12 mayo, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Arena suelta. Hablemos, sin poses…

Cuántas veces has escuchado la frase que dice “una imagen dicen más que mil palabras”, o cualquier otra que haga  alusión a la importancia de lo que guarda un gráfico. Se trata de un asunto que personalmente me sorprende cuando tenemos una cantidad de palabras y una riqueza de lenguaje con las que podríamos describir prácticamente cualquier cosa.

 

Si bien es cierto que el lenguaje escrito y el hablado tienen sus propias reglas, bien valdría la pena pensar en la fortaleza que cada uno ofrece y que se pueden considerar insustituibles. Cierto es que existen métodos excepcionales como el Braille, que han permitido el aprendizaje, la enseñanza y por ende la comunicación. Lo mismo que el lenguaje de señas que además se ha trasladado hasta muchos de los países para su mejor adaptación y de este modo una mejor y más correcta funcionalidad, sin embargo siguen siendo la escritura y la oralidad dos temas especiales en cuanto a comunicar se trata.

 

Algunos aprendemos más fácil, con imágenes y hacemos de la observación un ejercicio imperante antes de adquirir conocimientos; se denominan visuales a los que prefieren los gráficos, a otros pudiera favorecerles  más aprender a través de la escucha, de la voz y el sonido, a este segmento se le hace llamar auditivos, y un tercer grupo suelen ser de preferir aprender cuando se  incluyen movimientos o ejercicios físicos, los que se hacen  llamar kinestésicos. Cualquiera que sea el caso en el que nos corresponda, no hay  falsedad en indicar que cada acción o cosa que facilite comunicarnos es valiosa.

 

Lo mismo las imágenes, que los gestos, comunican, y son auxiliares en el proceso de comunicación común, basado en el habla o la oralidad.

 

Considerar describir la realidad, los hechos o cualquier asunto posible de comunicar a través de la escritura, no debe guardar mayor limitante, que los que las reglas ortográficas, gramaticales o de sintáctica, pues de ahí en fuera el uso de cada verbo, artículo, calificativo o sustantivo; bien articulado, colocado y conjugado, lo mismo puede enamorar que hacer sentir el mayor enojo.

 

Cada forma de comunicar es insustituible, cada manera de expresarnos guarda su magia, es importante conocer y aplicar cuantos métodos existan para hacernos entender.

 

El habla, como forma primitiva de hacer saber alguna idea o mensaje, aún antes de las palabras, con el tiempo y las actualizaciones de la Real Academia Española (RAE), sea mejorado y ha permitido una riqueza indiscutible para y con respecto al uso del lenguaje escrito y hablado, sin embargo, el uso de dispositivos móviles y redes sociales en los que pareciera que se valora más el tiempo y los resúmenes que en ningún otro lado, han hecho que se usen letras para referirse a toda una pregunta e imágenes para felicitar, o agradecer, o decir que le gusta, o no, alguna cosa a los que en ellas interactúan.

 

Por un lado se encuentran los que trabajan para tener un lenguaje ideal y por el otro se desarrollan espacios que premian usar pocas letras y caras o manos  prediseñadas.

 

Frente a cada intento de unión social, debería valorarse cada tema con un punto y aparte, y tener la posibilidad de interactuar en medio de lo electrónico y lo palpable de una mejor manera, pues sólo así, podríamos ganarnos, el ser hombres y mujeres pensantes. Capaces de desarrollar armoniosa e integralmente la capacidad de comunicarnos por cualquier medio, con madurez y formalidad, lo que no nos dejará de hacer llorar o reír y nos permitirá ser catalogados sin duda como un país de letrados, correctos e intelectuales, calificativos que no le vienen mal a nadie. Seamos pues cuidadosos de cada lugar y procuremos en lo que a escribir y hablar corresponda, poder hacer sentir qué no hace falta, actuar frente a un espejo para la selfie o la toma fotográfica común, hasta expresar lo que queremos.