29 marzo, 2025
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Análisis del mexicano promedio…

Lic. Alfredo Castañeda Flores     ANALISTA

22 FEB. 2025.-Los mexicanos somos una rara especie, pese a las mezclas con otras razas, no cambiamos, en general, las grandes diferencias, para mal, que nos distinguen con los demás habitantes e individuos de otros países.

 

Desafortunadamente, esas creencias de que somos únicos y mejores, vienen desde los gobernantes pasados y actuales, que, dicho sea de paso, eso tampoco garantiza que sean mejores que la mayoría, solo tuvieron y tienen suerte de estar ahí, más no que sean mentalmente superiores, y lo podemos probar, comprobar y demostrar.

 

La actual inquilina de Palacio Nacional “defiende” a los indocumentados que pueden ser deportados del país del norte, señalando que son los mejores empleados del mundo. Vaya ironía, falsedad y mentira, si ya en otras entregas he señalado que otros centro y sudamericanos, alcanzan mejores posiciones laborales, económicas y de vida, en los Estados Unidos que los nacionales. Además de que nos conocemos y no es así.

 

Pero como siempre, me voy a referir a los que estamos aquí, a los que nos encontramos día a día, a los que nos hacen reír, enojar y más, cuando requerimos de sus servicios, por X o Y situación.

 

Ya he señalado que el mexicano es un manipulador nato, que recientemente es más difícil engañar a la gente que está despertando, pero siempre que se busca a un autoempleado, albañil, fontanero, carpintero, mecánico, costurera, sastre, jardinero, etc. empieza a hablar y hablar maravillas de su trabajo realizado con antelación, que en menos del tiempo programado lo concluye, que nos dejará satisfechos y un innumerable cúmulo de salivazos que después se demostrará su falsedad, salvo honrosas excepciones, como en todo.

 

Si piden determinada cantidad de material, sobra o falta, no son certeros en su proyección, y obviamente, va en detrimento de nuestro bolsillo, sobretodo, porque de eso se han mantenido y vivido muchos años de su vida, y siguen sin tener un análisis más acertado del material que utilizarán, las opciones que ofrecen de como se debe reparar o hacer desde inicio, el trabajo por el que se les busca, y no tiene nada que ver con lo en realidad deseamos. Es decir, están acostumbrados a hacer lo mismo, carecen de iniciativa, de ideas, de otras maneras mejores de hacer las cosas. Y aunque se les diga casi paso por paso lo que deseamos, en la mayoría de los casos, concluyen haciendo lo que no queríamos. Además de que son sucios, no limpian lo que van ensuciando con su actividad, no sacan en limpio por lo que se les está pagando, y ¿qué hacemos? Corajes, pero ya dejamos las cosas así, aunque no sean a nuestro gusto. Salvo casos demasiado grotescos, en que tenemos que recurrir a otro similar para que subsane las porquerías que el anterior dejó. Así las cosas.

 

Una vez ya contratado, llegan tarde, no se apuran, están molestando a uno, contando sus aventuras, están saliendo y entrando a cada rato del lugar, sea de la casa, una oficina o un local comercial, donde estén laborando, por supuesto, transcurren los plazos señalados en que terminarían, y no lograron su cometido, se tienen que quedar más días a seguir haciendo eso. Cuando se acuerda un precio fijo por el detalle, no les queda más que cumplir y si tardan más, los afectados son ellos, pero les vale, tal parece que no les importa vivir al día, apenas teniendo para comer. Aunque si hay algunos que pretenden sacar más dinero del acordado, cuando la tardanza fue culpa de ellos. En cambio, cuando es por día, la cosa se pone peor, porque no les interesa concluir, al fin y al cabo, tarden o no, recibirán un pago. Así funcionan tristemente.

 

En el caso de los mecánicos se cuecen aparte, porque uno al desconocer el funcionamiento del automóvil, inventan otros “detalles” dicen ellos, y ya depende de que se deje uno o no, pero seguro algo dejan movido para que en unos días se caiga o comience a fallar, para que uno regrese a visitarlos, eso y lo anterior, en cualquier país que se trate, se le llama corrupción, abuso de confianza, fraude, o cualquier otro delito tipificado en la ley, acá no, porque la mayoría tienen prisa, así viven y lo que les interesa es que les solucionen las cosas, por lo que se prestan a la extorsión de estos individuos y de otros oficios que así viven. Además de que las leyes son letra muerta.

 

Es triste darse cuenta de todo eso y cosas peores que mucha gente hace, los que son empleados, recurren al robo hormiga, casi a diario sustraen materiales y objetos de su fuente de empleo, pero algo malo hacen, si saben que cada determinado tiempo mandan a ellos o a otros empleados a depositar o a recoger dinero a las instituciones bancarias, se ponen de acuerdo con sus amistades de fuera, para robar, asaltar a los que llevan o traen el billete. Si amable lector, la mayoría de los robos y asaltos, yendo o saliendo del banco, son preparados por los mismos empleados o ex empleados de cualquier empresa, oficina o negocio, porque están pendientes de los movimientos que cada determinado tiempo, hora y lugar hacen. No son fortuitos, un mínimo porcentaje lo es, porque sin querer, le tocó a él, y resultó que iba cargado, pero la mayoría se planean por los mismos de “casa”. Incluidos familiares cercanos o no. Ponte trucha.

 

Así es nuestro diario vivir, tener que convivir con tanto sinvergüenza que solo está esperando una oportunidad para aprovecharse de los que tratamos de hacer las cosas correctas, que por lo menos, tenemos casa propia, algunos bienes y dinero, al contratarlos para que realicen algún servicio, reparación o subsanen algo, les faltan valores morales, agradecimiento por ejemplo, el mexicano no lo es, se siente merecedor de las cosas, no analiza cuando es obligación y cuando es bondad de los demás hacia ellos. Esto es igual en las distintas clases y estratos sociales, por supuesto entre más tengan, crean o deseen tener, el zarpazo es similar. Ninguna cantidad les es suficiente, viven de sueños que nunca aterrizan, desearían tener un pariente rico que les heredara su fortuna, que se ganaran la lotería, sin comprar billete, creen en los horóscopos, en los brujos, chamanes, charlatanes en general que solo les sacan dinero y siguen iguales de pobres, viviendo al día, comiendo cuando pueden y eso porque trabajan, de lo contrario, es más complicado, pero en términos generales así es el mexicano, por supuesto que en todos los países hay y debe haber gente parásita así, pero tristemente, la diferencia entre ellos y nosotros es contrariamente proporcional en forma negativa con nosotros, si allá el veinte por ciento es negativo, en nuestro país, es positivo, y viceversa, ya se revirtió la frase trillada de que los buenos somos más, ahora y desde hace tiempo, los buenos somos menos y cada día que transcurre, menos. ¿Acaso lo dudas? No me digas que no te ha tocado ser víctima de más de uno de estos individuos, o peor aún, tu has sido ese parásito que ha afectado a muchos con su actuar y proceder, carente de valores, para vivir. ¡Piénsalo!