Lic. Alfredo Castañeda Flores (Analista)
En la actualidad, los gobiernos en cualquiera de los tres niveles han incrementado, diría yo, exagerado, el cuidado y protección de las mujeres, esto además con la complacencia de algunos medios de comunicación nacionales y locales, pero que solo es mediático, porque no hacen nada, ni se puede hacer nada. Pero así es la real política mexicana.
Sé que va a leerse fuerte lo siguiente, pero es la realidad, mujeres maltratadas física y sicológicamente, incluso muertas siempre ha habido, hay y habrá, es algo natural, es la cadena de supervivencia que en el reino animal existe.
En otras entregas anteriores, he señalado que la muerte de un hombre es considerada normal, entre los mismos congéneres, y las mujeres de plano ni dicen nada al respecto. Pero caso contrario sucede cuando le ocurre a una mujer, y eso que las estadísticas aún no colocan en un igual cincuenta por ciento.
Para aquellos que se dan un espacio en su vida para analizar lo que sucede en su entorno y en el entorno regional, estatal o nacional, saben que la mayoría de los delitos son cometidos por gente cercana a las víctimas, y un alto porcentaje es de familiares y parejas sentimentales de los afectados. Pues el caso que no ocupa no está exento de ello.
Muchos hemos sabido de mujeres golpeadas y asesinadas, por sus amigos, novios, amantes, parejas, esposos, incluso mandadas por otras mujeres que sienten envidia hacia las víctimas, porque se sienten afectadas en su ego femenino, porque andan con sus parejas, etcétera.
En estos casos, ¿qué se puede hacer? Nada, no se puede hacer nada, porque ¿quién va a cuidar a alguien de sus seres queridos? Nadie, no es lógico, pero es la causa más alta en las estadísticas de delitos contra las mujeres. Adentro de un hogar, no hay autoridad que pueda ingresar sin permiso del dueño, entonces ahí los gobiernos no pueden prevenir ningún delito. Porque pocos se imaginan que pueden ocurrir. Aquí, se requiere de la inteligencia emocional individual, la tolerancia y los valores que desde pequeños se hayan inculcado a los involucrados, porque no hay poder humano que pueda prevenir lo que vaya a suceder.
En menor medida, hay otros delitos que ocurren en la calle, donde si la autoridad pudiera intervenir para prevenir los mismos, pero donde también en alto porcentaje, intervienen personas cercanas o conocidas, como por ejemplo, en una violación, claro que hay delincuentes enfermos que se dedican a estos actos, pero la mayoría de casos, tiene como responsable a un ex de la víctima que lo dejó por X motivo o razón, o por alguien que se sintió rechazado, es decir, que no tuvo la oportunidad de formar parte de la vida de la otra persona, en estos casos, hay altas probabilidades de que por ser conocidos o reconocidos por la agraviada, las asesinen. Además de que en México es más fácil librar que pagar culpas, asesinando que dejando vivas a las víctimas, aunado a que pocas veces los detienen.
Claro que hay actos aislados, fortuitos, pero son menores en la estadística diaria, la mayoría tiene que ver con personas conocidas, esas que conocen muchos movimientos de las víctimas, que saben a dónde van y con quien, horarios y más. Un delincuente común, no se va a detener a estar vigilando varios días a la presunta víctima solo para violarla, golpearla o matarla, y los capos grandes, menos, sus negocios e intereses son otros, no andan perdiendo el tiempo en nimiedades, aunque para la prensa y las autoridades, sean los culpables de cualquier delito.
Pregúntate inteligente, lector: ¿Qué se puede hacer en esos casos? Nada. Desafortunadamente, nada. No hay suficientes elementos de seguridad, llámense como se llamen, para andarnos cuidando día y noche, dentro y fuera del hogar a tantos millones de ciudadanos, aquí hablo en general, porque no es más importante una mujer que un hombre, somos iguales y tanto importa o duele una muerte de uno como de otro, si no pregúntale a sus deudos.
Lo que leemos y escuchamos casi a diario, sobre este tema, es solo un distractor, buscando ganar puntos políticamente, porque no hacen nada, ni hay mucho que en realidad hacer sobre el tema. Aquí solamente se deben tomar precauciones, saber elegir a las amistades cercanas, conocer detalladamente a quien contar cosas personales, a quien se invita al hogar, al empleo, a la escuela, no andar presumiendo lo que muchas veces ni se tiene, salir lo menos posible en altas horas de la noche, ni a sitios que pueden implicar un grado de riesgo, si se termina una relación, en el caso de las mujeres, que no hagan parecer al hombre como lo peor, simplemente se termina y ya, no andar poniéndolo en mal ni hablando de él, porque esto provoca resentimiento que puede alcanzar grandes dimensiones negativas, pero principalmente, repito, poner atención a cada detalle de quienes conviven con nosotros.
Esa es la clave principal. La persona más importante en tu vida eres TÚ y solo tú, eres la responsable de cuidarte. A nadie le preocupan los demás, aunque en apariencia buscan el beneficio de todos. Tómalo en cuenta.