Hace algunos meses tuve la oportunidad de escribir un ensayo jurídico sobre “La Potestad Jurisdiccional ¿ejercicio del poder?”, dentro de mi preparación en la maestría en Derecho Constitucional que cursé en la Universidad Latina de América, con el tiempo tuve la fortuna de que fuera publicado dentro de un libro elaborado por el Dr. Rafael Estrada Michel, quien fuera mi maestro en una de las asignaturas de esta maestría y el cual se tituló “Reforma Estructural del Estado y División del Poder Público” y el cual recientemente salió a la circulación.
En dicho ensayo hablo del ejercicio del poder dentro de la función jurisdiccional, analizando si existe ejercicio de poder y hasta donde existe o si este se usa como un mecanismo dominante hacia los demás poderes, hacia la propia sociedad, dicho en otras palabra si el poder judicial en uso de las facultades que le da la propia Constitución puede convertirse en un poder dominante e intervenir en los otros dos poderes (Ejecutivo y Legislativo).Y es que debido a la fuerza de sus resoluciones estas generan obligatoriedad e inclusive al hacer jurisprudencia (5 resoluciones en un mismo sentido), hacen que esta se vuelva ley suprema sin necesidad de que pasen por el análisis de las dos cámaras, con la modalidad de que esta afecta únicamente a los que comparecen a un juicio, sin afectar esta resolución a terceros.
El fallo de la Suprema Corte no puede ser detenido ni estorbado por autoridad alguna, lo que importa son las leyes de los pueblos para asegurar a los tribunales la libertad para dictar sus sentencia. Sin embargo en esta autonomía más completa y absoluta se corre el riesgo de la posible injerencia de este poder en los otros, de ahí la importancia de que se establezcan claramente estas limitaciones a través de los diversos sistemas legales que tenga el Estado a su alcance.
Pero también es muy importante que este llamado tercer poder tenga independencia plena respecto a los otros dos, que no exista al contrario injerencia de estos en él, pues las resoluciones que pudieran tomar pudieran verse afectadas por intereses de algunos de los representantes de esos poderes. De ahí que las resoluciones que se tomen deben estar ajustada a lo que establece la ley, sin dejarse llevar por opiniones externas o la voluntad popular, pero sin desatenderla y para ello es importante que estos estén muy al pendiente en coordinación con los otros dos poderes, pero sin recibir nunca indicaciones unos de los otros, sin que se convierta un poder en el súbdito del otro.
Pero en muchas de las ocasiones hemos sido testigos como la voluntad de un poder infiere o pareciera que infiere en la resolución de otro, para dar salida política a algún asunto, o inclusive hemos sido testigos como un poder pareciera ordenar al otro que hacer en determinadas acciones violentándose el Estado de Derecho como actualmente vemos ocurre, donde la Ley se hace obligatoria para unos y para otros no, donde la ley sirve para hacer justicia con unos y con otros no, donde la ley protege a unos y a otros no, donde la ley se aplica solo para algunos y para otros no, lo que deja mucho que desear y cuando esta ley es aplicada para unos, la presión externa hace que se busque rectificar y encontrando vacios legales estos hacen que la ley en determinada etapa del procedimiento se diga que no fue bien aplicada y el sentido de una situación cambia dejando a aquella persona en absoluta libertad.
Esto es lo que hemos sido testigos, lo que vemos y escuchamos diariamente, donde cuantas veces sabemos que existen plantones, libertad al libre tránsito, tomas de oficinas, robos a empresas que se dedican a la distribución, saqueos a negocios, incendios de vehículos, lesiones tanto de policías como de manifestantes, y los responsables muchos de ellos no pisaron la cárcel, y los que la pisaron salieron libres luego de pagar fianzas o decir que la autoridad no integró adecuadamente la averiguación y se dictan ordenes de libertad inmediata.
En muchos casos parecen justas, en otros no, todo de acuerdo a la posición política en que nos encontremos. Lo cierto es que cada vez desconfiamos más de nuestras leyes, o de los encargados de elaborarlas y de quienes la aplican. Como es posible que cuando se quiere acabar con una persona todo el poder del Estado se haga presente y se le imputen faltas como el más peligroso de los delincuentes, y el peligroso sigue en completa libertad, cuantas veces el pecado del encarcelado fue el de liberar a un pueblo de la opresión cuando el Estado dejó de hacer su trabajo y de repente aparece tratando de arreglarlo todo, castigando a esas personas que lucharon por devolver la dignidad de los habitantes de un pueblo agotado de la inactividad de quien debió protegerlos y ahora si de la noche a la mañana viene a aplicar la ley, y ahora si con todo el rigor, desgraciadamente en algunos casos en contra de esos salvadores porque a esos si les consideran una amenaza al estar tranquilamente comiendo una pieza de pollo y los verdaderos delincuentes siguen trabajando en la impunidad y, lo más triste, amparados por los encargados de protegernos.
