5 febrero, 2025
ROTATIVO DIGITAL

Apoyo electoral ciudadano…

En esta ocasión quiero aprovechar el espacio para hablar un poco de lo que encierra y provoca tantas pasiones en la ciudadanía: las elecciones. Se hizo una reforma, donde los dos tipos de elecciones (locales: gobernador, alcaldes y diputados locales y federal: presidente de la República, senadores y diputados federales) tienen que coincidir, porque actualmente hay estados donde hay elecciones hasta en cuatro años seguidos. Es una medida sana, porque sinceramente estar saturados de propaganda visual y auditiva es molesto y en lugar de beneficiar a la democracia, cansa y motiva un mayor abstencionismo, por el hastío que provoca tanto dispendio y gasto innecesario.

Sin embargo, hay gente a la que le beneficia este tipo de acciones, como en todo, recordemos que el voto tiene variantes: voto duro; pertenecen a este grupo, aquellos militantes de un partido que pese a todo, siguen votando por él. Voto útil; cuando se sabe que determinado partido o candidato puede superar al de siempre y la gente vota por él. Voto razonado, etc.

En esta ocasión me referiré a los que pertenecen al voto duro. Es común, escuchar que muchos tienen liderazgo en determinado sector, municipio, colonia, sección electoral, población, etc. y tal cual es, se acercan a los partidos o candidatos vendiendo espejitos, que en temporada electoral, casi todos compran, porque están con la idea de que tienen que ganar y para ello necesitan de todos y sobretodo, confían en todos y más aún, cuando traen consigo mucho recurso para la elección.

Reza la filosofía popular, no tiene la culpa el indio, sino quien lo hace compadre, y les queda a la medida a los políticos en campaña, por que compran esos liderazgos falsos, con dinero en efectivo, en especie o solitos se cobran, no entregando los regalos que se utilizan para convencer voluntariamente al electorado (despensas, playeras, gorras, sombrillas, lonas, etc.), así como también con lo destinado para mover a la gente el día de la elección.

Aunque en apariencia, ese tipo de gente, dicen los políticos, esos “liderazgos”, están ahí por interés (económico momentáneo y por un empleo, una vez ganada la elección, aunque en la mayoría de los casos, no sepan hacer nada, por falta de preparación académica y/o administrativa y desinterés para aprender), los políticos son presa fácil de sus argucias, artimañas y mentiras y cuando ese partido pierde el poder en el municipio, en el estado o en el país, se van con el actual triunfador, vendiéndose al mejor postor, no son confiables, no son serios, sinceros, mucho menos honestos, porque incluso en un mismo proceso engañan y reciben dádivas de 2, 3 o más partidos y/o candidatos. Otro refrán que se aplica es que a pesar de que ya los conocen como son, como actúan, que no mueven ni a su familia, y sobretodo como engañan, vuelven a tropezar de nuevo con la misma piedra.

Es notorio, sobretodo en los partidos ganadores (PRI y PAN, quizás PRD), observar la desbandada de los miembros, de los militantes que han sido beneficiados, con cargos públicos, dirigentes de partido a nivel nacional, estatal, ex gobernadores, ex senadores, ex diputados locales y/o federales, alcaldes, síndicos, regidores, secretarios de estado federal y/o local, subsecretarios, directores, oficiales mayores, etc., cuando pierden la presidencia de la República, y alguna (s) gubernatura (s), con mayor razón los que se acercan solo cuando hay elecciones y huelen los inmensos recursos que traen los partidos o determinado candidato. Al verlos derrotados, simple y sencillamente, se van.

Lo mismo sucede con el ciudadano común, hay una edad en la que el ser humano madura y por lo mismo, ya no es presa fácil del engaño de los partidos, de los candidatos, entonces se busca obtener, lograr o alcanzar algo, aportando el apoyo a esa causa, es falso que alguien esté en un vehículo electoral sin ningún tipo de interés, que sólo están ahí porque creen en la ideología partidista, en algún dirigente, etc., es creíble, hasta cierto grado, cuando se es amigo del candidato, pero en otra situación, es una de dos, o es interés, o inmadurez. El interés va desde: recibir dinero, despensas, trabajo, recomendación, recursos para algún proyecto, o simplemente, sentirse parte de un equipo ganador y decir X funcionario es mi amigo, etc. de todo hay en la viña del señor (la Biblia dixit).

Así somos los mexicanos, nunca se deja de aprender de la gente y de la vida, hoy se está con una idea o creencia, mañana, es todo lo contrario; hoy se defiende una ideología, mañana se ataca ferozmente; hoy eres rojo, mañana azul, amarillo, verde, turquesa o moreno. Los sicólogos señalan, pero más los analistas políticos, que debemos apelar, no como lo hacen los políticos, al agradecimiento, porque pocos, muy pocos, lo son y sobretodo lo valoran, sino que se debe apelar al egoísmo de los ciudadanos. De hacerlo así, otra sería la historia, la democracia y la vida misma, sería tan distinta y menos costosa, económica y mentalmente.