8 febrero, 2025
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Contribuciones de la ola de calor al desbalance hidrológico del lago de Pátzcuaro

Daniel Márquez Melgoza       ANALISTA

 

16 JUNIO 2023.-Invito al lector a que nos pongamos trágicos a la hora de pensar el futuro del lago de Pátzcuaro. Partamos de datos de hace treinta años, los que nos ofrece el doctor Arturo Chacón Torres, en su libro: Pátzcuaro, un lago amenazado, publicado en 1993. En su prólogo, el autor nos informa:

“El lago pertenece a una cuenca endorréica y el balance hidrológico del lago de Pátzcuaro se encuentra controlado principalmente por diferencia entre la precipitación y la evaporación. Dado que la evaporación es más alta que la precipitación se considera que las ganancias netas de agua que entran al lago son resultado de la infiltración procedente de toda la cuenca de captación. Sin embargo, usando un modelo simple de simulación y balance de masa se ilustra que la contribución procedente de las infiltraciones está disminuyendo por el continuo deterioro de la cuenca de drenaje del lago…”

A ese dato habría que sumar el de que en cada uno de esos 30 años posteriores, el factor deterioro de la cuenca ha ido in crescendo y que, por otro lado, de un año a otro viene lloviendo menos;  lo anterior invita a suponer que el balance hidrológico ha sufrido desajustes notables; es decir, que ha venido disminuyendo el tamaño y grosor del espejo de agua. Esto se podrá comprobar con solo observar a vuelo de pájaro la desaparición de islas como la de Jarácuaro y las de los Urandenes, además de parte del seno de Ihuatzio; y qué decir de Arócutin hacia Uricho y Erongarícuaro.

Pero a esos factores hasta cierto punto naturales, habrá que sumar los factores sociales; entre éstos, el que la cuenca del lago de Pátzcuaro irrumpió de manera súbita hace algunos años en el cultivo del aguacate, dejando atrás los temores a las alturas en su cultivo, que había estado vetado por el fantasma de las heladas. Esta situación generalizada del cultivo del aguacate, hasta los niveles más altos de la cuenca, ha venido impactando crecientemente en la demanda del agua para riego en las nuevas plantaciones. Según denuncias de la gente en torno del lago de Pátzcuaro, la demanda de agua para las huertas de aguacate no sólo proviene de huertas dentro de la cuenca del lago, sino incluso de cuencas vecinas, como la de Uruapan.

En fenómenos como el de la fiebre del aguacate se puede ver con claridad cómo es que se da el desarrollo capitalista, tanto en lo macro como en lo micro. En lo macro, capitales de las potencias buscan invertir en países pobres o en desarrollo para explotar recursos naturales que ellos ya no tienen, pues al llegar antes al desarrollo, ya se los acabaron. Así, pues, van, invierten, se acaban el recurso natural ajeno y se regresan a sus países con la riqueza que amasaron, dejando al país anfitrión más empobrecido que antes. Por lo general, ni los nombres, menos las caras se alcanzaron a conocer de los dueños de esos capitales.

Y así sucede en lo micro. Yo quisiera saber cuántos de los que vivimos en los municipios envueltos en la fiebre del oro verde en Michoacán, conocemos a los dueños de las huertas de este fruto; ojalá lo dueños de las huertas fueran los propietarios de las tierras; no dudo que los haya, pero en su mayoría, los aguacateros no son de los municipios ni de sus localidades, sino que son fuereños. Ojalá que nunca suceda, pero el día que por alguna razón llegara a colapsar el cultivo del aguacate en Michoacán, los inversionistas del aguacate desaparecerán sin dejar rastro, sólo el del desastre natural que hayan provocado en los suelos de las lomas y/o montañas que los sustentaban.

Con huerteros de aguacate ajenos a las regiones, como a la del lago de Pátzcuaro, nunca se van a sentir comprometidos a respetar su balance hidrológico, dejando de hacer uso del agua de nuestro lago para sus huertas; para ellos la prioridad es salvar sus huertas, al costo que sea, sobre todo en tiempos de esta mortal ola de calor que sopla inmisericorde sobre el mapa de nuestro país.

Indudablemente el aguacate genera riqueza y orgullo en Michoacán por ser pionero y líder en producción y exportación a nivel nacional, pero sería bueno que parte de esa riqueza se guardara para resarcir a la sociedad de futuras catástrofes medioambientales, según experiencias, absolutamente predecibles. La actual riqueza aguacatera está cimentada en la destrucción de la riqueza forestal, que algún día podría cobrar la factura por haberla destruido con la biodiversidad que la suele acompañar.

FOTO: COMPESCA