Mucho dinero, mucho esfuerzo, mucho sacrificio costó a Tacámbaro y sus habitantes ver en orden su plaza, sus mercados, la vía pública. Un aspecto de limpieza luego de muchos años se podía sentir en nuestra ciudad en el año 1994 cuando fuera reubicado el comercio informal o denominado ambulante. Además, con el incendio del Mercado José Ma. Morelos en medio de la desgracia que representó, pudimos ser testigos de la construcción de uno nuevo, con más orden y limpio, una nueva cara para Tacámbaro.
La rehabilitación del centro histórico era digna de presumir, nuestro municipio le puso la muestra a muchas ciudades del estado, convirtiéndolo en uno de los primeros en ordenarlo.Fundamental sin duda fue el esfuerzo además de las autoridades, de los propios comerciantes que con mucho miedo se reubicaron en lo que se conoce ahora como el Mercado de Antojitos Marcos A. Jiménez. A más de 18 años hemos visto cómo la complacencia de las autoridades municipales, falta de oportunidades para los comerciantes y obviamente el chantaje de algunos de ellos, hacen que poco a poco se vuelven a adueñar del espacio que es de todos y no solo de algunos. Recuerda usted cómo la calle artículo 123 quedó completamente vacía y cómo poco a poco se fueron adueñando de esta. Hoy tenemos un enorme mercado en esta arteria de la ciudad cerrada al tráfico para el tránsito peatonal y por el número de comercios informales, de difícil circulación. Con asombro pude leer la noticia donde señalaban que tomarían la Presidencia Municipal los comerciantes ambulantes, quienes pretenden, en base a la manipulación y chantaje, violentar la ley. Y es que desde siempre saben estos perfectamente cómo debe realizarse su trabajo; recuerdo cuando tuve la oportunidad de participar en la administración municipal en el año 1996 a 1998. Constantemente la actitud de sus líderes dejaba mucho que desear. Constantemente acudían a manifestarse sin razón alguna, porque se les aplicaba la ley y estos no la aceptaban, a pesar de ello se les informaba lo que decía esta; sin embargo persistían en su actitud, pero con la aplicación de esta se evitaba fueran apoderándose de espacios que son de todos, vuelvo a señalarlo, y también con el paso del tiempo, esto le tomaron la medida a la autoridad, aun a sabiendas de lo que se puede y no se puede. Con esta forma de presionar, con esta actitud, esto se convirtió en la forma de ganar espacios en la vía pública y aduciendo al derecho a ejercer y dedicarse a una actividad lícita, se fueron apoderando del centro. Basta observar el abuso que estos realizan cuando se les da la oportunidad de realizar su actividad por una tarde y con puestos ambulantes, tal es el caso de lo ocurrido el pasado 16 de septiembre del año pasado cuando se les otorgó una pequeña complacencia, en respuesta se apoderaron de la plaza Benito Juárez con grandes puestos, con luz eléctrica, tanques de gas y verdaderos negocios.
Legítimo sin duda es el derecho que les asiste para dedicarse a ejercer el comercio, pero también deben realizarlo en los términos que la ley lo permita. Señalaban que luego de llevar a cabo una reunión los comerciantes ambulantes acordaron que saldrán a vender sus mercancías de manera normal en los lugares que por años han estado ocupando (ilegalmente) y si son objeto de alguna agresión (léase aplicación de la ley) de parte de la autoridad municipal no contestarán ni opondrán resistencia a que recojan sus productos, pero sí pondrán la denuncia correspondiente ante el Ministerio Público.
Dura prueba de fuego tendrá la autoridad; sin embargo, no tendrán porque preocuparse, pues se trata únicamente de hacer cumplir la ley y, si como autoridad no la hacen cumplir, definitivamente me preguntaría yo, entonces para qué están al frente del gobierno si son incapaces de resolver una situación como esta. Ahí es donde debemos de ver cómo dentro del marco legal, sin violentar los derechos, pero sí en forma enérgica, la autoridad municipal debe hacer valer sus reglamentos. Desgraciadamente, en todo problema social, e inmersos en un proceso electoral, los partidos políticos y organizaciones comenzarán a aprovecharse de esto, con fines eminentemente políticos, tal es el caso del anuncio que se hiciera, donde ya una organización del PRD manifestó su apoyo, aún en contra de lo que dice la ley, y me atrevo a afirmar que en pleno desconocimiento de esta, lo importante es llevar agua a su molino (votos). Dentro de sus argumentos manifiestan tener un legítimo derecho, así lo dice el artículo 5 y 9 de la Constitución.
