18 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

DE REO A GOBERNANTE…

El pasado 18 de julio se cumplieron 100 años del natalicio del gran Nelson Mandela, arquetipo del activista, abogado, político, defensor de minorías, dispuesto a sacrificarlo todo por la libertad de su pueblo; quien estuvo preso de 1962 a 1990 en su natal Sudáfrica por sabotaje para derrocar al gobierno; gobierno al que posteriormente llegó por la vía democrática en 1994, siendo el primer presidente negro de ese país.

 

Su lucha contra el racismo, su tesón y el temple que le dieron 27 años en prisión, le ganaron un lugar en la historia mundial. Tan es así que la Organización de las Naciones Unidas, en noviembre de 2009, resolvió designar el 18 de julio Día Internacional de Nelson Mandela, siendo el único día internacional sancionado por ONU, de los 155 que se celebran, dedicado a una persona y no a un tema (lucha contra la discriminación, alfabetización, etcétera).

 

Tal como lo he escrito en otras ocasiones, sostengo que la historia demuestra que ni el peor de los cautiverios doblega a seres de principios e ideales. Casos como el del citado Mandela, o el de José Mujica, ex presidente del Uruguay, quien en total pasó quince años de su vida en la cárcel antes de alcanzar la Presidencia de su país, son prueba fehaciente de ello.

 

Y como ellos, muchos más: Václav Havel (República Checa), Dilma Rousseff (Brasil), Benigno Aquino (Filipinas), Kim Dae Jung (Corea del Sur), y otros hombres y mujeres a los que mi memoria no les hace justicia en este momento, pero que la historia contemporánea puede dar cuenta de cómo la prisión les dio el temple requerido para hacer historia y leyenda.

 

Porque el tronco recto y de raíces firmes no se doblega ante la adversidad, al contrario, después de la pausa, se yergue rozagante y poderoso.

 

Otro sí: En el día de Mandela, Tacámbaro, mi matria, pierde a su cronista. Vicente Gil Méndez, mi tío, hermano de mi abuelo Don Raymundo Gil, dejó de existir a sus 84 años. ¿A dónde va Vicente?  A donde irá toda la gente.