Estimados señores abajo firmantes de la carta al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), para sugerirle que no incorpore a su gabinete al mexicano Alfredo Jalife en ningún cargo, porque a diferencia de lo que él piensa del doctor Jalife, "que es una muy buena persona", Ustedes piensan lo contrario, que es una persona non grata a sus intereses.
Lo que les puedo decir es que con honrosas excepciones, la mayoría de Ustedes tenían derecho de picaporte en Los Pinos durante el nefasto periodo neoliberal, para sugerirle, proponerle, hacerle ver, etcétera, al presidente en turno, asuntos de toda índole favorables a sus intereses, pero nunca para impedir el desastre en que estaban dejando con sus políticas al país.
Por si no se han dado cuenta, los ciudadanos de este país dijeron el 1 de julio del 2018 que ya era tiempo de que la política volviera a servir a los intereses populares, para lo cual eligieron como presidente a AMLO, a quien han dado todas sus confianzas para recuperar el sentido real de la política, que es el de buscar el beneficio de la sociedad en su conjunto, no el de unos cuantos, como fue durante los últimos seis sexenios.
Por tanto, se me ocurre pensar que con el cambio de régimen que propiciaron los votos ciudadanos, Ustedes quedaron desfasados y descalificados para sugerir, proponer, hacer ver, etcétera, a AMLO, cualquier cosa en materia de política del género que sea. En cambio, la trayectoria y bagaje científico-cultural en poder de don Alfredo Jalife no pueden ser más vigentes y oportunos para los tiempos de la Cuarta Transformación.
Así que con gran pena les digo que ahora les toca a Ustedes contemplar desde la banca, cómo se retoma la reconstrucción de México con nuevos actores sociales y políticos, verdaderamente comprometidos con el futuro social de la nación, no como en su caso mudos testigos de una alocada carrera hacia la liquidación de la soberanía e independencia de nuestro país.