*¿Dónde anda Octavio Aburto Inclán?
*Su gobierno descuartizó al PAN
Desde que su suegro Víctor Valdovinos Martínez, empresario aguacatero acaudalado y quien fue regidor en alguna ocasión por el PRI, lo presentó con Valentín Rodríguez Gutiérrez para que se integrara a la política local, el locutor Octavio Aburto Inclán entró a la dimensión desconocida del poder y…le gustó demasiado, como cualquier adicción que llena los espíritus vacíos.
Octavio Aburto Inclán participó en la segunda campaña municipal de Valentín Rodríguez por la presidencia de Tacámbaro, donde dio a conocer sus dotes de locutor, con una voz tersa pero potente, modulada y eficaz para convencer. Gana Valentín Rodríguez y Octavio Aburto Inclán se incorpora como secretario particular en el ayuntamiento, saboreando el poder y soñando ser, algún día, también alcalde de Tacámbaro.
Su rompimiento político con Valentín Rodríguez comienza cuando no lo dejan ser candidato a la presidencia municipal en las siguientes elecciones y el grupo dominante elige a Salvador Bastida García, quien gana por la estructura priista y un gran carisma político que tiene Chavo Bastida. Octavio Aburto Inclán no se queda con las ganas y, en la coyuntura electoral siguiente, apoyado ahora por Esteban Cruzaley y su gran relación con Luisa María Calderón Hinojosa, así como su presencia mediática en la radio, se convierte en candidato del PAN, aplastando a su ex patrón Valentín Rodríguez Gutiérrez.
Octavio Aburto Inclán gana la presidencia y aflora lo que siempre le criticamos: el terrible carácter para gobernar, pedante, como sintiéndose un Nerón romano en el ayuntamiento de Tacámbaro, enfrentándose a todos y pensando que su gestión duraría una eternidad, siempre apoyado por los lamebotas.
Luego de ganar la presidencia con casi 15 mil votos, lo que es histórico en las elecciones locales de Tacámbaro, se vino yendo, poco a poco, para el drenaje, el proyecto político de Aburto Inclán y del propio PAN, el cual, ahora, no tiene pies ni cabeza en el municipio y menos que tenga posibilidades de figurar en las elecciones del 2018.
Octavio Aburto Inclán dejó la presidencia de Tacámbaro antes de concluirla oficialmente por peculado. Ahora se dedica a trabajar para Grupo Fórmula en la ciudad de México, pero el daño que le propinó al PAN fue letal, sobre todo a militantes de convicción, esos que tienen la playera bien puesta. Pensó que ganar el cargo de alcalde es tener poder, pero eso no es cierto. El verdadero poder se construye y está en otra parte.
Octavio Aburto fue víctima de su propia personalidad, de escenarios muy complicados que se dieron en Michoacán, de traidores que negociaron en lo oscurito. Quiso comerse todo el pastel y eso, tarde que temprano, ahoga…