El gobierno del estado, a través de la Secretaría de Cultura, dio a conocer en su página de Internet que el artesano patzcuarense Mario Agustín Gaspar Rodríguez fue uno de los ganadores del Premio Estatal de la Artes Eréndira 2015.
“Por su labor de estudio, preservación y dominio de disciplinas artesanales originarias de Michoacán, con una visión integral y sustentable, y con una sólida obra de proyección internacional”, es que Gaspar Rodríguez se hizo acreedor a dicho premio que le será entregado durante una ceremonia presidida por el gobernador del estado en el próximo mes de octubre.Mario Agustín Gaspar es un artesano conocido por su trabajo en maque, una laca prehispánica, y sus esculturas de pasta de caña. Sus obras pueden ser encontradas en colecciones dentro y fuera de México, incluyendo el Vaticano. Ha conseguido diversos reconocimientos a través de su carrera.
Los trabajos de maque del artista comienzan con piezas de madera trabajada por otros artesanos, usualmente de Alnus jorullensis o Tilia mexicana, ambos son bajos en resinas y absorben el maque mejor. Antes de que el proceso comience, la pieza es puesta a secar a través de luz y sombra, logrando que las piezas no se tuerzan o rompan. Después son tratadas con arena y reparadas con yeso. La laca y el decorado son procesos intrincados y requieren paciencia.
“Como artesano prefiere el diseño tradicional para sus piezas pero también hace trabajos personalizados por pedido. La mayoría de sus trabajos de laca son recipientes, platos hondos llamados “bateas” y otros objetos relativamente planos. Las piezas más grandes pueden llevar hasta tres años para completarse y costar hasta 50 mil pesos”, de acuerdo con datos de la biografía Gaspar.
“Gaspar y su esposa también son conocidos por su trabajo en pasta de caña, la creación de esculturas y figuras hechas de masa a base de maíz molido, nopal y bulbos de orquídeas. Esta artesanía fue usada originalmente para crear figuras de dioses prehispánicos y en la época colonial, fue adaptada para la creación de imágenes cristianas debido a su ligereza”.
Las piezas del artesano patzcuarense pueden ser encontradas en colecciones tanto en México como en otros países. El Fomento Cultural Banamex lo nombró como el “Gran Maestro” en 2001, y en 2010 recibió el premio de Vasco de Quiroga de la ciudad de Pátzcuaro. Este municipio también lo reconoció por su trabajo hecho para el Vaticano.