Dr. Tayde González Arias
La actualidad presenta afectos y desapegos respecto de diversas temáticas, otros conceptos que también aplican son la fidelidad y la incredulidad como dos antagonismos frente a temas que podrían representar una ideología, creencias, metas objetivos y propósitos, los cuales a algunos nos unen y muchos también separan, como sucedió en la historia mediante muros físicos o en muchas ocasiones con la separación en la distancia, el dejarse de hablar y, claro, en casos más elevados con violencia y breves o largas guerras por la intolerancia.
De los temas que causan divergencias y frente a los obstinados desacuerdos y alejamiento de la buena vida por no mostrar apertura a todas las ideas sin duda son las religiones en respecto a las creencias en los santos, el antiguo y el nuevo testamento, entre otras muchos valiosos temas, los sistemas económicos que dejan notar cuál grande es la apertura comercial de una nación y de cómo con el liberalismo o el neoliberalismo crecen las grandes corporaciones, respecto a un ideal de igualdad que en teoría busca el socialismo, anotando que además de los grandes teóricos de estas ideas e inventores de las mismas, la actualidad mantiene defensores en cada una de esas líneas del pensamiento.
El tema de la política por supuesto es también uno de los rebuscados casos en los que pareciera comportarse el estilo de los escritores David Koepp y Akiva Goldman, dibujados como en la película de “ángeles y demonios”, cuando menos entre los que aún no tienen claro las negociaciones que dejan sin valor los principios o estatutos de cada organización política, anteponiendo el mantener o ganar el poder y como autoridad gobernar.
No es ignorado que, para un número significativo de la sociedad, entre ellos muchos jóvenes, hablar de política es casi imposible y el desgano y desinterés por participar se limita a manifestaciones, ello debido a la falta de espacios para ser escuchados, a la necesidad que impera en temas de interés relevante a las juventudes y a la falta de espacios para actividades productivas, al buscar empleo o apoyos mientras se estudia y no encontrarse, además de la falta de conocimiento respecto a la gestión y la operatividad del gobierno para en su caso solicitar beneficios en temas laborales, de vivienda, emprendimiento o algunos otros servicios que son de interés juvenil, por supuesto sin dejar de lado la crítica a la mala o inacción del gobierno en las dependencias en las que es ya costumbre ver con tomas y protestas, sumando a ello que al parecer a algunos representantes populares no se les pueda exigir cumplimiento sin que antes ello no conlleve la toma de una importante arteria vial o bien de edificios en donde operan bienes y servicios para la atención pública. Tal vez sea el momento de pensar en reubicar las oficinas que son motivo de bloqueos cuando se localizan en ubicaciones de incidencia social y las afectaciones se magnifican.
El desinterés por participar en política es debido a los temas más escabrosos relacionados con ella como lo son la corrupción, las negociaciones por debajo de la mesa, los abusos en cuestión de pagos a los altos funcionarios públicos, las prebendas y los constantes lujos que mientras el grueso de la sociedad sigue teniendo apenas para medio vivir este grupo encumbrado sobrepase hasta rozar los excesos. Lo que se ha notado en medios de comunicación o podemos observar en los poblados más pequeños cuando de pronto se quiere cubrir un excéntrico reloj o los autos lujosos, solo por mencionar, pues adueñarse de islas y predios de alta plusvalía también han sido motivo de las más bajas debilidades y a la vez alta traición a lo que como funcionario debe hacerse; servir a la sociedad en el bien común y no servirse de ella.
En la política, sin embargo, no solo conviven con esas palabras que repudiamos y nos alejan de involucrarnos y este ciclo que da comienzo con el nuevo año es importante y urgente para todas y todos poder erigirnos políticos, pues pasar de ser el que se queja o quien está en desacuerdo, quien se manifiesta por conocer las injusticias, los abusos y avistar una buena ruta de prosperidad, de evolución o de progreso, por mencionar, debe tomar como tarea la incorporación inmediata a la vida política, buscando inclusive una posible candidatura en la que pueda legislar o ejecutarse ese beneficio que hasta hoy no ha llegado.
La política también encierra conceptos dulces y serenos como son: libertad, para decidir por quién sí o por quién no, la democracia que avala a la mayoría, los derechos y las obligaciones que limitan nuestro actuar, la justicia que sigue en espera de la prontitud, universalidad, igualdad y paridad, entre otros tantos bellos temas que en ella concurren manteniendo por supuesto los grandes postulados escritos por Aristóteles, Thomas Hobbes, John Locke , Jean-Jacques Rousseau, John Stuart Mill o incluso Karl Marx, entre tantos otros y otras que explicaran mejor cada concepto.
Si muchos personas han escrito, hablado y trabajado en la política y siguen debiéndole y a sabiendas que, aunque están inscritas en ella sanas palabras, continuamente se ponen a un lado o se ignoran, momento es que justamente participando sea como se pueden desempolvar y hacer cumplir cada una de ellas desde su más profunda entraña hasta ponerlas en práctica real y eficiente en la vida diaria del país en el que nos tocó vivir.