Dr. Tayde González Arias Analista
6 de nov. 2020.-Aún se desconoce quién es el ganador de las elecciones presidenciales en Estados Unidos de América. Sin embargo, ya sabemos quién es el perdedor: y es al igual que en México; los ciudadanos norteamericanos, pues para nadie es ajeno que los habitantes del país vecino, vienen de vivir cuatro años de una presidencia que divide y actúa con los intestinos.
Desde el triunfo hace cuatro años, Donald Trump no ha pasado un solo día de su mandato tratando de ser el presidente que deja ver su mal genio en las redes sociales y mostrando rencor por el pueblo latino, lo que lo trajo hasta este momento de inestabilidad política.
Hoy, sin embargo, gracias a que Trump puso en la Corte Suprema de su país a una incondicional, puede que se repita lo que en México ha pasado, y eso es que se decida la elección en los tribunales, lo que es grave considerando que la democracia emana estrictamente del pueblo y sólo los ciudadanos son los que deben elegir a sus gobernantes.
Las opiniones están divididas respecto a lo que más pueda convenir a México, pues entre que gane Biden o Trump, resurge el reciente acuerdo de comercio o T-MEC, así como la visita que realizó el Presidente de México Andrés Manuel López Obrador a la Casa Blanca, cuando ya se encontraba en desarrollo la contienda electoral de aquella nación, lo que vuelve a mostrar que el Ejecutivo mexicano debe mantener más cordura y cuidado y recordar que lo que hace y dice no salga solo de su ronco pecho, si no que afecta o beneficia a toda una nación.
Aunque el ex vicepresidente, en el periodo de Obama, y senador por más de 30 años, J. Biden, lleva la delantera y está a sólo unos cuantos votos de lograr el ansiado número mágico de 270, el aún Presidente que busca la reelección ha publicado que al parecer quieren robar la elección y no lo va a permitir, algo semejante a lo que pasara hace algunos años en las elecciones presidenciales de nuestro país.
Hoy más que nunca hace falta madurez política en la nación de las barras y las estrellas, de tal modo que los discursos de unidad permita que bajen los ánimos que están dividiendo a la población y que con ello puedan surgir otras dificultades mayores como lo son las afectaciones económicas que sacuden al mundo entero.
Por ahora, lo cierto es que, si Joe Biden gana, es posible que no lo sepamos por varios días, considerando el poder que aún ejerce Trump, y a que se pueda llevar a la Corte en donde al parecer tiene las cosas a favor el actual mandatario. La Elección en Estados Unidos, deja ver las fracturas e ineficiencias de un presidente que como en el caso de México, concentra en él la administración y poder absoluto, sin permitir otras voces u opiniones.
El resultado que en estos momentos tenemos a la vista de la elección presidencial del país vecino, deja ver al candidato republicado como el que considera sólo a las mayorías blancas, y el que permitió el abuso hacia la población de color, olvidando que, las personas latinas, negras, asiáticas y las poblaciones multirraciales constituirán el 51 por ciento.
Esperemos que, así como al parecer el pueblo de Estado Unidos está castigando al gobierno en el poder, así pase en México en las próximas elecciones, de tal suerte que no ganen los menos peores, si no que por fin sean nuestros líderes quienes tengan las mejores propuestas y el mejor perfil.
Es el momento de las clases trabajadoras, de las minorías y de toda la generación a la que no se ha hecho justicia y que sigue esperando con ansias que por fin mejoren las condiciones y se respeten los Derechos Humanos, en la nación del norte en el centro o en el sur del globo terráqueo.