30 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

ARENA SUELTA. URGE UNA DIETA DIGITAL…

La dependencia digital se encuentra en un máximo histórico, lo que no es difícil de confirmar cada que caminamos por las calles de cualquier ciudad. Hoy por ejemplo mientras manejaba hasta mi oficina por poco arrollo a un joven que escuchaba música en sus audífonos, y aunque pudiera parecer exagerado, el ruido de sus auriculares se escuchaba hasta el interior del auto, el joven no volteó a los lados para ver quién venía, ni siquiera veía al suelo para ver dónde pisaba, solo caminaba medio recto y en zigzag, hay altas posibilidades de que no hubiera podido frenar a tiempo, si como conductor también hubiera estado en el celular, o con algún distractor que no me permitiera estar atento a mi frente y mi alrededor.

Existe un sin número de videos en las redes, en las que por ir metidos en el teléfono, la tableta o algún objeto electrónico, los usuarios se han estampado contra casi cualquier objeto, pues el poste no se pudo quitar del lugar, ni el cable de su sitio mientras el hombre o la mujer se encontraban siendo presas de la tecnología y sus multiusos.

Aunque mucho se sabe del gran distractor que es un celular en plena función, deben tomarse en cuenta las consecuencias en la salud del uso excesivo del mismo, y de esa manera evitar desde la exposición de luz en las pantallas, hasta la moderación horaria, con el propósito de evitar malestares leves o fuertes  en ojos o huesos, dificultad para conciliar el sueño, ansiedad o estrés.

Medir el uso de la tecnología es además de una propuesta seria de prevención en materia de salud personal y pública, un respiro para el medio ambiente. Pues para nadie es ajeno que cada que se enciende una computadora, siempre que se navega en la red o incluso cuando se reproduce una película, se envía un correo electrónico o cualquier otra transferencia digital, estamos consumiendo energía y el tráfico cibernético genera procesos que tienen impacto directo en el medio ambiente.

Con el conocimiento de las consecuencias del uso indiscriminado de artefactos eléctricos, solo se puede pedir conciencia, para sí como sujetos, y para el medio ambiente, pues lo que realizamos en línea tiene impacto en la realidad y aunque se habla de una nube libre, la realidad es que la transferencia de datos a través del aire, se basa en recursos físicos, como cables, centros de datos y máquinas de transmisión, entre otras herramientas, que generan un calentamiento, que a pesar de sistemas de enfriamiento siguen afectando de una manera sumamente considerable la temperatura del planeta.

Hacer uso únicamente de lo estrictamente necesario de la tecnología podría parecer una acción muy pequeña, pero que, en masa,  representaría un gran esfuerzo por la conservación de los elementos vitales que nos rodean.

Las preocupaciones mundiales, respecto al medio ambiente, entre las que destacan la sequía de lagos, ríos o arroyos, la desaparición de especies animales o los desastres naturales, no están desligados en sus causas al desatado uso de los medios electrónicos, por lo que el compromiso de cada niño, cada mujer y hombre del planeta se hace urgente, respecto a ser cautelosos y respetuosos del entorno, procurando el disfrute de las actividades al aire libre, los juegos, o las charlas, en las que no estén involucrados los aparatos eléctricos, pues posiblemente este periodo de la humanidad sea más de resistencia que de prueba, una vez que conocemos los efectos y consecuencias de la contaminación digital.

Las oficinas gubernamentales, los organismos locales e internacionales y las gigantes de internet, deben ser comprometidos con la sostenibilidad, pues de nada sirven los grandes inventos, las grandes vías de comunicación, sin tener un hábitat para el ser humano, para los seres vivos. Pensemos que las grandes tragedias mundiales, pueden ser evitadas con pequeñas acciones que pueden comenzar en cada uno de nuestros hogares.

La eficiencia tecnológica, comprometida con la voluntad del cuidado del medio ambiente, no es tarea que pueda esperar, ni una opción que se tenga que dejar para después, pues en este momento el deshielo del Ártico es una amenaza para el mundo, el Amazonas que es considerado el pulmón del planeta  está siendo destruido, y nosotros, pegados a las redes sociales.