Recordando sus viejos tiempos en el tricolor de Tacámbaro cuando estuvo a punto de ser candidato a presidente municipal y, por diversas circunstancias no lo logró, cambiándose después al Partido de la Revolución Democrática donde, también, no lo logró, pero sí logró que lo expulsaran junto a otros compañeros de aventura política, el doctor Mario Osoyo Cornejo inició precampaña hace meses para ser el candidato del PRI.
Hace pocos días, con el supuesto respaldo del entonces aspirante al gobierno michoacano por el PRI, Víctor Manuel Silva Tejeda, el doctor Mario Osoyo Cornejo se registró como precandidato al ayuntamiento de Tacámbaro y en esa lucha se encuentra.Igualmente podemos recordar las aspiraciones del ingeniero Abel Sánchez Padilla, ex alcalde de Tacámbaro y actual director del Tecnológico de Tacámbaro, quien, con su pelea con el sindicato del plantel, recibió golpes secos que no lo permitieron registrarse como precandidato al gobierno municipal. Prosigue gestionando recursos para el Instituto Tecnológico Superior de Tacámbaro y que la matrícula se incremente notablemente.
El licenciado Homero Anaya también manifestó ganas hace meses por ser el candidato del PRI a la presidencia de Tacámbaro, pero su propio tío Valentín Rodríguez Gutiérrez le ha dicho muchas veces que debe adquirir más experiencia en el terreno político y administrativo, por lo que es seguro que, si llegara a ganar el tricolor, lo veamos en un cargo en el ayuntamiento local.
El doctor Ignacio García Gaona también se mencionó fuertemente como candidato tricolor, pero su presencia y trabajo en el partido, así como en la sociedad, despertaron chismes sobre su persona que no le gustaron, por lo que dejó las aspiraciones en el baúl para mejor ocasión, trabajando con intensidad como director del Hospital María Zendejas.
El ingeniero Alfredo Reyes Ornelas, delegado forestal de COFOM, también manifestó ganas de ser candidato, pero el tiempo y las circunstancias lo colocaron fuera de tal pretensión; recientemente lo vimos cerca del aspirante Valentín Aguilar, que tampoco se registró, y eso habla que, en el corto plazo, deberá esperar indicaciones del grupo político de Valentín Rodríguez al que pertenece y que, ciertamente, ya no mueve los hilos de poder a su antojo. Ahora debe negociar con otros grupos emergentes del PRI estatal y compartir las decisiones.
Artemio Moriya y Mauricio Acosta, quienes se registraron y son del grupo reynista de Valentín Rodríguez Gutiérrez y del grupo Tacámbaro, así como Chavo Bastida, Alma Rosa Amezcua y Angélica Benítez, son cartas que trataron de impedir el registro del profesor Arturo Servín Bernal y de Mario Osoyo, pero también del licenciado Arturo Bribiesca Gil, quien no se registró al final como precandidato a la diputación local ni a la presidencia local. El grupo valentinista lo vio como aspirante prematuro y lo descarrilaron en el camino.
El profesor Víctor Segoviano también se registró como precandidato, manifestándose en el PRI municipal unas ansias por el poder que se derivan de la posibilidad de recuperar el ayuntamiento, pero también con posibilidades de fracturarse y que los otros partidos aprovechen dichas coyunturas.
En breve saldrá oficialmente el candidato del PRI y veremos cómo reaccionan los demás precandidatos y partidos, en un escenario electoral que pinta una derrota segura para Chon Orihuela…