Lic. Alfredo Castañeda Flores ANALISTA
4 MARZO 2022.-Nació en Puruarán, Michoacán, el 29 de septiembre de 1943, hijo de Fidencio Castañeda Hurtado y de Ernestina Farfán Fuentes. Es el segundo de cinco hermanos (Ignacio, Alfredo, Rafael, María del Carmen y Rodolfo). Desafortunadamente su mamá fallece siendo un niño, su padre, injustamente se los manda a su abuela materna, Ignacia Fuentes, quien se encarga de criarlos, cuidarlos y educarlos, aunque en un pueblo pequeño y sin muchas opciones, apenas concluye la primaria y lo mandaron a trabajar, sin embargo, siempre le gustó la lectura y por su cuenta, fue estudiando, llegando a tener la carrera de Topógrafo, siendo el encargado de fraccionar varias colonias del poblado.
Aunque antes de eso se desempeñó en innumerables empleos temporales, por su corta edad, llegando una vez siendo mayor de edad, a colocarse en los ingenios azucareros, laboró en Puruarán, en Pedernales y en otros fuera del estado, en esta industria desempeñó distintas actividades, desde físicos, administrativos, incluso sindicales.
Pero siempre regresaba a su terruño, ahí se casó con Dulce María Flores Guardia, la siempre recordada “maestra Dulce”, de esa unión nacieron tres hijos: Alfredo, José Olfrade y Juan Ernesto, actualmente casados, cuenta con ocho nietos: Alfredo, Yunuen Montserrat, Estefanía Elizabeth, Juan Ernesto, Ángel, José Olfrade, Sandra y Katia Montserrat.
Le gustaba mucho el futbol, lo practicó varios años y con buen nivel, sin embargo, por la orfandad, la crianza y sus amistades, agarró el vicio del cigarro, fumando durante más de cincuenta años, hasta que por decisión propia dejó de hacerlo hace apenas unos años, sin embargo el mal ya estaba hecho, pues el tabaco es un enemigo silencioso que, más tarde que temprano, acaba con la gente.
A los tres hijos nos brindó las mismas oportunidades, en todo, económicamente, de estudios, sin embargo, solo el que escribe supo valorar el esfuerzo y sacrificio de mis padres, los otros dos se quedaron con el bachillerato trunco, excepto de cariño, el segundo siempre fue su favorito y el tercero de mi mamá. Quizás por ser el patito feo de la familia, mi infortunio se volcó en ser mejor cada día, lo que agradezco, porque sin querer me motivaron a lo que soy.
Su consentido, a pesar de tener dos matrimonios, no ha podido sobresalir de la medianía, incluso mi padre lo tuvo que anexar por sus adicciones a las sustancias prohibidas, además, un día sí y al otro también, le sacaba el poco dinero que su pensión le otorgaba, por haber tenido un accidente laboral, no alcanzó la jubilación, pero para vivir y mantenerse con mi madre, le debía alcanzar, pero su hijo consentido le quitaba parte de ese sustento.
El año pasado, en un acto de sinceridad, me confesó su verdad, de quien había sido su cariño, aunque jamás se disculpó, ni mucho menos cambió, pero quedé tranquilo, porque al fin supe que desde niño tuve la razón de su rechazo. A pesar de eso, y por no haber tenido la suficiente influencia para evitar que te vacunaran contra la pandemia, hoy, que alrededor de las trece horas, a los 78 años, por consecuencias de su tabaquismo de tantos años, falleció en el IMSS de Morelia, Michoacán, me siento tranquilo, sin remordimientos, porque a pesar de su alejamiento sentimental, siempre lo quise, siempre lo apoyé en lo que pude y necesitó, DESCANSA EN PAZ, PAPÁ, jamás olvidaré todo lo bueno que me diste, todo lo bueno que hiciste por mí, porque gracias, a ti, estoy en este momento deseándote buen viaje y feliz reencuentro con tu amada esposa, mi mamá…