Con Vasco de Quiroga nació la idea primigenia de la educación como una base de importancia mayúscula, razón por la cual perseveró en la fundación del Colegio de Michoacán, estableció Oriel Gómez Mendoza, orador oficial en el acto por el CDXLIX aniversario luctuoso del humanista, celebrado en la plaza que lleva su nombre en este municipio.
Con la presencia del rector de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Salvador Jara Guerrero, el secretario de Educación estatal, Jesús Sierra Arias, así como las autoridades municipales encabezadas por la alcaldesa Salma Karrum Cervantes, Gómez Mendoza, director de la facultad de Historia de la UMSNH, dijo que “el gran logro de Vasco de Quiroga, antes de ser ungido como obispo, fue defender la noción de indio como súbdito, lo que en ese orden social significaba contraer obligaciones, pero también derechos”.Hizo notar que “muchos discursos y oraciones se han hecho a propósito del licenciado Vasco de Quiroga, en las cuales se le alude como defensor de derechos humanos, luchador social, defensor de los indígenas y justiciero. Sin embargo, agregó: “la mayoría de estas ideas eran inexistentes en esa época: por ejemplo, la denominación correcta-jurídicamente hablando- para los naturales de estas tierras era indio; el término indígena sería configurado ya en el siglo X1X”.
El historiador señaló que desde la perspectiva de Quiroga la personalidad jurídica del indio debería tener un carácter distinto al que le conferían los conquistadores: “para comenzar, una encomienda no era una sujeción señor-vasallo o esclavo, sino una retribución no heredable, que la Corona otorgaba al conquistador con la encomienda (de ahí su nombre) de convertir a los naturales a la fe cristiana”.
Antes que humanista, Vasco de Quiroga fue un “piadoso cristiano”. Su apuesta, dijo el académico, “era que el indio, congregado y organizado, era más fácil de convertir y mantener en la fe católica que si se encontraba disperso; ocupado en el ejercicio de los oficios productivos, distribuyendo los frutos de su trabajo, organizado como una comunidad”.
Indicó que muchos de los postulados del siglo XVI merecen hoy día una reflexión profunda (….) “hoy debemos preguntarnos nuevamente qué es la equidad, la justicia, qué es dar a cada quien lo que es de cada quien, cómo funcionan nuestras leyes, en qué consiste el orden social y cuál es el papel de la formación de seres con valores humanos, en un escenario que a veces parece dominado por la barbarie”.