19 abril, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Comentando la Noticia: Asombro, Incredulidad… Se va el Papa

Imposible sería no hablar de la noticia, no de la semana, quizás la más importante de los últimos años, si la renuncia del Papa Benedicto XVI, un hecho sin precedentes en la historia de nuestro planeta que nos remonta hace cerca de 600 años. cuando las condiciones eran muy distintas y los representantes de la Iglesia eran perseguidos constantemente.

El mundo se sorprendió con el anuncio de su renuncia el pasado lunes 11 de febrero, cuando, al dar lectura a un documento, señalaba que a partir del próximo 28 de febrero, la próxima semana, el Santo Padre renunciaba a su papado, parecería para muchos una broma o una película más, pero, desgraciadamente no lo era así; “por falta de fuerza”, decía, en un discurso pronunciado en latín en El Vaticano ante numerosos cardenales. “Os he convocado a este Consistorio, no sólo para las tres causas de canonización, sino también para comunicaros una decisión de gran importancia para la vida de la Iglesia”, anuncio el Papa en latín.

“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino”, reconoció.

El único pontífice que había renunciado en la historia fue el monje Celestino V en el siglo XIII. Antes de ser designado pontífice, había vivido como un ermitaño y no se sentía preparado para asumir la máxima responsabilidad de la Iglesia.

Benedicto XVI, de 85 años, que en los últimos meses se ha visto más delgado, padece desde hace años de problemas cardíacos, razón por la cual no puede viajar a ciudades particularmente altas y había disminuido su apretada agenda de trabajo y compromisos públicos. La renuncia inesperada del Papa, que reinó casi ocho años y sucedió al carismático Juan Pablo II, generó reacciones en todo el mundo e inclusive dentro de la Iglesia.

Luego de su renuncia ya comienzan a explicarnos el procedimiento, un procedimiento que seguíamos en medio todavía del dolor de ver cómo un Papa fallecía y los Cardenales, aún con el luto, se ven obligados a designar a su sucesor, ahora la historia será otra, el Papa con vida se retirará a un Monasterio y permanecerá ajeno a este procedimiento que bien pudiera darse para la Semana Santa (del 24 de marzo al 1 de abril), donde seguramente tendremos un nuevo Papa.

Muchos señalan que el Papa, cansado, tomaba esta decisión con valentía, consciente de lo que estaba realizando, sin presión, pues su edad ya no le permitía realizar las labores propias de su investidura, un verdadero acto de conciencia.

Sin embargo, como en este tipo de situaciones cualquier renuncia trae siempre muchas dudas y la verdad en muchas ocasiones no la llegamos a conocer. Quienes hemos tenido alguna vez dejar algún cargo, generalmente argumentamos que es por cuestiones familiares, de trabajo, de salud, en el caso que nos ocupa esta versión es creíble dada la condición física de Benedicto XVI, pero muchas de las ocasiones estas renuncias vienen acompañadas por diversas presiones que más adelante podremos analizar.

En caso de que sea la situación efectivamente de su salud, una interrogante que nos hacemos, ¿por qué se elige a una persona de edad avanzada para un cargo tan importante, tan relevante a nivel mundial, con una carga muy pesada de trabajo, con una gran responsabilidad?

Llegó a su papado hace casi ocho años, es decir, a la edad de 78 años. No se duda de su capacidad, pero sí que el tiempo iba a hacer rápidamente estragos en su salud y ahora aquí está el resultado.

Seguramente si los Cardenales, a la hora de reunirse para elegir al nuevo sucesor de Pedro, deberán de tomar muy en cuenta esta situación si no se quiere que la historia se vuelva a repetir y evitar la crisis y suspicacias que esto despierta actualmente, en un mundo donde cada día son más los católicos que emigran a otras religiones debido a diversas circunstancias y donde es necesario crear una verdadera certeza de que las cosas se encuentran bien.

