Por Jesús Alanís Gutiérrez
En los dos meses que han transcurrido desde el inicio oficial de la jornada nacional de “sana distancia”, “el quédate en casa”, cierre de “actividades no esenciales”, etc., he podido ver videos y leer notas de periódicos. He visto una cantidad inmensa de fotografías que muestran casas de madera con techos de lámina de cartón vieja y rota.
También he visto denuncias de campesinos y colonos que describen cómo vivían y dónde trabajaban, también explican cómo les ha afectado la crisis económica agravada por la pandemia del Covid-19; he leído, visto y escuchado importantes pronunciamientos de dirigentes nacionales, estatales y regionales del Movimiento Antorchista, todos asimilando el material que a diario se publica, y exponiéndolo como argumentos para exigir al gobierno ponga en marcha un programa nacional de entrega de alimentos y que se garantice el material y equipo médico para atender en los hospitales a los infectados por el COVID-19.
Pues bien, en una de las fotografías que dio a conocer la página de Fecebook del Movimiento Antorchista Michoacano, se ve a un adulto mayor cuyo nombre es Primitivo Villegas, él está frente a la casa de madera, con techo de lámina de cartón y piso de tierra, (que es el lugar prestado en el que vive).
Él está portando una cartulina blanca en sus manos que dice “ESTAMOS SOLICITANDO DESPENSAS EL RINCON: ERATZICUA”. El título de la nota periodística lleva por nombre: “El gobierno de Madero viola acuerdos de entregar apoyos a familias pobres”. Pero, así como esta fotografía hay muchísimas en los periódicos nacionales, estatales o locales y en las redes sociales. Pero ¿qué hay detrás de cada foto? ¿Qué historia de dolor y sufrimiento se está denunciando? ¿Por qué se ven obligados a alzar la voz de esta manera?
El Rincón de la Eratzicua es una comunidad de unas 43 casas en la tenencia San Francisco Etúcuaro del municipio de Madero. Para llegar a la comunidad hay que llegar a Villa Madero y viajar unos 18 minutos por carretera de asfalto viejo, y muy dañado. Una vez que estás en la tenencia, hay que viajar unos cinco minutos por una brecha de terracería que esta por la parte trasera de la iglesia del pueblo.
Allí vive Primitivo Villegas, es un señor de 89 años de edad y él está enfermo, ya no puede caminar, se ayuda con un bordón de madera. Toda su vida ha vivido en la comunidad, ha trabajado en el campo y no ha visto mejorar su comunidad, ni sus condiciones de vida. La comunidad de la que hablamos es una muestra que ilustra la vida de todo el estado de Michoacán.
Para saber qué hay detrás de esta historia veamos que de acuerdo con los datos del CONEVAL en Michoacán (las cifras son de habitantes), la población en situación de pobreza alcanza los 2 millones 161 mil 900 el 46 por ciento; la población con ingreso inferior a la línea de pobreza por ingresos 2 millones 390 mil 600 el 50.9 por ciento, es decir la mitad de los michoacanos tiene ingresos inferiores al total necesario para adquirir la canasta alimentaria, en comparación con los 670 mil 300, el 14.3 por ciento, no pobres y no vulnerables. De donde se sabe que la pobreza en Michoacán ya existía y ahora se está agravando y la ayuda gubernamental aún no llega.
A esto hay que agregar algunos indicadores de carencias sociales (las cifras nuevamente son de habitantes): rezago educativo, 1 millón 134 mil 300 el 24.2 por ciento; acceso a los servicios de salud, 995 mil 100 michoacanos el 21.2 por ciento; acceso a la alimentación, 988 mil 800 el 21.1 por ciento; calidad y espacios en la vivienda, 595 mil 600 el 12.7 por ciento y acceso a los servicios básicos en la vivienda (agua potable), 829 mil 700 el 17.7 por ciento. De donde se entiende que el pueblo michoacano no solo vivía en la pobreza, ya tenía hambre, sed y demandaba una buena atención médica. En nuestros días todo esto se ha agravado, hoy los medicamentos y una buena atención medica son más importantes para el pueblo. Si antes una despensa no era necesaria o se consideraba algo miserable, hoy es una gran ayuda, porque son alimentos lo que necesitan las familias en el estado. Ante la amenaza de muerte por el virus o el hambre, una despensa puede salvar la vida.
En el Rincón de la Eratzicua tampoco hay agua potable. Y es así como don Primitivo Villegas, durante 89 años ha soñado con salir de la pobreza, tener un camino pavimentado, agua potable, atención médica y ha vivido esperando que un día el campo michoacano tenga la inversión necesaria para sembrar y cosechar sin la angustia de no recuperar lo invertido. Pero, ¿por qué exigen se les diga la verdad? ¿Por qué alzan la voz exigiendo un programa nacional de distribución de alimentos? ¿Por qué piden mejores hospitales, medicamentos y buen personal médico?
Los campesinos de Rincón de la Eratzicua le solicitaron al presidente municipal y a la Comisión Estatal del Agua y Gestión de Cuencas (CEAC), la elaboración de su proyecto ejecutivo para el agua potable, al gobierno de Michoacán le solicitaron fertilizante químico para esta temporada de siembra, le solicitaron laminas galvanizadas y tinacos del programa de Acciones Emergentes comprometidos en el 2019 y ante la crisis del Covid-19, le solicitaron ser beneficiarios del programa Michoacán Alimenta, pero la ayuda todavía está lejos, aún no llega.
Lo que aquí se relata es solo una fotografía de todas, tendríamos que ver qué hay detrás de cada una de las que circulan en los medios de información y sabremos que son historias similares. Por lo pronto, el gobierno del estado de Michoacán no termina de entregar los apoyos. Y el gobierno federal ha abandonado a los pobres de nuestro estado, y finge no oír y ver los reclamos de sus gobernados. No olvidemos que desde el inicio de la pandemia ha tratado de restarle importancia y seriedad, para esto, hay que recordar sus palabras cuando se atrevió a decir que un amuleto; una “pata de conejo”, una carta de trébol de cinco hojas o la oración “detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo” eran más importantes que las medicinas y los alimentos ¿Usted qué opina amable lector?
El 3 de abril expresó: “La pandemia nos vino como anillo al dedo, para lograr los propósitos de la 4T” y lo último que quiero citar, lo más cínico, el 27 de abril afirmó que “hemos podido domar al Civid-19” hoy 29 de mayo, se nos habla de iniciar la nueva normalidad con 21 estados del país en rojo, de acuerdo al semáforo de la pandemia, con 84 mil 627 casos confirmados y 9 mil 415 defunciones en comparación con los 15 mil 529 casos confirmados y las mil 434 muertes del 27 de abril, con la cantidad de fallecidos registrados a un mes de que se domó la pandemia ¿alguien en su sano juicio puede aceptar esta afirmación? El gobierno y los políticos han engañado tantas veces al pueblo; los michoacanos votaron por MORENA y Andrés Manuel López Obrador, hartos de las mentiras de los de antes. Sin embargo, como una gran tragedia o ¿una farsa? Resultó ser peor que los anteriores. A los michoacanos les dieron gato por liebre.
Pues bien, el pueblo desorganizado está indefenso, por lo tanto, los mexicanos necesitamos hacer un frente común para mejorar las condiciones en las que vive don Primitivo Villegas que es uno de los 2 millones 390 mil 600 michoacanos que viven en pobreza por ingresos y así evitar la crisis o un estallido social. Este frente lo puede encabezar el Movimiento Antorchista que durante más de 45 años ha luchado a brazo partido al lado del pueblo.
Tacámbaro, Mich., a 29 de mayo de 2020
