Lic. Alfredo Castañeda Flores Analista
24 julio 2021.-Como he dicho en otras entregas, la mayoría de mexicanos son una sub especie suigéneris, no ven más allá de sus intereses, solo buscan obtener beneficios personales-individuales, a costa de quien lo permita y se deje pisotear por los que se dedican a eso.
La mayoría de individuos solo está buscando el error, la equivocación de quien está enfrente de ellos. Por ejemplo, si a alguien se le cae un billete, la billetera, el celular, o cualquier cosa de valor, los que vieron a quién fue, en su mayoría, no lo entregarán, al contrario, harán hasta lo imposible por quedarse con ella. Incluso hasta si los están grabando, para observar el comportamiento de la gente.
Mucha gente se sube al transporte público (taxi, camión, combi) y pagan su pasaje con el billete más grande que traigan con la esperanza de que, por no tener cambio el chofer, no les cobren la dejada. Lo mismo sucede en las tiendas pequeñas, donde los pueden conocer o no, compran algo barato y sacan el billete más grande para que les digan, llévate la mercancía y después me pagas o si supera con uno, dos o más los cincuenta, cien, etc., pesos, dicen no traer el excedente para que no se los cobren. Así son. Pero en las grandes cadenas de transporte y comerciales no lo hacen, porque no se prestan a sus jugarretas. Abusan de sus iguales.
Lo mismo sucede cuando se trata de ayudar a los demás, si ven que a alguien lo están agrediendo, no son capaces de meterse a defenderlo, porque dicen ellos que no se quieren meter en problemas, además de corruptos, son cobardes.
Esto, como tantos vicios, se ha incrementado en los recientes años, debido a la pésima educación que reciben en su casa (porque no se les puede llamar hogar). Las madres de ahora les dicen a sus hijos que si ven algo de valor no duden en tomarlo y eso incrementa lo que estamos viviendo en la actualidad. A las hijas, les dicen que se fijen en los hombres, en cuanto tienen y les pueden dar, no importa si son casados, lo importante para ellas es el interés económico, antes que el amor o el buen trato. Esto ha propiciado tantas infidelidades (muchas veces consensuadas), separaciones en las nuevas generaciones, porque todo gira alrededor del dinero.
Así es, amable lector, el país (y no dudo que el mundo también) gira alrededor del dinero, la mayoría se ha vuelto materialista, pero no con deseos de trabajar y ganarlo, quieren tener dinero fácil y no les importa cómo obtenerlo. Tanto hombres como mujeres están dispuestos a “ganarlo” haciendo lo que sea por él, incluso vendiendo su cuerpo. De esto último, somos testigos de cómo, en las diferentes redes sociales, ofrecen servicios sexuales físicos, venden videos XXX y los famosos packs, que no son otra cosa que fotografías de las oferentes desnudas, así sin pudor alguno. Hasta cínicas son.
Nuestras vecinas andan con uno o varios conocidos nuestros o desconocidos, por dinero, algunas saben venderse bien, otras ni para eso sirven, pero obtienen dinero fácil con el sudor de su sexo. Ahora no es cuestión de mujeres solteras, el número de casadas, con o sin el consentimiento de la pareja, se ha incrementado. Para un hombre con ganas y dinero es fácil conseguir una mujer “discreta” para pasar el rato, solamente a cambio de unos billetes. Así de mal está el género femenino, justo ahora que pelean por sus derechos e igualdad, están más denigradas por ellas mismas.
Claro que, como en todo, hay excepciones a la regla, nada puede ser totalmente blanco o negro, siempre hay dualidad, pero en lo negativo, gana la mayoría. El ser humano es propenso a inclinarse hacia el lado oscuro, malo, equivocado, pero cuando son confrontados, son los primeros en negarlo. Así en este caso concreto.
No entiendo en qué momento fueron modificados los valores que nuestra generación de los ochentas y anteriores tenían más cimentados. En qué oportunidad se cambió la felicidad por el dinero, pero, como dije antes, dinero fácil, sin esfuerzo ni sacrificio. Estamos mal, demasiado mal, y esto al SISTEMA le beneficia, porque la gente se entretiene en otras cosas y no se preocupa por lo que sucede con el país y los que quieren hacerlos cambiar, no son tomados en cuenta, incluso hasta los espacios públicos para expresarlo son cerrados a las mentes abiertas y con ideas. Se aplica más seguido el adagio popular: Corrige al sabio y se hará tu amigo, pero, en cambio, corrige al ignorante y se convertirá en tu enemigo. Así la nueva actualidad en la sociedad mexicana. Sonríe y no abuses de la gente honesta y trabajadora, porque tarde o temprano, irremediablemente, lo pagarás.