La crisis económica y la inseguridad constituyen factores que han provocado que alrededor del 30 por ciento de los talleres muebleros hayan cerrado sus puertas en Cuanajo, población que vive en su mayoría de esta actividad artesanal, sostuvo Alejandro Valencia, presidente de la Asociación de la Industria Mueblera de Michoacán en Pátzcuaro.
Aseguró que la difícil situación por la que atraviesa el gremio ha provocado que cada vez más mano obra calificada esté migrando a otros estados, además ya se comienza a observar muebles de baja calidad.“La lógica de lo anterior es que el cliente siempre va a buscar el mejor precio, y en ese sentido el vendedor da más económico el mueble; pero lo que no sabe el cliente es que el fabricante para volver a fabricar el mismo mueble y tenga un poco más de utilidad, ya comienza a utilizar insumos de baja calidad, lo que se refleja en un producto también de más baja calidad y durabilidad”, destacó Valencia.
El líder artesanal estimó que en la citada comunidad existen alrededor de mil 100 jefes de padres de familia, de los cuales el 80 por ciento tienen un taller de muebles en sus respectivas casas, del que dependen para subsistir.
Un 30 por ciento de tales talleres caseros eran hasta hace poco negocios que daban empleo y ahora, por la crisis, cerraron sus puertas para convertirse en emprendimientos informales donde participan todos los miembros de la familia.
Es decir, abundó, los talleres subsisten porque se involucran familiares que no cobran como un asalariado común y corriente, motivo por el cual se elevó el índice de desempleo en esta actividad artesanal.
Puntualizó que la problemática de los artesanos de Cuanajo comenzó desde 2008, año en que se recrudeció la inseguridad en la región, un fenómeno que también está ligado a la crisis que enfrentan actualmente.
Abundó que de los que han cerrado sus negocios, “muchos de ellos eran o son norteños; otros se fueron a otros estados con todo y sus trabajadores”, por lo que Cuanajo ha perdido mano de obra calificada en la elaboración de los famosos muebles artesanales.
Hace tres años, sostuvo el también fabricante de muebles en dicha localidad, “los compañeros vendían las sillas a 200 pesos cada una, hoy hay negocios que las venden en 100 y hasta en 80 pesos; esto es grave porque no se aprovecha la madera eficientemente, es decir se hacen sillas desechables”
Dejó en claro que también en Cuanajo hay fábricas especializadas en hacer muebles de gran calidad, y que son capaces de hacer sillas hasta con un costo de 8 mil pesos por unidad.
Los artesanos desde hace algunos años han emigrado a otros estados, Jalisco principalmente, entidad que es la primera productora de muebles a nivel nacional, expuso.
“En un foro que asistí hace 2 años estaba un exponente de Guadalajara y nos comentó que éramos torpes porque nos sabíamos aprovechar los recursos naturales que tenemos, esto es porque la capital jalisciense consume madera de Michoacán. Dijo textualmente: son torpes porque nosotros nos traemos a Guadalajara su madera y su capital humano calificado, y nosotros le damos el valor agregado, y generamos economía y ustedes sentados porque no son capaces de organizarse”, expresó por último.