El poder del Estado deja mucho que desear, el ejercicio del poder debe realizarse con mucha cautela, con firmeza, pero sin incurrir en el atropello, a todos por igual, eso es lo que dice la ley, pero en la práctica ese ejercicio de poder se vuelve prepotente, con esa autoridad plenipotenciaria que le concede uno de los poderes, hace y deshace las vidas de sus habitantes a su antojo. Hemos sido testigos de casos idénticos, cuando unos se reunieron con quien no se tenían que reunir, pero solo unos son juzgados y los otros salieron libres y a otros ni se les tocó, es más ni se les investiga.
Con ese poder de monarca absoluto con el cual fue investido, hace que ahora quien los eligió, se arrodillen a sus pies. Ahora esos encargados de elaborar las leyes a quienes con algún argumento que nos pudiéramos imaginar se les convenció para que designaran al nuevo soberano so pena de castigo o amenazas como viene ocurriendo a lo largo y ancho del pueblo que a sus pies tienen que obedecerlo. O inclusive el tercer poder del cual hablábamos al inicio de este comentario el encargado de ejecutar la ley, ahora convertido en su brazo verdugo de quien se atreva a contradecir las ordenes de su Majestad.
Este es el panorama que vivimos y quienes hemos sido estudiosos del derecho vemos atónitos el sometimiento de dos poderes a uno, la famosa división de poderes que establece nuestra carta magna es ahora letra muerta. ¿Desde cuándo?, no lo sabemos, cada vez que un Soberano llega a gobernar este país, hace y deshace a su antojo, dictando leyes para beneficiarse con el argumento de que es lo mejor para todos, y con el paso de los años el que llega dice que no estaban bien hechas las cosas que el si las cambiará, esta es la triste historia de nuestro país que ve como todo se repite.
Un caso por demás sorprendente es el que recientemente ocurre en Zamora, cuando una loable labor iniciada hace muchos años por Rosa Verduzco llamada “Mamá Rosa”, quien a sus apenas 13 años de edad su preocupación fue el de dar protección y cariño a niños indigentes, recogiendo y adoptado y educando para una vida digna y productiva a varios miles de niños abandonados, su obra era todo un prodigio de caridad. “La gran familia” fue la denominación que se le dio a este proyecto, donde los niños además de leer y hacer cuentas se adiestraban en oficios prácticos, productivos y en actividades artísticas.
Por muchas generaciones mujeres y hombres fueron criados y enseñados aquí, aportar cobijo , alimentación y medicinas en épocas de inundaciones, ofrecer asesoría medica legal y psicológica a delincuentes, drogadictos, alcohólicos. En un documento publicado en diciembre del año 2000 por Enrique Krauze daba cuenta de ello. Niños abandonados, no deseados, hijos en muchos casos del pecado de curas deshonestos y mamás que los repudiaron, todos ellos fueron educados y enseñados. Así fue el testimonio por muchos años de quienes con el tiempo se convirtieron en hombres de bien. Por muchos años apoyada por la caridad colectiva e individual, por el propio Estado se dice, inclusive el propio expresidente Vicente Fox y su esposa estuvieron en contacto directo con esta señora y quien hasta el momento siguen brindando su respaldo.
¿En qué momento cambió su rumbo?, ¿en qué momento se desvirtuó su enseñanza? ¿Qué ocurrió en medio de tanta bondad que se nos decía giraba en torno a Mamá Rosa? ¿Por qué para un Estado no pasaba nada y ahora para este sí?, ¿qué ocurre en México?, ¿hasta dónde es verdad todo lo que se nos dijo y lo que ahora se dice?, ¿hasta dónde es mentira?, o es que como en muchos casos sucede, ¿Ahora al Estado ya no le servía? ¿Cuál es la verdad? Sin lugar a dudar con el actuar de nuestros gobernantes cada vez los mexicanos somos más escépticos y dejamos de creer en todo lo que nos dicen, otros hacemos juicios de acuerdo a lo que se nos dice pero la verdad solo unos cuantos la saben.
De esto trata la ciencia política, las relaciones de las reformas constitucionales como un dispositivo institucional mediante el cual los factores de poder pueden imponer una determinada política, o incluso, los fundamentos ideológicos del Estado, para situarlos dentro de una norma o grupo de estas llamada Constitución, lo cual supone una súper protección, según la dogmática neoconstitucional que estudia los estados democráticos del Derecho, el poder del Estado, ¿hace cortinas de humo?…hasta aquí mi comentario, mi correo electrónico [email protected] o sígueme en facebook en Sebastián Pastrana Ferreira y en twitter como sebastianpastr3.