Algunos de los problemas en el Vaticano que se conocen y que se hicieron públicos son los siguientes:

• Los primeros documentos que se filtraron, y causaron gran revuelo fueron las cartas escritas por el entonces número dos del Governatorato y actual nuncio en Estados Unidos, Carlo María Viganó, al Papa y al mismo Bertone.

• En estas misivas, Viganó -que intentó sanear un sistema de licitaciones de lo más turbio en el seno del Vaticano- denunciaba “situaciones de corrupción y prevaricación” y campañas de difamación en su contra.

• Luego apareció un memo anónimo sobre una nueva ley del Vaticano contra el lavado de dinero, que sugería que ésta no sería retroactiva.

• Más tarde se hicieron públicos documentos que denunciaban que el IOR (Istituto per le Opere Religiose, también llamado “Banco del Vaticano”), transfirió recientemente millones de euros a bancos extranjeros para evitar controles de parte de las autoridades italianas.

• Después dio la vuelta al mundo la carta anónima “estrictamente confidencial” enviada al Papa que hablaba de un supuesto complot en su contra. La epístola (que le hizo llegar el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos a Benedicto XVI en enero) saca a la luz inquietantes declaraciones que habría hecho en un misterioso viaje a China el cardenal italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo (Sicilia). Este no sólo habría dicho que “el Papa morirá en 12 meses”, sino que habría hablado de una relación conflictiva entre Benedicto XVI y Bertone. Además, habría revelado que el Papa estaría trabajando para su sucesión, dejando al ex patriarca de Venecia y actual arzobispo de Milán, el cardenal Angelo Scola, como su candidato al trono de Pedro.

• También aparecieron dos memos, uno escrito por el cardenal Attilio Nicora, que encabeza una nueva Autoridad de Información Financiera del Vaticano, que cuestionaban recientes enmiendas a la ley antilavado.

• Hubo otros “leaks”. El último fue hace unos días, cuando el diario de izquierda Il Fatto Quotidiano publicó otras dos cartas reservadas. La primera es la que Bertone le envió en marzo de 2011 al cardenal Dionigi Tettamanzi, ex arzobispo de Milán y papable en el cónclave de 2005, ordenándole, en nombre del Papa, que dejara su cargo de presidente del Istituto Giuseppe Toniolo. El Istituto Toniolo es uno de los mayores centros del poder del Vaticano, que controla el famoso hospital Gemelli de esta capital, la Universidad Católica y la editorial Vita, entre otros inmuebles. La segunda carta es la que Tettamanzi, indignado, le envió al Papa, preguntándole si la directiva de Bertone era realmente su voluntad. Más tarde Tettamanzi logró reunirse con el Papa, que anuló la orden de su “primer ministro”.

“Estas cartas reflejan una situación inédita en el vértice de la Iglesia. El secretario de Estado usurpa cada vez más a menudo los poderes del Santo Padre y actúa con un estilo de jefe de empresa. Por otro lado, los cardenales más competentes, como Tettamanzi, y los monseñores más orgullosos, como Carlo Maria Viganó, se rebelan a los dictados de Bertone”, escribió Marco Lillo, periodista de Il Fatto Quotidiano. “El resultado es un gobierno esquizofrénico que oscila entre autarquía y anarquía. Mientras Benedicto XVI se aísla en sus estudios y en la escritura de libros, a sus espaldas arrecia una lucha de poder sin exclusión de golpes que daña la autoridad moral de la Iglesia dentro y fuera de los muros vaticanos”, agregó. Este es el entorno que rodea la renuncia de Benedicto XVI, quien a pesar de su enorme representación, pareciera que estaba más solo que nadie. En el cónclave para la elección del Papa participarán 120 cardenales del Colegio Cardenalicio vaticano. El cónclave se reúne habitualmente en la Capilla Sixtina dentro del complejo vaticano y empieza unos quince días después de producirse la vacante, aunque el Colegio Cardenalicio puede establecer otra fecha, que no debe exceder los veinte días… hasta aquí mi comentario, mi correo electrónico licsebpastrana@yahoo.com o sígueme en facebook en Sebastián Pastrana Ferreira y en twitter como sebastianpastr3.