8 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Conversando con mi abuelo…

Hoy quiero aprovechar el espacio para rendir un homenaje a mi abuelo, un viejo alegre, sencillo, honesto, abierto, respetuoso, responsable y tantos otros atributos; siendo adolescente, con la cosquilla de poder tener una novia y ante mi inexperiencia normal que todo chico tiene a esa edad, le pedí me diera algunas lecciones para enamorar a la chica que me quitaba el sueño, a lo que accedió, pero me dijo con su ya cansada voz, más que lección, te voy a hablar de mi experiencia personal con las mujeres que pasaron por mi vida, no te pido discreción porque tu abuela ya falleció y además siempre lo supo, lo que no fue en su año…

Ansioso me senté a su lado para escucharlo, aclaro que lo que me contó es muy diferente a lo que se vive actualmente, eran otros tiempos, mejores, iguales o peores, no lo sé, cada quien lo describe como le tocó vivir, más no es una regla general.

…”””En mi adolescencia, nos juntábamos muy jóvenes, casi no había matrimonios y los pocos que había, lo eran de forma religiosa, aunque si había civiles, pero muy pocos de los pocos. Por la herencia de la Revolución Mexicana, se seguían robando a las mujeres, cuando los hombres sentíamos la necesidad sexual, siendo adolescentes inexpertos, lo que evitaba el cortejo y nos abría las puertas del paraíso, la mujer era considerada un objeto de lascivia y concupiscencia, no tenían voz, ni voto, ese se lo reconocieron mucho tiempo después, el hombre, con el simple hecho de decirle a una joven: Me gustas, ya podía irse con nosotros, le gustáramos o no, lo quisiera o no, porque de no hacerlo se enfrentaba a la furia de su padre y de todas formas nos las tenían que entregar, así que la mayoría mejor se ahorraban una buena tanda de cintarazos.

Los que teníamos mejor posición económica y nuestros padres contrataban una sirvienta aun joven o mayor pero con hijas que sobrepasaran los 10 u 11 años de edad, se quedaban a trabajar con la condición de que tenían que atender por completo al patrón y al señorito o señoritos con la anuencia de la esposa/madre (al decir atención completa, era satisfacer las necesidades sexuales del señor y del hijo o hijos en edad para ello, por eso estos jovencitos duraban más tiempo en buscar a su propia mujer, pues ya tenían unas o algunas en casa y sin que resultaran una carga, todo era por el mismo salario y éstas accedían por la precaria situación económica que atravesaban, pero más por necesidad, además de que en todas las casas ricas era igual).

Asimismo, el tener una mujer en casa, y trabajar para su manutención, no era obstáculo para seguir buscando otras y separarlas, me imagino que de ahí surgió la frase de casa grande y casa chica, porque la primera ocupaba una casa más grande, más bonita y las demás vivían en una más pequeña y felices los 3, 4 o X.

Conforme fueron pasando los años, las mujeres, ayudadas por algunos hombres en el gobierno, también fueron evolucionando, ya las nuevas generaciones no permitían que las denostaran, sobajaran como antes, se tuvo que ir cambiando la táctica y técnica de enamoramiento, se utilizó la música, la poesía, las cartas de amor, el envío de ramos de flores y tantas cursilerías que hoy existen, tardábamos mucho en tomarlas de la mano, para darles un beso había que robárselos (otro invento de antaño, porque cuando se volteaban de forma natural o provocada por nosotros, aprovechábamos para darles un beso de piquito) y la actividad sexual, peor, para ello primero había que pedir permiso y casarse, porque estaban como Cuauhtémoc, aunque se quemaban no soltaban el tesoro, ríe. Esta evolución se dio porque los otrora machos comenzaron a tener hijas y como se dice, nos gusta hacer pero no nos gusta que nos hagan, y pues no queríamos que a nuestras hijas les hicieran lo que nosotros hicimos a sus madres, esta creo que es la razón por la que han ido cambiando las cosas en cuanto al enamoramiento.

Así que mi pequeño nieto, te recomiendo, que la niña que te gusta, primero se entere que existes, pregunta con sus amigas o amigos, su nombre, después de eso, que sepa de ti, mándale recaditos verbales o escritos con alguna amistad suya o tuya, pero no grandes, pequeños, tal como: que linda estás, que tengas un buen día, tarde o noche, depende de la hora, quieres jugar o puedo jugar contigo, etcétera. Algo sencillo, simple, para que no se espante, otra cosa importante, averigua si tiene novio para que si lo tiene, te alejes y evites que te vayan a romper la boca en una pelea innecesaria, recuerda hijo que una mujer no merece que te pelees por ella, y menos cuando no es nada tuyo aún. Tonto aquel que pelea por una mujer, así sea tu madre, hermana, novia o esposa, piensa que quedas como tonto y con la boca rota, ojos hinchados y sobretodo, ganas de la revancha y es un cuento de nunca acabar, así que mejor, tranquilo, eso es sabiduría.

Si no tiene novio, dependiendo de la actitud o respuesta que obtengas te darás cuenta si puedes seguir adelante o alejarte, recuerda que la obsesión es para los tontos, no justifiques sus actitudes negativas hacia ti siguiendo adelante, tarde o temprano sufrirás. Como te dije, todo evoluciona y el cortejo más, no le muestres demasiado interés, porque las mujeres son astutas, así sean niñas, y en cuanto ven tu punto débil, se aprovechan, como decimos, se te suben a las barbas y para bajarlas está difícil, muéstrate seguro, discreto y no mandes señales, verbales o escritas, de que te mueres por ellas, aunque sea cierto, disimula. Cuando vayas ganando su confianza, ve tanteando el agua a los camotes (observa sus acciones), para que cuando decidas decirle que te gusta, caigas en colchón y no a un desfiladero. Una vez que sea tu novia, si piensas en algo serio, ve sembrando detalles en su corazón, para que más adelante, hagan vida juntos, pero recuerda esto siempre: a la mujer ni todo el amor, ni todo el dinero, esto significa que no tienes que contarle todo, ni darle todo, porque ellas nunca lo hacen, aunque te digan “te amo”, no lo sienten, es una táctica para que los hombres caigamos en sus redes y nos dominen, recuerda, solo los tontos les creen todo lo que dicen y por eso hay tanto hombre infeliz; de lo contrario, si solo buscas experiencia, con mayor razón evita contar tus secretos más íntimos, porque tarde o temprano te puedes arrepentir de hacerlo”””…

Hasta aquí un extracto de tantas pláticas realizadas con mi abuelo, cosa que actualmente es muy difícil que ocurra, porque los nietos de hoy sienten que todo lo saben, que ellos siempre tienen la razón, y no tienen un momento de cercanía con los adultos mayores, la tecnología les está ganando la mente, pero, no para bien, basta reflexionar qué va a ocurrir en nuestro entorno en los próximos diez años, para darse cuenta que vivimos en retroceso.