En días pasados se aprobó sin sobresalto alguno -como en los tiempos de la dictadura perfecta- en las cámaras de diputados y de senadores la Ley de Ingresos y el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2013.
La primera tiene carácter de ley, ya que implica citaciones tributarias y fiscales, el segundo es un dictamen sobre un decreto de ejercicio, destino y gasto de los recursos públicos que obtiene por diversas vías el gobierno federal. En el primer caso, referente al origen de los ingresos con los que contará el país para el próximo año, éstos provienen principalmente de una fuente: el petróleo, a través de PEMEX. 34 pesos de cada 100 provendrán de dicha empresa.Con estos números queda una vez más de manifiesto la palanca de desarrollo que puede representar para el país el petróleo, sus derivados y Pemex. Cabe entonces aquí la pregunta: ¿por qué quieren Peña Nieto y el PRIAN privatizar esta empresa –en los hechos lo han venido haciendo de manera disfrazada a través de la llamada autonomía de gestión o conversión privada, entre otros artilugios.-?; queda claro que, si lo hacen, será por intereses contrarios al propio país y a los mexicanos, haciendo un negocio privado a costillas de recursos de la nación.
Otra fuente de ingresos es la Comisión Federal de Electricidad (CFE) con cerca del 9 por ciento, es decir PEMEX y la CFE aportan el 43 por ciento de los ingresos, y aún así los gobiernos neoliberales del PRI y PAN pretenden entregarlos a entes privados. ¿Cómo se financiará el desarrollo del país si estas dos empresas pasan a manos de particulares? La propuesta neoliberal es cobrando más impuestos a los ciudadanos, a todo el pueblo, por ejemplo aumentar el IVA y aplicarlo de manera generalizada a alimentos y medicinas.
En el año que inicia se espera una embestida para reformar la Constitución y otras leyes secundarias con el afán de privatizar los recursos nacionales, petróleo, energía, agua, tierras ejidales, etc. Para ello Peña Nieto tiene como instrumento el Pacto por México, que debería ser rebautizado pacto contra México, bajo el lema “el que no tranza, no avanza”, para ser congruentes con ese viejo PRI que no se ha ido del espectro político nacional.
Algunas falacias de EPN
Peña Nieto anunció 13 acciones inmediatas, por ejemplo la construcción de vías férreas para pasajeros, pero solamente se contemplan 3 proyectos ferroviarios: México-Querétaro, México-Toluca y Yucatán-Quintana Roo, dejando fuera al 90 por ciento del territorio nacional. Así de excluyente es este proyecto peñista al no contemplar a miles de comunidades, ni siquiera a los principales centros urbanos que representan las ciudades medias de nuestro país considerando que vías férreas completas se han perdido y desmantelado como la de Los Reyes-Zamora en Michoacán, entre otras tantas en el país.
Se trata, entonces, de una propuesta mediática, de ocurrencia –que imita de mala manera una propuesta de AMLO hecha desde el 2006- más no de una estrategia nacional en la materia que es urgente para el país, ya que el servicio de transporte en México está bajo las manos de monopolios transportistas que cobran lo que quieren porque no tienen competencia real.
Un dato para demostrar la falacia de la propuesta peñista: en el presupuesto de egresos el Ejecutivo Federal no solicitó recursos para ejecutar obras y acciones que se requieren para aterrizar el proyecto anunciado, por ejemplo, para liberar derechos de vía, estudios, proyectos, mucho menos para comprar convoyes de ferrocarril; seguramente pretenden que sean trenes privados con altos costos para el usuario.
El transporte ferroviario (tren) de pasajeros es 6 veces más barato que el autobús, por lo que, insisto, es necesario confeccionar e implementar un proyecto viable que permita relanzar este medio de comunicación en beneficio de millones de personas y para fortalecer el mercado interno de la economía mexicana. Las falacias de EPN no apuntan a este objetivo.
Por otro lado, se lanzó la propuesta de ampliar el programa 70 y más para hacerlo accesible desde los 65 años. Sin embargo, solamente los adultos mayores de esta edad que no tengan pensión o jubilación alguna podrán acceder al apoyo correspondiente. De esta forma, sencillamente EPN mintió porque había prometido hacer universal tal programa.
Además, según el PEF sólo se destinan 26 mil millones de pesos para asignarlos a 5 millones de adultos, es decir les tocaría a cada uno de ellos como 433 pesos mensuales, 216.5 pesos quincenales, cantidad que es mucho menor que un salario mínimo. Estamos frente a una tomada de pelo, un engaño publicitario.
Cabe decir que la anterior es una propuesta de hace muchos años de Andrés Manuel López Obrador y que él mismo la implementó de manera universal para todos los adultos mayores en la Ciudad de México, cuando fue Jefe de Gobierno. Los priistas copian y mal las propuestas de AMLO.
Es evidente que el paquete económico del gobierno priista para el 2013 mantiene un irrestricto apoyo al modelo neoliberal aplicado en las últimas décadas en el país, sin imaginación alguna, conservando los privilegios fiscales, con la modalidad de que se introducen algunas medidas para legitimarse en el poder sin que llegue a formularse una variante sustancial en el manejo económico que permita hablar de políticas públicas de verdadero impacto social.
*Secretario de Cooperativismo, Economía Solidaria, Movimientos Sociales y Civiles del CEN de MORENA