Los artesanos de la región lacustre siguen siendo presas del intermediarismo que provoca que sus ingresos se vean castigados sistemáticamente, denunciaron productores de artículos elaborados a base de chuspata.
Un grupo de artesanos de la ribera del lago de Pátzcuaro indicó que cada vez es más redituable dedicarse a la compra-venta de artesanías que a producirlas. “Muchos de nuestros compañeros ya mejor han dejado el trabajo de hacer artesanías pues ya no es negocio”, sostuvo Tomás Flores, artesano de la comunidad de Ihuatzio.En lugares como el templo de la Basílica del Centro Histórico de Pátzcuaro se encuentran artesanías que valen hasta un 400 por ciento más respecto a como las venden los productores a los coyotes, “quienes llegan a las comunidades y nos compran a como les da la gana, ya que saben que tenemos la necesidad de vender”, aseguró un productor de artesanías hechas a base de fibras vegetales.
“Desde tiempos inmemoriales, los artesanos de la región lacustre de Pátzcuaro elaboran objetos diversos con tule y chuspata. En un principio producían únicamente petates, cuyo uso sigue siendo común entre los indígenas. En la actualidad, artesanos de las comunidades de Ichupio, Puácuaro, San Jerónimo, Ihuatzio, entre otras, elaboran cestos, bolsos, manteles, tortilleros, tapetes, muebles rústicos, y figuras diversas de aves y personajes, que representan imágenes cotidianas tomadas de su entorno inmediato y común”, según información tomada de un portal de Internet dedicado al turismo de la región.
Tales productos son fabricados generalmente en talleres familiares con materiales que obtienen directamente de las orillas de los lagos, principalmente del de Pátzcuaro. Estos objetos de gran creatividad y variedad se comercializan en ferias y tianguis artesanales tanto en Michoacán como en el resto del país.
La elaboración de este tipo de artesanías, conlleva un arduo trabajo, según los propios artesanos consultados, “por lo que no es justo que nos paguen una miseria por lo que hacemos”, consideraron.
Y lamentaron que hasta en la propias ferias artesanales que organizan las autoridades “se les dé espacios a quienes no son productores, sino a gente que solamente comercializa las piezas”.
Así las cosas, comentaron, muchos artesanos ya mejor prefieren comercializar que producir artículos artesanales, “porque deja más dinero, sin que el gobierno haga algo para tratar de apoyar a quienes vivimos de hacer artesanías”. En ese sentido, desde hace tiempo están solicitando que las autoridades los apoyen para realizar la Feria de la Chuspata, sin que hasta el momento se haya tenido una respuesta.