En esta ocasión quiero darles unos consejos para identificar, reconocer o descubrir a los mediocres, desafortunadamente para nosotros, como para el crecimiento de nuestro país, abundan en todos los rincones de México. Éstas son algunas de sus características.
Están acostumbrados a pedirle a todo mundo, se hacen los jodidos, los pobres, los indefensos, son la parte de la sociedad que nadie quiere y ellos necesitan dinero y cosas para vivir. Son los que están acostumbrados a vivir del presupuesto gubernamental y poco o nada aportan para obtener ese beneficio. Son como se les conoce coloquialmente, unos pedinches. Y así transcurre la mayor parte de su vida, pidiendo y estirando la mano. Seguro que conoces a más de uno así, estimado lector.
Son aquellos que no se comprometen en ninguna tarea o actividad, únicamente se involucran porque así les conviene, si tienen empleo, hacen apenas lo necesario, y muchas ocasiones si siquiera eso, son los clásicos que siempre dicen el patrón, el jefe, o el gobierno hacen como que me pagan, yo hago como que trabajo. Son los que cambian de camiseta a la primera oportunidad, sobre todo esto lo observamos más claramente en cuestiones de partidos políticos, se van con el que ostenta el “hueso” en ese momento, olvidándose de quien les ofreció trabajo. Fácil de identificarlos también.
Un mediocre es aquel que busca culpables para esconder su culpabilidad, si choca, el otro tuvo la culpa, aunque haya ido a más de 100 km/h, aunque no haya respetado el semáforo, al peatón, el 1X1, etc., si algo sale mal en su trabajo, empleo o comisión, otro tuvo la culpa, y así sucesivamente, en lo que haga, otros tienen la culpa de su proceder, de su actuar, de su acción o inacción, el mediocre siempre quiere justificar su pobreza mental, social, económica, su mala fortuna, en fin, todo lo que le sale mal, es culpa de otros. Su inferioridad es notoria y manifiesta. ! Aléjate de ellos ¡
Asimismo, alcanzan el otro extremo, son víctimas de todo y de todos, de todo lo que ocurre mal, se les culpa a ellos, ellos son casi, casi unos santos que nadie entiende, que nadie comprende, que los victimizan de todo, sobretodo, dicen ellos, porque son pobres, aquí le quito lo de honrados, porque ya es muy difícil en la actualidad encontrar a un pobre honrado, pero esa es su frase para causar lástima a la gente, sobretodo a los ricos, que por cierto todos los mediocres odian, porque tienen dinero y ellos lo quisieran tener, pero sin el menor esfuerzo, quieren ganar la lotería sin comprar el billete, sueñan con ser herederos de un familiar millonario que no tienen, dan risa estos personajes.
La característica más asquerosa que tienen los mediocres es la envidia, envidian al vecino, al jefe, al familiar, al que va pasando, solo porque tiene mejor presencia física, ropa de calidad, auto, una pareja, novia o esposa hermosa, un empleo bien remunerado, una profesión, una empresa micro, pequeña, mediana o grande, porque es feliz, todo les molesta de los demás. Es el típico que ve un auto estacionado, saca un clavo y lo empieza a rayar, le poncha una llanta, grafitea la fachada de las casas, destruye calles, parques, jardines, cualquier cosa que esté a su paso.
Aquí viene a mi mente una fábula que me contó mi abuelo, él me decía que en una noche oscura, en un pantano, andaba una luciérnaga brillando y muy feliz, cuando de pronto la atrapa un sapo y la empieza a pisar para matarla, ella alcanza a preguntarle al sapo, ¿porque me matas? Él le responde, porque brillas, solo por eso. Mi abuelo que era un gran hombre, siempre me alertó, cuídate de los mediocres, porque son como el sapo, les molesta tu brillo, no quieren estar como tú, al contrario, quieren que tú termines como ellos.
Finalmente, la característica principal para conocer a un mediocre es aquella que ha convertido a Dios en un mago, traen la palabra Dios pegada a la lengua y en todo lo que hacen la pronuncian. Si son cosas buenas, gracias a Dios, caso contrario, ya estaba de Dios, o es un designio de Dios; si alguien sale le sueltan la frase que Dios te acompañe, cuando sabemos que Dios está muy ocupado en otras cosas como para andar acompañándonos a todos, cuidándonos a todos, hasta bendicen sus autos y casas nuevas, ahora hasta Dios es cuidador de muebles e inmuebles. Es respetable la religión o ideas que cada quien profese, pero también es cierto que es grotesco, decir y peor, escuchar cada cuatro o cinco frases, la palabra Dios. Además de ser mediocre, denota que quien así lo hace es una persona poco confiable porque quiere encomendar a Dios sus errores, sus fallas, sus faltas, en lugar de actuar lo más cercano posible a lo correcto, quieren convencer a los demás que son muy caritativos, bondadosos por mencionar tanto a Dios en sus pláticas. Cuando, para los que sabemos, es todo lo contrario, y aun para los que no lo saben, resulta exagerado y digno de burla, escuchar a alguien que se siente iluminado pronunciando tanto la palabra Dios.
Éstas son las principales características que identifican a los mediocres, estoy seguro, amable lector que más de una te resulta conocida, ya sea porque la has visto reflejada en alguna persona conocida tuya, o quizás peor, porque tú lo dices o haces, de manera frecuente. Así que tienes el trabajo de eliminarla poco a poco de tu vida diaria, porque eso te puede convertir en eso y quizás no lo seas, solo que lo repites porque te agrada o porque piensas que es algo bueno, pero que en la realidad no lo es.