25 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Algún lugar de México…

Quiero aprovechar el espacio para hablar de un poblado ubicado en el territorio nacional, cuyas características de sus habitantes nativos son suigeneris, distintas, pero contrastantes con el resto de los ciudadanos del país.

Para no herir susceptibilidades, omito mencionar el nombre ni la Entidad federativa a la que pertenece, solo les aclaro que no es aquí.

Está considerado como pueblo mágico desde hace más de una década, la gente nativa tiene el complejo de inferioridad bien acendrado en su sangre, cuerpo y piel, ignoro si alguna vez el poblado fue próspero y desarrollado, pero todos, absolutamente todos, se sienten, de lo que los ignorantes de ese tipo conocen como clase alta, llevan a sus hijos a escuelas particulares o privadas, ya que cuenta con algunas desde nivel prescolar hasta bachillerato, aunque a fin de mes, se anden tronando los dedos de las manos, porque no tienen para hacer el pago respectivo de la colegiatura.

Son maestros en el arte del engaño, de la simulación, la falsedad, la hipocresía y sobretodo, de la manipulación, visten ropa de marca, aunque solo sean dos cambios, pero ahora con la venta exagerada de las pacas provenientes de los Estados Unidos de Norteamérica (ropa usada en buen estado que se comercializa en nuestro país), son clientes asiduos a estos pequeños negocios y ya pueden comprar más, pues los precios son bajos. Pero, continúan siendo clientes del crédito en empresas que van desde Coppel, Elektra, Famsa, Sears, Sanborns, Fábricas de Francia, Liverpool, etc. Presumen todas las tarjetas de crédito bancarias y comerciales (Sam´s Club, Costco) que les ofrecen, aunque su límite sea de tres mil pesos (incluso menor), su billetera o monedero está siempre cargado de plástico.

Han evolucionado, pero poco, todas las poblaciones por pequeñas, medianas o grandes que sean, por una u otra causa, motivo, razón o circunstancia, van recibiendo a nuevos habitantes de otro lugar, incluso del extranjero, pero estos individuos, los ven mal, los atacan, los envidian y aunque con el paso del tiempo los aceptan (en apariencia y por conveniencia), solo esperan la menor oportunidad para clavarles el diente, la puñalada en la espalda o reírse. Dijeran los clásicos, lo anterior no es lo mismo. Como esos foráneos tienen recursos económicos para establecer un negocio, tienda o empresa, los frecuentan para inyectar su veneno, vertiendo entre otros comentarios: “ojalá duren, porque han venido tantos a poner lo mismo y han cerrado pronto”, conforme pasa el tiempo y el sitio prospera, tratan de ganarse la simpatía y/o amistad de los recién llegados; al principio compran cosas pequeñas o baratas, (su limitado presupuesto no les da para más) y lo hacen de una forma exagerada, como toda su vida es, pero una vez que la gente se confía, sueltan el anzuelo, piden algo de mayor precio, todo esto premeditado, fingen haber olvidado su dinero, incluso, se hacen que lo perdieron, otros de plano se atreven a pedir fiado, pedir prestado y la gente buena les cree. Es común que otros reciban llamadas telefónicas o visitas de acreedores, porque jamás dan el domicilio y datos personales correctos, siempre su vida encierra mentiras, deshonestidad y engaño.

En todos lados hay madres solteras, pero aquí parece pandemia, un alto porcentaje de mujeres lo son, muchas desde temprana edad, es un patrón que se va repitiendo generación tras generación, otras de plano no les pueden decir a sus hijos quien es el padre, porque obviamente, son hombres casados, con una familia hecha, deseada; entre los municipios colindantes es frecuente escuchar decir, principalmente a los hombres, si quieres una amante búscala en… y las esposas, ante la menor sospecha de infidelidad de la pareja, de inmediato piensan en ese lugar. Lo que no es tan errado, porque por esa actitud de vivir de las apariencias, no les importa cambiar su cuerpo por dádivas económicas o en especie, pero como toda la gente que recibe ese tipo de beneficios, no guardan para el futuro, se les olvida que el tiempo marchita todo, la belleza y/o juventud, no es perdurable, terminan más pobres y llenas de hijos. Algunas tienen suerte de encontrarse un soltero y lo exprimen a más no poder, hasta que de plano huye despavorido. A sus hijos, pocas, los amamantan, la mayoría no quiere que se les descomponga su herramienta de trabajo, utilizan solo pañales desechables, es un insulto pensar en criarlos a la antigua, con pañales de franela, de pañalina o de algodón, porque entre menos esfuerzo hagan, más felices son.

Un gran número de nativos, de cualquier edad, carecen de hogar propio, es decir, andan arrendando, rentando, pero tienen televisión por cable, teléfono con internet, pantallas, celular y cualquier aparato tecnológico reciente, hay otros que hasta automóvil tienen, todo va aumentando según sus sueños y delirios de grandeza.

Los que sí tienen propiedades, por obvias razones su conducta es peor aún, para con los demás, pero no por tener muchos inmuebles, eres potentado, el millonario es el que tiene liquidez, ya sea en el banco y/o invertido en negocios que le generan ganancias económicas, rentan locales o casas, en sumas fuera del valor comercial de la zona y peor aún, alejadas de la realidad, pero aun así, hay quien las paga. Cuando tienen la urgente necesidad de vender una propiedad, sucede lo mismo, piden cantidades exorbitantes. Solo saben hablar de millones de pesos. Asimismo, hay pocos profesionales, casi todos se quedaron en el bachillerato.

Todo lo que hacen, intentan o dicen, es lo mejor que existe, aquí es donde algunos se ponen a pensar, que mal hacen los autores de bibliografía de autoestima, abundancia y prosperidad en los lectores de mentes cerradas, dijeran los clásicos, creando monstruos.

Son sectarios, los eventos políticos, culturales, sociales, deportivos, académicos, fiestas patronales, etc. las hacen solo para su pequeño grupo, nunca hacen extensiva la convocatoria o invitación para acudir a los mismos, por lo que es común y a nadie extraña, observar audiencias menores al centenar de asistentes. Y aun así todos sus eventos los etiquetan con el adjetivo “internacional”, cuando ni siquiera el municipio está enterado. En las lides políticas, tienen que ser candidatos de su origen, de lo contrario prefiere no sufragar, por lo que en las contiendas es común leer y escuchar a los candidatos decir, soy orgullosamente nacido aquí. Se sienten felices de su origen, lo cual está bien, pero no se ponen a pensar que el progreso en cualquier ámbito, se da de la mezcla entre las distintas clases, entre las distintas culturas y entre las distintas maneras de pensar. En caso contrario, se queda estancado.

¿Te parece exagerado?, pues no lo es, este municipio, este grupo de gente existe en la geografía de nuestro hermoso y gran país.