Como mexicano no sé si sentirme frustrado o avergonzado de nuestro sistema de justicia, por el desenlace del caso de la francesa Florence Cassez. Debo decir que no soy abogado; y que en efecto, como muchos ciudadanos de a pie, quizás no tenga los elementos técnicos para analizar de forma más académica este episodio, por tanto, mi opinión está sustentada preponderantemente en juicios teórico-políticos, porque a resumidas cuentas, la política es la única herramienta con que contamos los mexicanos para verter una opinión.
Este asunto, aunque el gobierno mexicano se empeñe en negarlo, puso en jaque las relaciones diplomáticas entre México y Francia y logró descobijar los genitales de nuestro sistema de justicia.Quizás los momentos más álgidos de esta crisis diplomática fue en el 2011, cuando México retiró la celebración del “Día de México en Francia”, porque el entonces presidente Nicolás Sarkozy decide dedicar el día 14 de febrero a Florence Cassez, esto como protesta porque el 10 de febrero del mismo año la SCJN había rechazado un recurso de amparo promovido por abogados de la francesa y ratificaban la sentencia de 60 años de prisión.
Pero el 18 de abril del 2010, por la presión de Francia, la fiscalía reconoce que la operación del 9 de diciembre del 2005, donde detienen a Florence Cassez junto al líder de la banda “los zodiaco (su novio), fue un montaje realizado por la AFI para las cámaras, toda vez que la detención se había realizado un día antes y habían permanecido 24 hrs prácticamente secuestrados por la policía sin dar a conocer su situación legal, negándole su derecho constitucional de contar con asistencia consular y un abogado defensor.
Este elemento fue el arma con que el gobierno francés logró que recularan los abogados de la nación y dictaminaran a favor de la francesa.
Precisamente por este maloliente caso, Pablo Reinah, ex reportero de Televisa, fue despedido después de admitir que la televisora y la AFI, al mando de Genaro García Luna, acordaron un montaje para simular la detención en vivo de la francesa y mediante esta maniobra engañar a reporteros y a la opinión pública nacional e internacional, pero este hecho fue descubierto y no les quedó más remedio que aceptar la farsa.
La ministra Olga Sánchez Cordero dio a conocer que el fallo mediante el cual liberan a la francesa no significa que sea inocente: “lo que se revisó fue el proceso en el que fue sometida durante su detención”, pero ¿si no es inocente por qué la liberaron? ¿Y si no son los tribunales, entonces quién determina su culpabilidad? O sea que ni es culpable ni es inocente, sino todo lo contrario; pero no es todo; la ministra agrega que las víctimas de la “banda del zodiaco”, a la que pertenecía Cassez, “tienen derecho a la verdad, a la justicia y a la reparación del daño” y los mexicanos nos preguntamos ¿quién hará justicia si los órganos encargados de impartirla liberan a quien sus víctimas han reconocido como su verdugo?
Si bien se le pudo haber violado algún derecho durante su detención, creo que eso no debiera ser un elemento que determine el grado de culpabilidad de esta delincuente, ¿acaso ella no violó los derechos de las víctimas? Nada más imagínese la impotencia que habrán de sentir los familiares de secuestrados y asesinados al ver que los abogados de México determinan ponerse del lado del delincuente y, para colmo, extranjera.
Recordemos que EPN hizo una visita durante el mes de octubre del 2012 a Francia y uno de los temas abordado en la agenda de ambos presidentes fue precisamente el caso de la francesa detenida. Peña Nieto demostró estar muy bien informado del caso, tanto que después de la explicación el presidente francés le felicito por su respuesta.
Quisiera no pensarlo, pero mi percepción y la de muchos ciudadanos es que en esta visita de Peña Nieto a Francia se acordó la liberación de Cassez, con el propósito de distender las relaciones diplomáticas que, por la “chamacada” del gobierno calderonista, se vieron muy afectadas, además de evidenciar los niveles de corrupción e inmoralidad que permean en los órganos encargados de impartir la justicia en nuestro país.
Por el ángulo que se quiera ver, el único perjudicado con este episodio fue México. Si Florence Cassez es inocente ¿cómo es que primero fue sentenciada a 95 años y luego a 60? Injustos fueron, por tanto, los 7 años que duró en cautiverio. Pero si es culpable no se vale, si fuera el caso, que por una decisión política, el gobierno lacere tan impunemente el derecho constitucional que tienen las victimas a que también se les haga justicia, en todo caso también Genaro García Luna debió ser llamado a cuentas por haber fraguado la farsa, porque en el fondo este fue el argumento de peso para que la defensa lograra su liberación.
Mire nada más lo que pasó: por un exceso de la policía relacionado básicamente con un engaño social en cuanto a tiempo, modo, lugar y derechos de la detenida, quedó anulada su responsabilidad y fue liberada; pero tampoco se abrió una investigación para esclarecer este delito y fincar responsabilidades, si es que las hubo, de quienes la detuvieron.
Es decir, todos los probables delincuentes involucrados en esta trama están libres, esto es lo que se llama impunidad absoluta.
Toda la parafernalia exhibida durante su traslado de la cárcel al aeropuerto fue un exceso; el operativo de seguridad desplegado parecía más bien de un importante funcionario que de una ex convicta recién liberada, nada que ver con aquellos mexicanos que por un error pasan años en cautiverio y en el mejor de los casos, con un “disculpe usted” los echan a la calle, cargando sus paupérrimas pertenencias en cajas de jabón.
Para colmo resulta que Cassez es recibida como heroína en su país por el mismo presidente galo y se la pasa dando entrevistas a medios nacionales y extranjeros como si fuera una celebridad de la farándula hollywoodense; quedó pendiente que le cantaran el himno nacional o decreten construirle una estatua.
Ya para cerrar la pinza en este entramado de engaños e injusticias, nada más les falta convertir a una secuestradora en Top Model y encarcelar a las víctimas por difamar a una francesita inocente, guapa y sexy. La verdad ya no estoy tan seguro si El Peje se equivocó cuando mandó al diablo las instituciones. Mal inicio de la administración peñanietista.