Cuando nos damos cuenta de la serie de tonterías que hacen nuestros gobernantes, damos respuesta a muchas de las interrogantes que nos hacemos día con día e inclusive llegamos a conclusiones extremas como el decir: “por eso estamos como estamos…”.
Recientemente fuimos testigos a través de las noticias en los medios sobre el más reciente escándalo protagonizado por el Expresidente del Partido Verde Ecologista de México, actual Senador de la República, Jorge Emilio González Martínez, cuando fue detectado la madrugada del pasado domingo en un punto de revisión del programa Conduce Sin Alcohol de la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.Luego de no pasar la prueba del alcoholímetro fue trasladado al “Torito”, de donde salió seis horas después con un amparo.
De acuerdo con los testigos, González Martínez fue detectado en un punto de revisión ubicado en Avenida Reforma y Campos Elíseos, cuando viajaba en un auto Mercedes Benz “en completo estado de ebriedad”, dijeron las fuentes consultadas.
Aunque después cínicamente dijo que solo fueron cuatro tequilas. El político primero se identificó con un nombre falso, pero momentos después, dos hombres, que se identificaron como sus escoltas, dieron fe de su identidad y amenazaron al personal del puesto de revisión “con destituirlos” si no permitían que González Martínez se fuera de ahí. Después, como es su costumbre, lo negó y dijo que nunca dijo eso y que ya había aprendido y en la próxima tomaría un taxi, lo cual resulta inverosímil, pues generalmente lo acompañan sus escoltas, entonces porqué no condujeron estos, acorde a su arrogancia y prepotencia que le caracteriza.
Luego de la condena social, reconoció su error a medias, pero este es un nuevo caso del también llamado “Niño Verde”, a quienes los analistas dicen representa la “impunidad, la frivolidad” de la clase política, en “un partido financiado por los contribuyentes”.
En un espacio radiofónico, el historiador Lorenzo Meyer consideró que Jorge Emilio González “representa una base política que está muy separada a una base que dice representar”, lamentando que no haya forma “en que los ciudadanos podamos llamar a cuentas a los supuestos representantes”, y cuestionó “¿Cuándo han dimitido políticos por circunstancias como éstas?”.
También recordamos cómo en febrero de 2004 salió a la luz pública un video que mostraba a Jorge Emilio González en conversaciones y negociaciones con un sujeto que le ofreció un soborno por 2 millones de dólares para que ayudara en la liberación de unos terrenos protegidos cerca de la zona de Cancún. La idea de desproteger esos terrenos era para usarlos en la construcción de una zona hotelera, que, se había demostrado, afectaba gravemente la flora y fauna del lugar al destruir los manglares de la zona.
En noviembre de 2011 se ve involucrado por la Procuraduría Estatal de Quintana Roo en una investigación por la muerte de Galina Chankova Chaneva, durante una fiesta en un departamento de su propiedad.
Todo inició el 22 de abril de 2011 cuando se reportó la muerte de Galina Chankova Chaneva, de 25 años de edad, al caer por una ventana del departamento ubicado en el piso 19 del complejo Emerald. Según declaró Jorge Emilio González, no se encontraba en ese lugar durante el acontecimiento y también negó que el apartamento fuera de su propiedad.
La periodista Lydia Cacho reveló que dos jóvenes, hijas de empresarios, que estuvieron en la fiesta en el departamento en Torre Emerald de Cancún, en la que murió Galina Chankova, aseguraron que sí estaba presente Emilio González.
El 26 de mayo de 2012 desató otra polémica por declaraciones que hizo sobre marchas y protestas que se estaban dando en varios estados de México en contra del candidato a la Presidencia de la República Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM), mientras daba una conferencia en Cozumel declaró: «Creo que es hora de que estos ‘ninis’ hagan algo por el país. Que hagan algo productivo para ellos. Que se dediquen a trabajar.».
Esta afirmación fue negada inmediatamente por González, quien envió una carta aclaratoria al diario “Novedades de Quintana Roo”.
Pero este no es el único, desde siempre hemos sido testigos de la prepotencia política y ahora se trabaja ya en revisar la figura del “fuero” que se ha convertido en “derecho de impunidad” y prepotencia, propia de caciques pueblerinos como el diputado José Rangel que recientemente se vio envuelto en un escándalo por portar “charolas” en lugar de placas en su ostentoso vehículo.
Debemos dejar que la terrible normalidad que hay en nuestras calles se convierte en costumbre, pues provocará que nos siga preocupando más la frívola discusión política que la miseria que se expresa a diario en cada esquina. Por eso debemos de dejar de ser cómplices de una política inmersa en la inmadurez. Seguimos narrando tragedias y contemplando actitudes soberbias. Hemos desprendido de la política pedazos de dignidad, y sin esos restos de dignidad seremos incapaces de entender que México no puede sostenerse entre cenizas igualdad, migajas de sinceridad y sobras de libertad.
No debemos ya mas permanecer pasivos ante estos abusos, abusos que cada día seguimos observando, recientemente en cinco estados de la República se concentra la élite de los 153 diputados locales con los mayores ingresos por dieta y compensaciones. Los 36 legisladores del Congreso local de Guanajuato son los mejor pagados, al sumar ingresos mensuales de 138 mil 127 pesos; es decir, sólo 12 mil pesos por debajo de los diputados federales, que reciben 150 mil 15 pesos.
A los 36 de Guanajuato le siguen los 40 de Sinaloa, con 132 mil 769.24 pesos; los 25 de Baja California, con 111 mil 872 pesos; los 27 de San Luis Potosí, con 95 mil 257.44 y los 25 de Yucatán, con una dieta, compensaciones y prestaciones por 93 mil 880 pesos mensuales.
Este año son 101 los diputados estatales con mayores ingresos, con más de 100 mil pesos al mes en dieta y prestaciones, sin embargo, son los senadores quienes tienen los mejores ingresos para cualquier legislador en el país, con 311 mil 443.80 pesos, de los cuales 126 mil son de dieta neta y el resto es dinero que reciben para sus casas de gestión, vales de gasolina y otras prestaciones a fin de que puedan desarrollar sus actividades y de vez en cuando tomarse 4 tequilas.
Esta es nuestra política, rehén de historias degradadas, inofensivos ante la violencia, tragedias y violaciones. Nuestra política en una realidad que empieza a transmitir mensajes de alerta, historias de una política que se narra entre desplantes y descalificaciones, en donde los protagonistas presumen en el discurso político lo que no pueden sustentar en la práctica y los hechos. Hablamos de las grandes reformas como si por su naturaleza, origen y presunción de éxito fueran remedios mágicos, somos mezquinos cuando decimos que nos sobra voluntad y lo único que demostramos es la falta de capacidad. Somos cómplices de una política prepotente e impotente. La actitud política se traduce en conductas indolentes que no permiten encontrar las medicinas, ni los instrumentos para atender un país enfermo.
Dejar que la terrible normalidad que hay en nuestras calles se convierte en costumbre provocará que nos siga preocupando más la frívola discusión política que la miseria que se expresa a diario en cada esquina. Nos hace falta comprender que la vocación política no debe ser rehén de la circunstancia, que la política se basa en la dignidad del hombre, en su desarrollo como individuo y en su eficiencia como representante.
No podemos seguir creando historias vergonzosas sobre realidades que exigen mayor sensatez, realidades que advierten las posibles consecuencias si nos acostumbramos a la ausencia de humildad en el ejercicio público… hasta aquí mi comentario, mi correo electrónico licsebpastrana@yahoo.com o sígueme en facebook en Sebastián Pastrana Ferreira y en twitter como sebastianpastr3.