Tal fue el mensaje del Dirigente del Movimiento Antorchista Michoacano, Omar Carreón Abud quien, acompañado de integrantes de la Directiva Estatal, del Comité Seccional y de medio centenar de antorchistas, se presentó este martes en la Presidencia Municipal de Villa Madero a dialogar con el edil, Jesús Rosales García.
A pesar de que el funcionario solicitó a los antorchistas que retiraran el plantón instalado el pasado jueves diez de los corrientes, bajo promesa de que este martes respondería concreta y favorablemente a sus demandas, no hubo solución alguna, por lo que los antorchistas anunciaron que reinstalarán su plantón este jueves diecisiete y advirtieron que, si no hay solución, se trasladará la protesta a la capital michoacana.
El líder estatal afirmó, dirigiéndose a sus compañeros, que lo que están solicitando no es ningún lujo, son necesidades elementales para una vida humana, por lo que calificó la negativa de las autoridades a solucionar favorablemente sus demandas como un ataque a la Organización, “ellos piensan, dijo, que si a Antorcha le solucionan, entonces más gente se va a venir con nosotros”.
Pero, agregó, gracias a que pensadores de avanzada se daban cuenta que los que tienen el poder en sus manos suelen aprovecharse de él para abusar de su pueblo, en mil novecientos diecisiete se estableció en el artículo noveno de la Constitución Mexicana el derecho a la libre organización para todos los mexicanos, “en aquél entonces ya había funcionarios prepotentes como éste (Jesús Rosales García), por eso se fijó la libertad de organizarse, de unirse para dar la lucha en contra de todos los abusos”.
“Un pueblo unido, dispuesto a combatir, es invencible”, aseguró Carreón Abud y manifestó que, mientras el pueblo está desunido, es débil, tiene miedo, se mantiene agachado y los poderosos se aprovechan de él y lo humillan pero, afirmó, “cuando cansado de las injusticias se decide y se levanta, es invencible, es un gigante que ya nadie puede someter”.
El líder antorchista expuso que, ante trescientos años de dominio y humillación por parte del imperio español, algunos mexicanos ilustrados conspiraron en su contra y que, al saber que dicha conspiración había sido descubierta, el quince de septiembre de mil ochocientos diez, Don Miguel Hidalgo, cura de Dolores, tocó las campanas de la iglesia y convocó al pueblo a levantarse y dar la lucha contra todas las injusticias. “Cuando salieron de Dolores, eran un grupito de hombres armados con picos, palos, piedras, machetes, cuchillos, etcétera; cuando llegaron a la capital de Guanajuato y pelearon contra los españoles que se refugiaban en la Alhóndiga de Granaditas, eran veinte mil hombres los que seguían a Miguel Hidalgo. El veintinueve de septiembre, a catorce días de iniciado el levantamiento, la ciudad de Guanajuato quedó en manos de los rebeldes”. Carreón Abud afirmó que “a nosotros también nos tocaron tiempos de lucha y debemos cumplir el papel que nos tocó vivir”.
Motivados por la claridad de su expositor, los antorchistas reunidos a las afueras del recinto municipal gritaron consignas en favor de su organización y acordaron reinstalar su plantón este jueves. Antes de retirarse corearon a una voz “¡somos un solo hombre, somos un solo ideal, adelante antorchistas, hasta triunfar!”