25 enero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Agradecimiento a la mexicana….

Siguiendo con la escasez de cultura en la mayoría de los mexicanos, dentro y fuera de nuestro país, toca el turno hablar del agradecimiento, gratitud o bondad de ambos extremos.

El mexicano promedio, común o que forma la mayoría de cualquier poblado, región, municipio o estado, está acostumbrado a que todos y en cualquier sitio o lugar, lo tomen en cuenta, pero principalmente le hagan favores, con la única promesa de que son honestos, agradecidos y buenos. Esto es un riesgo, porque si accedes a sus pretensiones una vez, ya no te soltarán fácilmente, y en cualquier apuración que tengan, tú serás siempre la primera opción para sacarlo del atolladero en el que se encuentren.

Pocos, muy pocos, tienen el poder de decir NO, la mayoría forma parte de la hipocresía, disfrazada de diplomacia (dicen algunos), esa que siempre dice que sí, pero no dice cuándo, esa que tiene complejo de inferioridad y quiere aparentar ser bondadoso, pero que por lo mismo, al hacer favores, los cuentan a todos los que conocen y van conociendo, etcétera.

Los hay, aquellos que dicen tener facultades para hacer y deshacer en la dependencia, área o institución en la que laboran, que andan por la vida ofreciendo ayuda a sus familiares, amigos y conocidos, lo cual va desde dar empleo, una recomendación para que X o Y asunto camine de manera favorable, ingresar a un hijo en determinado grado escolar, cambiarlo de escuela, grupo o carrera…

A estos individuos es fácil callarlos o calmarlos en sus falacias, tomándoles la palabra, sin muchas expectativas, porque resultará falso. Acéptales el favor ofrecido y sabrás el resultado. Claro que como en toda regla general, hay sus excepciones, pero son los menos. El que en verdad tiene posibilidades de apoyar y/o ayudar, no anda de boca floja vociferando, dijeran los clásicos: calladito se ve más bonito.

Aún hay más, los favores que más solicitan es dinero prestado, mercancía o bienes a crédito, empleo…

Aquí, hago un paréntesis, porque se relaciona, hay un reciente informe de la OCDE, que por cierto preside un mexicano, José Ángel Gurría Ordoñez, donde resulta que México es el país que más tiempo permanecen en su área de trabajo, los empleados, y lo digo así, porque no es lo mismo, permanecer que trabajar. En el país, están señaladas las jornadas de trabajo (de 6, 7, 8 o más horas diarias), pero siendo honestos, la mayoría de ese tiempo no es productivo, no se hace nada, los empleados están platicando, comiendo, tomando el famoso café, en el chisme verbal o por internet, andan en la calle haciendo sus actividades personales, intrigando con los jefes contra sus compañeros, menos lo que deben hacer. Están ahí el tiempo señalado por obligación, por necesidad, porque tienen que checar tarjeta o firmar alguna lista de asistencia, de lo contrario México sería una potencia económica, no emergente como lo es.

Entonces: ¿Cómo se ponen a exigir mejores salarios, si no rinden en el trabajo?, porque si de verdad se hiciera una real y honesta reforma laboral, desaparecerían más de la mitad de empleos actuales y los que quedaran, obtendrían una mejor remuneración, pero tendrían que pasar los filtros necesarios para demostrar su valía como verdaderos trabajadores, no solo de los actuales que están haciendo antigüedad. (Dice la filosofía popular, trabajas duro o duras en el trabajo).

Regresando al tema señalado, la gente, concretamente, los mexicanos, no son agradecidos con quien les hace favores, mientras están recibiendo dádivas, apoyos y demás, aparentan estar bien con la otra persona, pero en la primera oportunidad que por fuerza mayor, caso fortuito o necesidad, les niegan algo, todo lo recibido con antelación, se les olvida y la contraparte, se convierte en el ser más prepotente, malo, corrupto, déspota, y más. Pero no necesitas esperar a negar un favor para conocer al verdadero individuo que abusa de ti, cuando lo necesites en algo sencillo, como acudir a una plática, conferencia, taller, presentación, apoyarte en algún proyecto político, laboral, escolar, sindical, jurídico, sabrás que equivocado has estado.

Muchos están esperanzados en recibir agradecimiento, gratitud y apoyo de los que han ayudado, y se quedan con un palmo de narices al ver el resultado, en cambio, un verdadero individuo que razona, analiza, reflexiona y aplica la lógica, sabe que nunca debe apelar al agradecimiento de la gente, sino a su ambición.

Hay que adquirir poco a poco la capacidad de elegir el momento, la ocasión y la persona a la cual decirle un definitivo SI o un rotundo NO, evitar esas medias palabras, recuerda que ese poder lo tienen muy pocos y en todos los sentidos esas personas son grandes, triunfadoras y poderosas y no les importa dejar a personas ingratas y malagradecidas, resentidas, porque saben que las ayuden o no, siempre actuarán de forma negativa contra ti, por lo cual prefieren cortarlas lo antes posible, evitándose mayores problemas futuros. La mayoría de mexicanos, es, por naturaleza, malagradecido, ingrato y jamás se siente complacido con lo que recibe, pero tampoco hace nada extraordinario para merecerlo o modificar las cosas. Por salud propia, aléjate de esas personas que solo te buscan porque eres rico, tienes un empleo bien remunerado, tienes poder político o la posibilidad de ayudarlos, pero que una vez que dejas de apoyarlos, se alejan convirtiéndose en tus más acérrimos enemigos. No es maldad, no es discriminación, es solamente libertad.