Dr. Tayde González Arias Analista
3 nov. 2020.- Hace tiempo que a México no le va bien, y eso es una condición que no se puede negar, y aunque existen aquellos que afirman que todo marcha bien y que quienes opinan lo contrario es porque son contrarios al gobierno, valdría la pena conocer las cifras de las instituciones nacionales e internacionales que vuelven a dejar mal parado a nuestro país.
Cuando un gobierno inicia sus labores es usual que critique a la autoridad saliente, aunque eso sea comparable al niño que egresa de un grado para ingresar a otro, y que en sus primeras clases su nuevo maestro diga que el trabajo del anterior fue malo. Este ejemplo se supera poniendo todo el entusiasmo, esfuerzo y conocimiento para que el estudiante se regularice y encauzar a que los educandos sigan su preparación, si el mundo fuera de los que se quejan no solo sería un fiasco, sino que además nos poseería la ira, el rencor y depresión
Los discursos en los que se pasa culpando al pasado, deben ser cambiados lo más pronto posible por los políticos, especialmente si es que en realidad tiene voluntad de cambiar las cosas y generar políticas publicas viables confiables y de corto, mediano o largo plazo, pues de otro modo lo único que dejan ver es una falta de resultados de estrategia y de interés por cambiar la realidad social en que viven.
Afortunadamente el tiempo es sabio, y el pueblo también, por lo que, aunque repitan mucho discurso algunos alcanzamos a ver lo que es y lo que quieren que veamos.
Cuando un país se encentra sumido en la miseria, y crece el número de pobres, claramente sus mandatarios tienen mucho por hacer y no deben distraerse en nimiedades que no garanticen la vida digna y feliz que todo hombre y mujer sobre tierra merecemos. En los últimos meses México ha incrementado en más de 12 millones el número de nuevos pobres. ¿Qué bienestar podemos encontrar en esa cifra?, ¿qué nuevas oportunidades existen en esos números?
A pesar de que han querido disfrazar este flagelo social y que incluso el propio gobierno ha dividido la pobreza en extrema y no extrema, todas ellas hacen alusión a las carencias sociales y a una situación o condición precaria que lo mismo afecta a las zonas urbanas y rurales, cuyo origen reside en el subdesarrollo.
Desde luego las insuficiencias alimentarias, producto casi siempre de la falta de recursos para adquirir alimentos balanceados, traen consigo una serie de enfermedades que llevan a perder la vida o a vivir de por vida consumiendo algún tipo de medicamento.
Hablando de enfermedades es penoso tener como primera dama del país a una mujer insensible a las necesidades sociales, en especial de los infantes con cáncer, a los que ha mostrado un desdén inhumano, mismo que ha llevado a la cifra de 1,600 niños con cáncer muchos de ellos, es sabido limitados en sus medicamentos y tratamiento y algunos otros a expensas de la enfermedad.
La violencia por otro lado se ha disparado y el sexenio se inició con una lucha contra los huachicoleros a todas luces poco clara y no planeada, por lo que fueron muchos inocentes muertos en accidentes que posiblemente se pudieron prevenir.
El presidente de la Republica se doblegó frente al capo de la mafia mexicana, pues una vez que tenía en sus manos, a través de las fuerzas armadas al menor de los sicarios, lo dejó ir sin que se sepa del mismo. Acto seguido, en su visita a Sinaloa, saludó con especial atención a la abuela de dicho narcotraficante
Urge reivindicar la investidura presidencial y hacerlo con seriedad, con atención a los problemas urgentes con sensibilidad social y política y con discurso maduro franco y fresco, para dejar atrás las palabras rancias y las tercas necedades.
En mitad de la crisis por la pandemia en la que el subsecretario de salud le permitía al jefe del ejecutivo salir sin cubre bocas, olvidando la máxima que dice que el ejemplo arrasa, no solo se llevaron a cabo eventos multitudinarios, sino que además el grado de eficacia de los planes de salud nos ha colocado como uno de los primeros lugares en el mundo de contagios y muertos hasta lograr la triste cifra de 300 mil muertos por COVID-19; vaya pues que tenemos mucho por hacer, bastante que reclamar, pero por lo pronto vámonos mejor con cubre bocas y gel antibacterial a trabajar .