza mental de ponerles un hasta aquí a sus parejas y terminan enfermos, en silla de ruedas o de plano, en el cementerio.
No lo eches en saco roto, mucho menos lo dudes, amable lector, muchas de las enfermedades y muertes ocurridas tienen que ver con ese diablillo llamado mujer, ese que la mayoría idealiza, idolatra y coloca en un pedestal, ese que muchos “ingenuos”, señala que no se debe tratar de entender, de comprender, simplemente, hay que amarla. Pobres idiotas.
Creen que, por tener sexo periódicamente, se debe soportar todo lo que hacen con ellos y no es así.
A lo largo de mi vida, he analizado la conducta femenina en general, y sinceramente, deja mucho que desear, son peores que el hombre, pese a que ellas nos catalogan de lo malo que existe. Y eso no cambia con el paso del tiempo, al contrario, las nuevas mujeres que están despertando a su sexualidad, a su vida en pareja, vienen recargadas con ese chip, de sus madres, abuelas, bisabuelas, etcétera, y obviamente, también hay excepciones, como hombres que las conocen, es decir, son minoría. Ya lo he señalado en entregas anteriores, nada es bueno ni malo, positivo o negativo, totalmente, siempre hay, así sea una parte pequeña, mediana o grande, eso cambia el resultado final.
Hay innumerables frases de la filosofía popular que se refieren a esta situación. “Si las mujeres fueran buenas, Dios tuviera una”, “Mujeres juntas, ni difuntas”, “Lágrimas de mujer, siempre son falsas”, “A la mujer, ni todo el amor, ni todo el dinero”, “Si quieres hacer algo, pídele opinión a una mujer y haz lo contrario”, “Si quieres que todo funcione bien, no se lo cuentes a tu mujer”, “entre mujeres podemos despedazarnos, pero jamás nos haremos daño”, “Hay mujeres que por más que intenten fingir que son buenas personas, las moscas que las rodean delatan lo mierda que son”, etcétera, pero los hombres no las conocen y si lo hacen, las dejan pasar, porque ellos las consideran todo lo contrario. Vaya necedad masculina.
Ya en concreto, hay parejas actuales, casadas o viviendo en unión libre, donde la mujer tiene dominado al hombre, desde aquellas donde este, tiene que mostrarle el celular y todo lo que hizo durante el día; cuando ellos trabajan y los pagos los recibe mediante tarjeta bancaria, ellas son las que guardan la misma y a el le van dando a cuentagotas lo que éste va necesitando, les prohíben la convivencia con sus amistades, sus pasatiempos, sus gustos, no les permiten que cada fin de semana jueguen futbol, basquetbol, beisbol o algún otro deporte, ni aun que ellas los acompañen, porque tampoco quieren hacerlo, mucho menos dejarlo ir solo, no los dejan que vayan al gimnasio, o al club deportivo, porque según ellas es un gasto innecesario, pero ellas gastan en uñas, pestañas, tintes, o en salidas con sus amistades, y lo que es peor, que esos hombres lo permiten, sometiéndose a los deseos de su mujer, cuando en su casa familiar, su madre nunca les limitó nada. Vaya paradoja.
Y hay casos y cosas peores, después de ya tener un hijo, porque ahora ellas ya no quieren tener más de uno, obligan al hombre a que se haga la vasectomía, aun cuando sean relativamente jóvenes y no sepan cuanto vayan a durar en esa tóxica relación, hay casos de parejas civilmente casados, que, por cualquier situación, quieren terminar la relación, pues las mujeres, les exigen que se la practiquen (la vasectomía) para poderles firmar el divorcio, a ese grado, inteligente lector. Vaya que son egoístas, porque el hombre tiene más tiempo biológico para poder ser padre, mientras logre tener una erección, hay ese posible resultado, pero ellas lo hacen con total maldad para que, si ellos encuentran otra nueva pareja, ya no puedan procrear, en cambio ellas si lo desean y muchas lo hacen. Ellas, tienen total libertad de volverse a embarazar, hasta que la edad biológica se los permita. Como la frase de ripley, “aunque usted no lo crea”, hay hombres que ceden a sus caprichos, eso es lo que no entiendo ni comprendo de mis congéneres, porque cuando se les quiere hacer que abran los ojos, dudan de lo que se les dice, incluso hasta se llega a deteriorar o perder la amistad, por culpa de una mujer.
Los alejan de su familia, solo quieren que beneficien a la suya. Cuando tienen alguna enfermedad, no hay cuidados ni medicinas para ellos, Utilizan a los hijos como botín económico, y si se separan es peor, porque los envenenan para que los dejen de querer, y solo se los dejan ver, a cambio de dinero, al separarse de inmediato les exigen pensión alimentaria, muchas la usan, hasta para mantener a la nueva pareja, mal alimentando y desatendiendo a sus hijos, que es para quien el padre está aportando, todo lo anterior son casos tan frecuentes y comunes de lo que hacen las “dulces y tiernas” mujeres, a los ojos de los hombres que no quieren despertar a la realidad, que no se dan cuenta de todo el daño que les están provocando, lentamente, en su vida, en su salud, en su cuerpo, pero de eso, gran culpa tuvieron sus propias madres, por no haberlos preparado para la vida en pareja, porque se dejaron dominar por el feminismo y no por el amor hacia su sangre, hacia sus hijos, no les dieron esos consejos de lo que podría pasar viviendo con una mujer.
Por eso es que les cuesta trabajo abrir los ojos a la realidad. Sobre todo, si es otro hombre el que lo pretende hacer. Las mujeres están acostumbradas a tener la razón, a hacer lo que ellas quieren, y aunque necesitan un hombre que las domine, en la vida y en la cama, la mayoría no lo hace y les da siempre la razón, creyendo que con eso lo van a amar, pero es todo lo contrario, lo dominan de una manera que lo van deteriorando mentalmente, y es más fácil que se cansen, sean infieles y los dejen. Eso, es lo que la mayoría de los hombres no comprenden, no entienden. Vaya contrariedad.