19 abril, 2025
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ARENA SUELTA. EL INFORME DEL PRESIDENTE…

El presidencialismo mexicano es una de las etapas que no se puede dejar de tener en cuenta, si de hablar de política se trata, o bien de describir, las acciones o actos que llevaban a cabo quienes ostentaron el Poder Ejecutivo Federal. En este periodo sobre salen una serie de acontecimientos relacionados a los excesos, uno de ellos fue conocido como “el día del presidente”.

Se le conoció como “el día del presidente” a cada primero de septiembre que el Congreso de la Unión recibía el Titular del Ejecutivo, en sesión solemne, para que leyera su informe o estado que guardaba la administración del país.

El primero de septiembre de 1988 es la fecha en la que por última ocasión se llevó a cabo éste lucido acontecimiento, siendo Miguel de la Madrid Hurtado, quien cerrará el mismo periodo, pomposo, para la alta burocracia del país, pues aunque se televisaba y se le daba la más elevada difusión, los gastos llegaban a ser estratosféricos y la celebración, por supuesto, sólo incluía a la crema y nata,de la clase política de ese entonces.

Lo que se denominó “el día del presidente”, para ese año último año, más bien fue “el día  contra el presidente”, debido a que algunos diputados y senadores abandonaron el recinto legislativo, y el nerviosismo había hecho su hogar en la persona de, De La Madrid, además de los intentos, por primera vez, por interpelar el mensaje del ejecutivo, por parte de los representantes populares, pertenecientes a otras corrientes políticas, apoyándose con mantas, con escritos de protesta e insultos. Por eso, se queda en la historia patria ésta etapa, y éstas acciones.

Pasado el tiempo, se repitieron las escenas en San Lázaro, en las que se tomara la tribuna, se usaran chascarrillos o se emprendieran acciones para repudiar o contravenir el mensaje oficial del Presidente, así le paso en el 2006,a Vicente Fox Quezada, luego a  Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, y transcendieron estas conductas hasta el pasado sexenio de Enrique Peña Nieto.

Aunque se hace alusión “al día del presidente”, al mandatario de la nación, las cosas no fueron tan diferentes en los núcleos básicos de poder, que son los municipios, pues las presidentas y los presidentes municipales también tenían y algunos aún lo hacen, el llevar a cabo sus informes de gobierno, que deben cumplir en determinada fecha, para dar a saber el estado que guardan sus administraciones, podríamos, pues, decir que en prácticamente todos los municipios de México, la ley está dada para que se viva un día del presidente municipal.

Los informes de gobiernos municipales, estatales o federales, deben procurar más allá de dispendios de recursos, el momento para decirle a los pobladores de las diversas demarcaciones políticas, qué respuestas han dado las necesidades que se han presentado, es pues un tiempo ideal e idóneo, en el que con verdad se le diga a los ciudadanos en qué se ha invertido o gastado cada peso que llega a las arcas de sus administraciones. No hay lugar, en un informe de cualesquiera nivel de gobierno, el gasto exacerbado, o los excesos, pues es posiblemente en este ejercicio que es público en donde ha de notarse la franca austeridad, y el cumplimiento del objetivo que sólo debe tener esta acción, y que es hablarle claro a los gobernados, de la ruta que se ha seguido y se seguirá respecto a la forma de llevar el gobierno.

Un buen gobernante, como un buen samaritano, tiene en común la honestidad, por eso no se deben enjuagar la boca con la mentira, ni han de maquillar cifras o alterar cantidades. Los únicos gobernantes que aún recuerda la humanidad son aquellos que han visto el poder para servir, y no para servirse.

Aunque en realidad los informes de gobierno deben hacerse en sesiones solemnes de Cabildo o frente  las cámaras de diputados, sí es valioso que se informe al mayor número de ciudadanos posibles, lo que se está realizando en materia de gobierno, pues no se le puede pedir a la ciudadanía que se involucre, sin hacer esfuerzos para incluirla.

Las plazas públicas son para eventos públicos, y los informes, siendo de interés general, no pueden tener mejor escenario que esos sitios en los que concurren niñas, niños, jóvenes y adultos. Los informes de gobierno son también oportunidades de acercamiento social con la política. Teniendo en cuenta que la democracia es un tesoro, que solo obtienen las naciones libertarias, y que quienes la hacen posible son los habitantes de esas latitudes, no podemos más que acercar la información y las acciones de gobierno a los gobernados, para coincidir o bien disentir, de las cosas que se hacen bien o en su defecto mal.