Al recibir las becas que entregó en días pasados la administración 2012- 2015l al frente de Noé Octavio Aburto Inclán, Presidente Municipal de Tacámbaro, y de su esposa, la Presidenta del Desarrollo Integral para la Familia DIF diferente, María Elena Valdovinos Madrigal, los beneficiarios de este apoyo se mostraron agradecidos, ya que los mismos traerán bienestar a sus familiares que cursan con alguna enfermedad, en su mayoría desde el nacimiento.
Antonia Sereno vive en la colonia solidaridad, en la periferia del municipio, se muestra agradecida por el apoyo económico que recibió de manos del Presidente Municipal de Tacámbaro: “mi hijo se llama Aldo, desde su nacimiento se le detectó autismo, ha sido difícil encontrar una terapia de rehabilitación para mi hijo, él requiere de cuidados especiales y estoy agradecida con la Presidenta del DIF, porque con este apoyo podremos comprar pañales para Aldo, además de visitar al especialista, ya que él requiere de la atención periódica de un neurólogo”.Elvira Aguilar Mejía vive a unos metros no muy lejanos de la casa de Antonia, también es una mamá especial, para ella contar con Ricardo ha sido una bendición, la pequeña casa donde duermen seis personas alberga al joven con malformaciones congénitas, hecho que le impide caminar, hablar y poder comer solo; la señora Elvira, quien padece diabetes y recientemente fue operada de pie diabético, comenta: “Rica me entiende lo que le digo, yo también entiendo lo que él necesita, sin palabras entre nosotros conozco sus gustos, le gusta mucho la música, la televisión y salir a pasear, pero me cuesta trabajo cargarlo, pues no contamos con silla de ruedas, yo quiero con esta beca poder llevar a mi muchacho a que lo revise un especialista que identifique cómo poder ayudarlo, además él necesita pañales y esto es una ayuda”. Ricardo no puede comer alimentos sólidos, su alimentación está basada en licuados de frutas y verduras, principalmente.
Al norte de la cabecera municipal, en una zona donde la principal actividad económica es la fabricación de tabique rojo, vive Michelle, una preciosa niña de 11 años, quien ha cumplido con los requerimientos escolares de acudir al jardín de niños y ahora a la escuela, está a punto de ingresar a la Secundaria, todo en ella tiene una vida casi normal. Yolanda Sereno, mamá de Michelle, nos explica: “Michelle nació con una malformación llamada mielomeningocele y necesita trasladarse en silla de ruedas, los accesos no son muy buenos en esta colonia, pero estamos echándole ganas en su rehabilitación, no ha sido sencillo pero mantenemos viva la esperanza de ver a nuestra hija mejor”; son muchas las necesidades médicas de Michelle, desde un equipo multidisciplinario de médicos, hasta terapias de rehabilitación que mejoren su calidad de vida.
Tres historias diferentes, tres madres de familia con hijos diferentes en sus padecimientos, algo en común: la discapacidad.
En el presente no existe un censo que arroje la cantidad de personas con discapacidad en el municipio, quizá un dato que podría iluminar es que Michoacán es el tercer estado del país con el mayor número de personas con discapacidad, hecho que en el presente ha permitido encontrar un nuevo sentido de miles de familias con la apertura del centro de rehabilitación infantil teletón en Michoacán.
En el municipio una cantidad importante de niños acuden a sus terapias a alguno de los CRIT del país, por ello la administración 2012- 2015 se involucra en sus tratamientos apoyando con viáticos a sus familiares, para que estos niños sean transportados a las terapias que les traerán progreso.
El trabajo no acaba ahí, los gobiernos deben involucrarse más en estos apoyos, es una realidad que tener un hijo especial es costoso si lo vemos desde el ámbito económico, pero también es cierto que es gratificante observar sus primeros pasos, no importa si lo hacen a los tres, a los seis o a los doce años, la emoción es la misma, de ahí la importancia en que sea la sociedad quien dé sus primeros pasos a una cultura de la discapacidad, al respeto a los derechos humanos de estos seres, que no vienen para estar ocultos detrás de una puerta, sino para ser incluidos en todos los sectores.
Para que cada día se abran más espacios para ellos y a luchar por más y mejores centros de atención educativos, la lucha no es fácil, como tampoco lo es el verlos hacer nuevas cosas, pero vale la pena el intento, en este Ayuntamiento se lucha por crear la Unidad Básica de Rehabilitación, espacio que estaría destinado a que los niños y jóvenes con discapacidad reciban tratamientos que mejoren su calidad de vida, las acciones son a largo plazo para el beneficio de los que ahora existen, pero también de los que vendrán, mientras tengamos más espacios y estemos más preparados en esa cultura de la discapacidad, estaremos abriendo puertas y quitando obstáculos a sus condiciones, el reto es de todos, sin importar en donde vivamos o nuestra condición social, porque para luchar por los niños con discapacidad se requieren un par de manos y un corazón dispuesto para apoyar.