Las manifestaciones contra el Presidente de la República han comenzado, y posiblemente sean las primeras, de lo que se vaticina pudiera ser una constante, aunado a las imágenes por las que su hijo menor fuera fuertemente criticado por usar un teléfono celular de conocida marca, de un costo aproximado de treinta mil pesos, que equivale a la tercera parte del salario que recibe el mandatario federal, contraviniendo las ideas de austeridad que supuestamente Andrés Manuel López Obrador práctica en su vida privada y pública.
Deja mal parado al ejecutivo federal que diga una cosa y haga otra, como lo fue cuando dijo que no iba a desaparecer las instancias infantiles y ya lo hizo, que iban a ser electos de manera popular los Ministros de la Suprema Corte de la Nación, y puso a su amiga, con el apoyo de su mayoría en el Congreso. También cuando del mismo modo, teniendo la investidura de Presidente, se hace compadre de sus colaboradores, pudiendo ser prudente a haberlo hecho antes, o hacerlo después de terminado su mandato, pues qué más da, compadrar ahora que después, y si es amistad o es por cariño, sin duda que eso no cambiaría en nada la buena relación y su estrecha amistad, y ni es necesario algún título nobiliario, una vez que padrino es “un privilegio legal concedido desde la antigüedad que distingue a los miembros de la nobleza, los privilegios otorgados por la nobleza son hoy casi exclusivamente protocolares e incluso, en España, deben abonar derechos para la sucesión hereditaria de un título”, lo que según este concepto y lejos de apasionamientos, sí compromete al representante de los mexicanos y se presta hasta al nepotismo.
Siguiendo con la lista de excesos y que los mexicanos no debemos olvidar, al apenas encontrarse en la víspera de los cien días de gobierno, vale la pena recordar la boda de Cesar Yáñez, quien es colaborador cercano de AMLO, y en la que se presentaran “Los Ángeles Azules”, se sirvieran langosta y un menú que mucho dista de ser austero, o sencillo, lo que era notorio en la cantidad de flores, y varios detalles, siendo además testigo en dicha unión; Yáñez, Silva, “ya saben quién”, por lo que el viejo discurso ahora se inclina a darse una vida de una persona que se ocupa de seguir las modas, significado del terminajo, que el mismo mencionara; “fifí”.
Tal vez, y debido a que su gobierno comenzó a operar incluso antes de lo que debiera, es decir comenzó a ejercer, incluso antes del primero de diciembre que era la fecha en la que constitucionalmente lo debió hacer, es que han llegado las primeras muestras de desacuerdo, no solo porque dijo que bajaría la gasolina al entrar como presidente, sin que eso pasará, sino porque además, como en la inauguración de estadio de beisbol Alfredo Harp Helú, se ha encontrado con un público al que ha ofendido con el término “fifi”. Por otra lado en la convención de banqueros a los se refirió en el pasado como “parte de la mafia del poder”, los hombres de finanzas le ofrecieron su respaldo, lo que deja ver quien se muestra con más cordura.
Respecto a las equivocaciones en la toma de decisiones del Señor Presidente de México, destacaremos dos, el primero fue que su equipo tuviera y reconociera el propio AMLO, un “error” sobre el presupuesto a universidades, ya que había comprometido que no se iban a hacer recortes en estos rubros, además de la creación de las tan anunciadas Universidades para el Bienestar Benito Juárez, mismas que deberían comenzar una vez que se apoye a las que ya existen, y que muchas de ellas están en condiciones deplorables, con maestros a los que les pagan poco, y con una calidad por los suelos, o qué, no acaso es lo lógico que se comience una obra hasta que se culmina la otra, es decir una a la vez.
El otro gran revés, no sólo de fondo, si no de forma, ha sido ahora que de manera escrita López Obrador, se atrevió a pedirle a España un perdón por actos del pasado, como si 500 años no fueran suficientes para entender lo malo, lo bueno y lo regular de nuestra historia y con la frente en alto seguir con vínculos amistosos como los que desde antaño vivimos con el país ibérico
No se puede ir por la vida, y no es congruente que se lleve por todos lados un mensaje de amor y paz, o se hable de reconciliación, de borrón y cuenta nueva, e incluso no se investigue a los grandes ladrones de la patria y se busque el reflector con la justificación de lo que ha pasado en otros países, cuya historia es distinta a la nuestra, debe tener claro Andrés Manuel, que el perdón no se exige, pues lo realmente valioso es cuando esa palabra llega por voluntad.