5 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Actitudes que dividen…

Los seres humanos, en general, somos tan extraños, diferentes, disímbolos, incluso, muchas veces, rayamos en la comicidad, pero los mexicanos somos un caso aparte. Al observar las actitudes, acciones y comentarios que muchos realizan, provoca enojo, coraje, risa, burla, sarcasmo, y ese tipo de gente divide opiniones entre los que ven, miran y sufren el resultado de lo que hacen, pero en su mayoría son negativas, lo que va denigrando la imagen del nacional, ante los ojos del resto del mundo, porque cuando ven visitantes extranjeros, exageran sus acciones, tal pareciera que hasta se sienten modelos en pasarela.

Este análisis va encaminado a exhibir algunas de las acciones negativas que realizan algunos individuos que creen que al hacerlas se convierten en unos superdotados, se sienten superiores, o como muchos dicen, los hace sentirse “chingones”. Pobres ignorantes.

Están los típicos que no respetan las señales de tránsito, incluye, no respetar a los peatones, el 1 por 1, los pases de cortesía, no respetar los semáforos, se estacionan en doble fila, en lugares prohibidos, frente a cocheras, escuelas, lugares destinados para personas minusválidas, por la noche en zona urbana circulan con las luces altas, usan el claxon por cualquier motivo, andan circulando sin licencia, permiso, tarjeta de circulación, placas, y son los más corruptos y llorones cuando son atrapados por la autoridad respectiva, porque u ofrecen dinero o se ponen a inventar miles de pretextos para librar una multa o incluso una detención de tipo administrativo. Otros salen influyentes y conocen a todo mundo, dicen ellos, mi amigo, compadre, es el secretario de… etcétera.

Asimismo, no saben conducir, porque el hecho de mover un automóvil no significa que se sepa manejar, esto incluye muchas cosas, tales como: conocer todo lo que el tablero incluye, saber qué mover cuando se va a dar vuelta, cuando se va a estacionar, cuando van a moverse, no rebasar por la derecha, circular en el carril correcto cuando son calles o carreteras de más de uno por sentido, etcétera.

Este tipo de gente son agresivos, lo que demuestra su inseguridad y pequeñez mental, a la menor provocación agreden verbal o físicamente a quien se deje, cuando son exhibidos por otros, son los primeros en agredir, tratando de justificar con eso su ignorancia y falta de valores fundamentales.

En los centros comerciales, principalmente, pero también en cualquier tienda, miscelánea o negocio pequeño, tiran los productos y cosas, no las levantan, incluso los hay que pisan lo que hay en el suelo, muchas veces a propósito, abren los productos cerrados, se los comen, toman o beben, según de lo que se trate, y si no son ellos, son sus hijos, pero tampoco les dicen nada. Tan ridículo resulta ver a padres, defender lo indefendible, y vuelvo a lo mismo, se ponen agresivos con los pequeños (pero sólo para aparentar, lo que vuelve agresivos a esos futuros adultos, creándose un círculo vicioso de nunca acabar), con los empleados, con los demás. Reza un dicho, si en tu casa no te educaron, la calle te educará, (muchas veces, desafortunadamente y sin remedio, terminan con lesiones irreversibles, en el cementerio o peor aún, en la cárcel).

Asimismo, aprovechan cualquier descuido para tomar cosas o dinero que no es suyo, piden prestado, fiado y no pagan, esperan que los vendedores se equivoquen a su favor y no tienen el valor y la honestidad de decir que es más cantidad, mercancía o ambas, pero si por error, cansancio o un lapsus brutus, resulta al revés, exageran en su reclamo y a todos los presentes y a los que están llegando los ponen en conocimiento y aunque se haga el ajuste respectivo, se van hablando pestes del negocio y de quien los atendió.

Estimado lector, dudo mucho que no hayas presenciado, o incluso hayas realizado alguna de estas acciones, y te aseguro que tu principal reacción fue de enojo, disgusto o coraje, pero ahora que lo recuerdas, te da risa y dirás pobre tipo ignorante.

Los mexicanos somos una especie rara, diferente, pero no por sus valores positivos, sino por sus acciones y omisiones negativas que dejan en mal a todos los nacionales, estamos mal en todo, pero no es culpa exclusiva del gobierno y sus representantes, es culpa principalmente de cada uno de nosotros, porque los vicios esgrimidos a cada instante, se pueden evitar si se analiza o reflexiona a conciencia cada uno de nosotros, es muy común hablar sin razonar, reza un dicho, es mejor parecer estúpido (tonto), quedándote callado, que hablar y comprobarlo, lo que es muy cierto, Albert Einstein, el máximo físico de la historia, heredó esta frase: solo hay dos cosas infinitas, el Universo y la estupidez humana y del Universo no estoy seguro. Asimismo, hay otra más que dice, el mundo está lleno de idiotas, estratégicamente ubicados para que en cada lugar, sitio o rincón al que vayas en el día, te encuentres por lo menos a uno. Estimado lector, nuestras actitudes pueden sumar, restar, multiplicar, pero lo peor es cuando dividen sin aceptarlo y mucho menos cambiar. Concluyo con una frase de este servidor: cuando haces o dices algo por desconocimiento, eso es ignorancia, pero cuando lo sabes y continúas haciéndolo o diciéndolo, eso es estupidez.