México enfrenta una brutal embestida y las reformas que les llaman estructurales sin duda no son para favorecer ni mejorar las condiciones de vida del pueblo, son tan importantes todas y quisiéramos explicarlas ampliamente cada una, sin embargo son tres de las reformas que más han venido a ponernos en el filo de una navaja a pies descalzos. La reforma Laboral, la Reforma Educativa y la Reforma Energética.
En esta ocasión únicamente hablaremos de la Reforma Laboral, aprobada y expedida el 30 de noviembre del 2012 por los gobiernos tanto Federal como Estatal, implica la violación de los derechos laborales de todos los trabajadores del país, con el supuesto de que la Ley General del Trabajo tenía más de 40 años y que ya no respondía a las condiciones laborales de México a la competitividad que se buscaba, ésta entró en vigor.El sistema laboral mexicano incluye, entre otras cosas: Semanas de 40 a 48 horas con pago de 56, registro en la seguridad social para el trabajador y sus beneficiarios directos, con coberturas de enfermedades, Maternidad, Guarderías para hijos de aseguradas ,Accidentes de trabajo, Muerte, Cesentía en Edad Avanzada, Vejez y Viudez.
Además de lo anterior: Prima vacacional un mínimo de seis días de vacaciones pagadas al año (que aumentan conforme a la antigüedad), liquidación por despido injustificado (más de 90 días de salario y 20 más por cada año trabajo) prima de antigüedad de 15 días por año laborado, si se tienen más de 10 años de trabajo (misma que se entrega al trabajador aunque sea renuncia voluntaria).
Los patrones deben cubrir además el 2% del sueldo para la pensión del trabajador, el 5% de fondo de vivienda y la mayor parte de las cuotas de seguro social.
Pero todo lo mencionado se cancela con la restructuración que se hace a la reforma laboral, ahora la Ley Federal de Trabajo es proteccionista del patrón y no del trabajador, ¿por qué?
Es simple mi querido lector, nuestros gobernantes dan favoritismo a los grandes empresarios, y yo me pregunto: ¿nuestros gobernantes alcanzarán una rebanada de pastel en las ganancias que tienen los empresas transnacionales?
Desparecen todas las prestaciones de un plumazo, ahora la contratación de los trabajadores será sobre la base de horas, con salarios únicamente regulados por la oferta y la demanda (con la reforma se busca explotar al trabajador) sin tener prestaciones de seguridad social, ya que si algún trabajador las quisiera tener, tendría que pagarlas a una aseguradora privada, lo curioso del caso es que con sueldos tan bajos ¡no será posible que la gente tenga coberturas de salud, pensión vejez y las demás que otorga la seguridad social en México!
Ya se dio un paso hacia la privatización de la seguridad social con el surgimiento de las Afores (administradoras de fondos de ahorro para el retiro), imitando al modelo chileno, sin entrar a cálculos financieros complejos: cuánto necesita ahorrar una persona para tener un retiro digno y vivir su vejez con una gotita de agua segura.
Suponiendo que un trabajador gana $1000 al mes, el patrón entregaría al afore algo así como $70, lo que daría al año $840, los cuales con interés del 8% promedio no le darían más un mes de sueldo, obtendría $970, o sea que si trabajara 30 años podría juntar menos de 30 meses de sueldo, es decir menos de 3 años y si hacemos cuentas ¿cuánto tiempo creen que una persona podría sobrevivir con ese dinero, si su expectativa de vida se prolongó más de tres años después de su retiro?
La seguridad laboral en la que nos están sumiendo es un riesgo impresionante, del que quizá nuestro gobierno no ha hecho el análisis minucioso.
Resulta muy sencillo decirle a la gente que ahorre para el retiro (sí, ahora que está autorizada la bursatilidad de las Afores, que como buenas Sociedades Anónimas, solo responden por el monto de su capital), que busque capacitarse, que tome varios empleos, que pague sus propios seguros, pero, ¿en realidad creen viable que en un país donde más de la mitad de la población económicamente activa recibe menos de $2000 pesos al mes sea eso posible?
Lo que se le ha olvidado a los mexicanos y quizá al mundo en general, es la falta de solidaridad y subsidiaridad, se ha olvidado de buscar una economía de carácter social, con rostro humano, cambiándola, bajo los pretextos de la globalización, por una economía explotadora, de selección natural, en la que sólo los más aptos sobrevivirán, ¿y los demás?
No es que esté de acuerdo en subsidiar ineficiencias, pero creo que debe buscarse una rentabilidad social en los negocios, una rentabilidad social en la que se busquen no sólo las ganancias muy justas de los inversionistas, sino también, que las personas tengan la oportunidad de una cobertura mínima, una red de seguridad, un apoyo para mantenerse en pie, no sólo las migajas que caen de la mesa.