Pero, ¿qué dice el artículo 5 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos? “ARTICULO 5o.- A NINGUNA PERSONA PODRA IMPEDIRSE QUE SE DEDIQUE A LA PROFESION, INDUSTRIA, COMERCIO O TRABAJO QUE LE ACOMODE, SIENDO LICITOS. EL EJERCICIO DE ESTA LIBERTAD SOLO PODRA VEDARSE POR DETERMINACION JUDICIAL, CUANDO SE ATAQUEN LOS DERECHOS DE TERCERO, O POR RESOLUCION GUBERNATIVA, DICTADA EN LOS TERMINOS QUE MARQUE LA LEY, CUANDO SE OFENDAN LOS DERECHOS DE LA SOCIEDAD. NADIE PUEDE SER PRIVADO DEL PRODUCTO DE SU TRABAJO, SINO POR RESOLUCION JUDICIAL…” o lo que es lo mismo, se puede ejercer la profesión o comercio libremente, pero cuando no se ataquen los derechos de TERCEROS, mis derechos, los suyos. Cuando se ofendan los derechos de la sociedad. El artículo 9 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que invocan, señala: “ARTICULO 9o.- NO SE PODRA COARTAR EL DERECHO DE ASOCIARSE O REUNIRSE PACIFICAMENTE CON CUALQUIER OBJETO LICITO; PERO SOLAMENTE LOS CIUDADANOS DE LA REPUBLICA PODRAN HACERLO PARA TOMAR PARTE EN LOS ASUNTOS POLITICOS DEL PAIS. NINGUNA REUNION ARMADA TIENE DERECHO DE DELIBERAR. NO SE CONSIDERARA ILEGAL, Y NO PODRA SER DISUELTA UNA ASAMBLEA O REUNION QUE TENGA POR OBJETO HACER UNA PETICION O PRESENTAR UNA PROTESTA POR ALGUN ACTO A UNA AUTORIDAD, SI NO SE PROFIEREN INJURIAS CONTRA ESTA, NI SE HICIERE USO DE VIOLENCIAS O AMENAZAS PARA INTIMIDARLA U OBLIGARLA A RESOLVER EN EL SENTIDO QUE SE DESEE”. Está claro que es un derecho sin ninguna discusión y la autoridad, si aplica la ley en base a lo que ahí se señala, ninguna necesidad tendrá de violentar este derecho.
En síntesis, la lectura sobre todo del artículo 5 Constitucional, se hace solamente hasta donde conviene a los comerciantes informales y así poder interpretarla de acuerdo a sus intereses, cuando muchos de estos son personas que no pagan impuestos y sin observar las normas mínimas de higiene en la mayoría de los casos, además de hacerlo en espacios que son de todos, no de ellos solamente y donde muchos para desempeñar nuestra actividad tenemos que pagar rentas y servicios y ellos tranquilamente exigen sin importarles en lo mas mínimo cumplir con sus obligaciones.
Pues esta es la problemática, lo demás que se ha dicho o no se ha dicho, simple y sencillamente puedo asegurar que son las tácticas que algunos comerciantes ambulantes han venido realizando desde hace ya muchos años. Prácticas de chantaje y presión para ganar espacios que, como arriba lo señalé, son de todos y no solo de unos cuantos y que la autoridad municipal es la encargada de cuidar. Esperemos que se haga valer la ley y no se caiga en contemplaciones que les permitan con el tiempo apoderarse de más de nuestra ciudad que son suyas y mías y no de unos, como ocurrió con la calle Artículo 123 y donde la autoridad tiene toda la atribución legal para quitarlos y estos y los ambulantes todo el derecho a trabajar, pero donde la ley les permite y no donde les plazca; imagínese, entonces, qué fácil sería para todos, en mi caso, poner un escritorio en plena plaza, me evito pagar una renta y ahí atiendo mis asuntos.
Finalmente, si ha habido excesos o dimes y diretes, es urgente como ellos lo señalan, entablar pláticas con la autoridad, asentarlas por escrito, pero no negociar, la ley no debe ser negociable. La ley o se respeta o no se respeta, pero no se puede estirar al capricho e intereses de unos, eso debe de dejarlo muy en claro nuestra autoridad, se deben buscar alternativas sin lugar a dudas, pero sin violar la ley. Hasta aquí mi comentario; mi correo electrónico [email protected] o sígueme en facebook en Sebastián Pastrana Ferreira.